Impacto del Año Nuevo Chino en la economía mundial
12 Marzo 2019 14:25
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Acabamos de dar la bienvenida al año 4717, al menos entre la población que se rige por el calendario chino. La celebración del Año Nuevo Chino -o la Fiesta de la Primavera-, que marca el inicio del año en el país asiático, es una fiesta que coincide con el comienzo del ciclo del cultivo, en la que se hace una despedida al invierno y se recibe la nueva estación.
La fecha, que este año se celebró el 5 de febrero, coincide con el primer día del mes lunar, así que dependiendo del año varía entre las primeras jornadas del mes. Acaba con el Festival de los Faroles, que se conmemoró el 19 de febrero cuando se soltaron al cielo miles de lámparas con mensajes.
Según el calendario lunar, 2019 es el año del cerdo, el duodécimo del ciclo, es decir, el último del horóscopo chino. Se considera así porque el cerdo fue el último animal en llegar a la fiesta que daba el Emperador de Jade -así lo narran las leyendas ancestrales-. Lejos de ser algo negativo, este signo se asocia con la riqueza, la emoción y la intuición; todo un símbolo de buena suerte también para las empresas que esperan tener un próspero año en sus actividades económicas.
Para saber el impacto que tiene esta celebración en la economía mundial es necesario conocer en profundidad las tradiciones culturales que se practican durante la festividad. Para la comunidad china es importante pasar estos días en familia, y por ello se produce la mayor migración humana del planeta, en la que millones de personas viajan a sus lugares de origen para estar con los suyos. De esta manera, las empresas dan vacaciones a sus empleados desde Nochevieja hasta ocho días después del Festival de los Faroles -para hacernos una idea, en 2019 irían desde el 4 hasta el 27 de febrero aproximadamente-.
En otros casos, el periodo vacacional puede ser hasta de 30 días, algo que afecta de forma directa a la producción del país por la paralización de las operaciones empresariales.
Además del cese temporal de empresas, los puertos y aduanas también detienen su actividad durante esos días y las jornadas siguientes operan con servicios mínimos hasta que se normaliza el ritmo de trabajo. Como es lógico, se prioriza la salida de los productos perecederos y los demás ralentizan la partida del país llegando con retraso a los destinatarios.
Existen otros factores que también entran en juego y que repercuten directamente en la calidad de los productos que se fabrican antes de la celebración: hay una gran demanda y los trabajadores no dan abasto para cumplir con los objetivos de producción, incluso aunque se contrata de manera temporal a trabajadores. El inconveniente de este tipo de contrataciones reside muchas veces en que no tienen la experiencia necesaria para conseguir la calidad deseada y el resultado final del artículo baja.
Por otro lado, también las operaciones bursátiles que tienen lugar en Asia se paralizan en general -al menos durante una semana-, y centros financieros como el de Hong Kong o Singapur cesan su actividad. Del mismo modo, la Fiesta de la Primavera se ha extendido a otros países como Corea del Sur, Vietnam, Malasia o Indonesia incrementando la parálisis.
Por tanto, el Año Nuevo Chino tiene un efecto directo en el comercio mundial debido a que China está considerada como uno de los principales motores de la economía global. Y es que este país aporta un 31,5% del PIB (Producto Interior Bruto) mundial, una cifra que supera a las contribuciones conjuntas de Estados Unidos, Japón y la Eurozona, según el estudio ‘China Outlook 2018’, publicado por KPMG. Además, el país asiático presenta un crecimiento constante desde 2009 y se ha posicionado como el segundo país que más exporta, convirtiendo el comercio exterior en la principal vía para consolidar su presencia en el panorama internacional.
Si cuentas con uno o varios proveedores chinos en tu empresa, es necesario que tengas presente la celebración de la Fiesta de la Primavera para que puedas seguir ofreciendo tus productos o servicios sin alteraciones.
A la hora de realizar tus pedidos a China, infórmate de las fechas en las que la empresa que te suministra los productos va a cesar su actividad, así como las aduanas que se ven afectadas. Para evitar cualquier contratiempo con el transporte, intenta que tus productos salgan del país antes de enero ya que durante el primer mes del año suele haber problemas de espacio en las aduanas porque se saturan y, como consecuencia, el coste se eleva. El ritmo de trabajo habitual suele recuperarse hacia finales de febrero, cuando los trabajadores se incorporan de manera íntegra a sus puestos y por ende, es más barato a comercializar a partir de esta fecha.
Es importante que seas consciente de que los distribuidores en China dan prioridad a sus clientes más habituales. Por lo tanto, si no perteneces a ese grupo, solicita el encargo con suficiente tiempo para que el proveedor tenga margen de hacerte llegar la mercancía.
Probablemente ya conozcas los tiempos de producción y de envío que tiene tu distribuidor, a lo que habrá que sumar el paso anteriormente descrito y hacer un cálculo aproximado de cuánta mercancía vas a necesitar para poder ofrecer tus servicios con normalidad.
La comunicación es vital en cualquier cadena de producción, pero durante el Año Nuevo Chino toma especial relevancia estar en continuo contacto con tus distribuidores para conocer el estado de tu pedido. De esta manera, sabrás si surge cualquier contratiempo durante la elaboración o el envío y así poder resolverlo cuanto antes.
En la primera semana de festejos de 2019 se han realizado ventas por valor de 1,01 billones de yuanes, o lo que viene a ser lo mismo, 130.642 millones de euros. Esta cantidad supone un aumento total del 8,5% de las transacciones respecto al año anterior.
Los números recogen el gasto realizado en viajes, tiendas y restaurantes, según ha informado el Ministerio de Comercio chino. El sector que más beneficios ha recaudado gracias al Año Nuevo Chino es el comercio electrónico. De hecho, la compañía e-commerce Jingdong -también conocida como JD.com o como el principal competidor de Alibaba- ha facturado 42,7% más que el año anterior durante el mismo periodo de tiempo.
Este año han tomado más relevancia que nunca los pagos a través de teléfonos móviles. China es un país donde el dinero físico está desapareciendo de forma paulatina y se está adaptando a las nuevas tecnologías, siendo cada vez más común el uso del smartphone para pagar -el 77% de los ciudadanos chinos usan Apps realizar transacciones-. En este sentido, las aplicaciones WeChat (un servicio de mensajería instantánea, wallet y social commerce real, o lo que es lo mismo, una plataforma desde la que puedes vender pequeñas mansiones hasta reservar habitaciones de hoteles) y Alipay (con la que también puedes llevar a cabo infinidad de funciones, como pedir un taxi, alquilar bicicletas o recibir promociones) han querido aportar su innovación a la festividad con un sistema para enviar dinero a través del móvil, aprovechando la tradición del sobre rojo del Año Nuevo Chino en la que se les da dinero a los niños para que aprendan el valor de las cosas y el ahorro.
La mayoría de los ciudadanos chinos deciden viajar a casa de sus familiares para celebrarlo conjuntamente. Sin embargo, debido al ascenso del nivel adquisitivo, muchos eligen viajar hasta nuestro país para disfrutar de unos días de descanso y de ocio. Este año se esperaban 50.000 viajeros desde el país asiático. En total, se prevé que el turismo chino deje en España 250 millones de euros durante su Año Nuevo.
Los turistas chinos son los que más dinero gastan cada año en España. Según informa el ICEX, de promedio compran hasta cincuenta veces más que los turistas ingleses o alemanes, y el 80% es para el sector textil, en el que los tickets alcanzan los 1.900 euros. Otro de los sectores que en el que la facturación aumenta considerablemente es en el mercado del lujo, con ventas de 2.500 euros de promedio. También hay un importante impacto en el sector de la hostelería, el ocio y la restauración.
Los chinos suelen pasar 10 días en nuestro país. Los destinos predilectos de los viajeros son Madrid y Barcelona, que se benefician de ser las únicas ciudades con vuelos directos a China, en los que la ocupación hotelera se ha incrementado considerablemente desde el 4 de febrero. Aunque también ciudades como Córdoba, Sevilla o Málaga están consideradas como las favoritas debido a su amplia oferta de cultural, de ocio y gastronómica. La desventaja frente al resto de Europa -especialmente en países como Francia o Alemania- es que solo la capital y la ciudad condal ofrecen vuelos directos hasta el gigante asiático.
Las personas con nacionalidad china han tenido un crecimiento exponencial en los últimos diez años en nuestro país.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 1998 había en España unos 12.000 chinos, cifra que se ha incrementado considerablemente en la actualidad hasta alcanzar los 195.400. El 55% de estos están dados de alta como trabajadores, un número que también va en aumento. Como particularidad, cabe señalar que los chinos son la comunidad con más autónomos en nuestro país, ya que son más del 50% de los afiliados, según informa el Ministerio de Trabajo.
Como cabría esperar ante tal número de habitantes residentes en nuestro país, la celebración del Año Nuevo Chino es también todo un acontecimiento en España. De hecho, el China Cultural Center se encarga de organizar todo tipo de eventos relacionados la festividad: conciertos, talleres y mercadillos.
Al contrario de lo que ocurre en el país de origen, los negocios con dueños chinos que realizan su actividad en España no se toman unos días de vacaciones durante estas fechas. Algunos, son excepcionales, los que se van a China para dar la bienvenida al Año Nuevo Lunar junto a su familia.
