Un plan estratégico empresarial, para muchos emprendedores y directivos, se considera una herramienta imprescindible del éxito en los negocios.
Por definición, un plan estratégico empresarial consiste en la elaboración de una estrategia, en la que se define tanto el objetivo a perseguir, como también el camino que se va a seguir para conseguirlo.
Elaborar un plan estratégico requiere análisis, documentación y, sobre todo, planificación para elaborar toda la estrategia.
Lo mejor es empezar a partir de una presentación en la que se identifique la posición en el sector en la que se encuentra la empresa y hasta dónde nos gustaría llegar con ella.
El periodo de ejecución de un plan estratégico suele ser de 3 a 5 años
El primer paso importante es identificar los 3 elementos imprescindibles de un plan estratégico empresarial, la misión la visión y los valores.
La misión representa la razón de ser de la empresa. La visión se interpreta como el objetivo a largo plazo a alcanzar. Por último, los valores son los principios sobre los que se basan las actuaciones de la empresa.
Estos elementos no son fáciles de definir, sin embargo, una vez identificados marcan claramente el plan estratégico empresarial y el camino a seguir para desarrollarlo de forma completa.
A continuación debemos analizar la empresa y su relación con el entorno en el que quiere crecer, trazar líneas estratégicas a nivel empresarial teniendo en cuenta esos factores, elaborar planes de actuación y evaluar los avances obtenidos.
Hay que tener en cuenta que un plan estratégico empresarial, normalmente se planifica con un periodo de ejecución de entre 3 y 5 años. Sin embargo, durante este tiempo la evaluación debe hacerse constantemente o, al menos, una vez al mes. En ese momento se debe analizar hasta dónde se ha llegado en función de los objetivos trazados.
En el caso de no haberse conseguido todo lo que se esperaba, el plan estratégico empresarial debe reestructurarse de nuevo, con otros plazos de desarrollo y, sobre todo, identificar qué problemas han podido ser los responsables de que no se llegase a los objetivos planteados.
Hay muchos ejemplos de planes estratégicos o incluso plantillas que pueden servir de base de desarrollo. Sin embargo, no sirven para todas las empresas, dado que pueden existir factores que no coincidan con la misión de la compañía o, incluso, con la situación actual de la que se parte.
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Sin embargo, identificar un ejemplo de plan estratégico puede exponer fácilmente dónde se acierta a la hora de elaborarlo.
McDonald’s es un buen ejemplo, dado que es una multinacional de éxito, con una estrategia similar en todos los países, donde actúa por expansión de franquicia.
En primer lugar debemos identificar la empresa y su situación actual. Vemos una posición de liderazgo en más de 100 países donde está presente y una adaptación al entorno social y alimenticio de cada zona, además de obviamente también económico.
Pero en una empresa ya asentada, lo difícil es identificar su evolución y el camino para conseguirlo.
Para ello elaboraríamos un análisis de la compañía e identificaríamos su potencial de crecimiento, en base a valores de todo tipo, desde sociales hasta económicos. Con un balance de gastos e ingresos, es posible trazar objetivos de expansión y crecimiento a diferentes periodos, desde pocos meses a varios años.
Con un análisis de la evolución constante, podremos saber si la estrategia aplicada sigue el plan empresarial que buscamos o debemos replantearlo de nuevo.