A la hora de emprender un nuevo negocio, en estos tiempos, sería un error dejar de lado las posibilidades que nos brinda el mundo digital. De ahí que en otras ocasiones os hayamos hablado, por ejemplo, de cómo montar una tienda online para expandiros. ¿Pero y si la cosa fuese aún más sencilla? ¿Y si en vez de hacer ropa pudiésemos limitarnos a vender la que hacen otros? Esa es la base del dropshipping de ropa en España, una opción que cada vez funciona mejor, pero antes de hablaros de ella habrá que ver qué es el dropshipping y qué nos ofrece, ¿no os parece? ¡Ya veréis como de aquí salís con un par de buenas ideas!
Hay formas y formas de explicar qué es el dropshipping y cómo funciona, pero a nosotros la que más nos gusta es la que consideramos más sencilla de todas. Cuando montamos un ecommerce de dropshipping estamos vendiendo artículos que no fabricamos y que ni siquiera enviamos, sino que compramos en el acto a un tercero para que les sean enviados al comprador. Es decir, ofertamos productos de otros y son ellos los que se encargan del trabajo sucio. Nuestro trabajo está en dar visibilidad, ejecutar la transacción y dar luz verde al envío, y gran parte de esto puede hacerse de forma automática.
Dicho así parece todo demasiado bonito, ¿verdad? Sobre todo si tenemos en cuenta que el único gasto que conlleva iniciar un dropshipping center en montar el sitio web y poco más, o que podemos gestionarlo desde cualquier lugar del mundo en el que tengamos acceso a internet. Sin duda alguna, el sueño de muchos: abrir una tienda sin tener que atender en persona a los clientes y que otros, los proveedores de nuestro dropshipping, se encarguen del ‘trabajo sucio’. Tal y como veremos al final del post, no todo es tan bonito como suena, pero de momento nos centrarnos en las ventajas de este modelo de hacer negocio:
Puede que no veamos del todo claro lo de montar nuestra propia plataforma de dropshipping, pero… ¿y si os dijésemos que podemos desarrollar este tipo de actividad desde las entrañas de Amazon? Así es, la plataforma de venta online por excelencia nos ofrece su estructura comercial para que ‘nos aprovechemos de ella’, ¡y es para pensárselo! Cierto, tendremos que darles una parte de lo que vendamos, pero los productos que vendamos de nuestros proveedores de dropshipping en España o en cualquier lugar del mundo gozarán de las bondades de lo más top en este terreno.
No tendremos que invertir en publicidad en redes sociales, porque Amazon tiene su propia estrategia SEO para los productos de su tienda. Eso sí, si aún así queremos darle un pequeño empujón, podremos promocionarlos dentro de la propia plataforma. ¿Y en qué se traduce eso? Pues en aparecer más arriba en las búsquedas, exactamente lo mismo que se busca con Google. La gente no es muy de complicarse, así que cuando más visibles estemos… ¡más dinerito ganaremos! Eso sí, Amazon también posiciona en función de la satisfacción de los clientes, así que más nos vale ponernos las pilas desde el principio.
Ahora bien, hacer dropshipping en Amazon tiene un gran problema: la propia Amazon. Para estar dentro debemos cumplir a rajatabla sus normas, y algunas van directamente en contra de este modelo de venta:
Si somos capaces de ceñirnos a esto y mantener un buen margen aún así, nos irá bastante bien.
Ya os hemos mencionado las ventajas del dropshipping y cómo llevarlo a cabo con Amazon, pero… ¿es el dropshipping desde España una forma de negocio realmente rentable? Tened en cuenta que a día de hoy todo el mundo lo encuentra todo por internet, así que si van directamente a nuestros proveedores y nos saltan a nosotros, se ahorran nuestro margen, que al final es un dinerito.
Esto, unido a la feroz competencia que existe en el mundo del dropshipping de la ropa o el dropshipping de zapatos, nos obliga a trabajar con unos márgenes bastante escasos para estar siempre entre los más buscados. Del mismo modo, si ofrecemos facilidades y descuentos en el envío, compensaremos en cierta medida ese dinerito de más que al final supone nuestra ganancia.
Lo suyo es trabajar con productos poco conocidos, que no vendan al pormenor o que ni siquiera tengan presencia en internet. Ahí sí que podemos encontrar un nicho interesante de productos que no maneje nadie más, que resulten interesantes y que puedan resultar un reclamo para los compradores. Eso sí, mucho ojo con en quién depositáis vuestra confianza, porque si vendemos un producto muy específico y a la hora de recurrir al proveedor resulta que no lo tiene en stock… tenemos un problema.
Además, aquí os dejamos otras desventajas del dropshipping:
Eso sí, teniendo en cuenta el riesgo que corremos, somos de la firme opinión de que merece la pena intentarlo. Así que si tenéis ganas… ¡al lío!