Las franquicias están en un buen momento. Aquellas que se centran en los sectores más rentables como la moda y la restauración, consiguen en muchos casos un éxito rápido e importante. Pero además de la evolución de la economía general y sectorial, también el emprendedurismo es un factor influyente.
Ahora bien, se ha analizado en este sentido la verdadera relación entre los emprendedores y el mercado de las franquicias. Lo cierto es que no todos los franquiciados comparten un emprendedurismo latente.
Para distinguirlo, hay que distinguir dos tipos de franquiciados.
Hay franquiciados que buscan un negocio rentable pero sin excesivas preocupaciones. Son aquellos que se apoyan en la seguridad de la franquicia, para conseguir estabilidad profesional y un éxito comercial suficiente.
Estos franquiciados no aportan por iniciativa propia mejoras al negocio, pero sí la suficiente constancia como para garantizar su éxito, dado que de él depende su estabilidad financiera.
El franquiciado emprendedor demuestra mucha iniciativa. La franquicia es solo la base sobre la que desarrollar nuevas mejoras del negocio, proponiendo una evolución promocional que motive la mejora económica.
Estos franquiciados se dividen entre quienes promueven el desarrollo de la franquicia y los que buscan evolucionar mediante un negocio propio. En este segundo caso, identificamos a estos emprendedores como unos profesionales que se sirven de la experiencia de la franquicia para asentar conocimientos del negocio, que más tarde le serán muy útiles, en la vía comercial hacia la que quiera dirigirse posteriormente.
Si bien desde el punto de vista del profesional es posible distinguir diferentes perfiles de franquiciados, a la marca matriz podemos vincularle sin ninguna duda un factor emprendedor ineludible.
La franquicia supone la abertura de locales, establecimientos o comercios, en base a una línea de negocio sobre la que se ha visto oportunidades comerciales. No solo eso, sino que se considera que se puede repetir el mismo éxito variando condicionantes como la ubicación.
No obstante, las nuevas tecnologías están también motivando nuevos tipos de franquicias, basadas principalmente en un negocio virtual. Por lo que en estos casos se debe combinar tanto el emprendedurismo de la empresa, como también el propio perfil emprendedor de quienes permiten que el negocio siga creciendo con o sin ideas propias.
Obviamente hay muchas más formas de desarrollar el carácter emprendedor que apostar por las franquicias, pero todos los que se consideren emprendedores deberían, como mínimo, prestarle atención al menos una vez en su trayectoria profesional.