Los proyectos de emprendedores se suceden continuamente. Encontramos ejemplos de ideas de negocio que comienzan casi a diario, muchas de ellas con suficiente éxito como para salir en los medios de comunicación.
Recientemente se ha lanzado una de estas apps desarrolladas por emprendedores españoles, que representa en sí misma lo que debe incluir una estrategia de desarrollo con éxito desde el punto de vista emprendedor.
La app a la que nos referimos sirve para divorciarse directamente desde el móvil, se llama iUrisfy y contiene uno de los valores añadidos más imprescindible para que un proyecto de emprendedor tenga éxito, el ahorro.
Nos referimos al ahorro concebido en términos de tiempo y dinero. De hecho, es la base de toda app que busque tener un mínimo éxito. El ahorro de tiempo se consigue gracias a que se utiliza a través del teléfono móvil, en cualquier momento y lugar y, además, con un interfaz o sistema intuitivo y muy sencillo de utilizar.
Por otra parte, el factor económico es determinante para que sea utilizado o aprovechado por el mayor número de usuarios. Si no ofrece ese ahorro siendo un servicio principalmente digital, el atractivo por el proyecto del emprendedor descenderá rápidamente.
Como suele decirse, vender hielo en el Polo Norte no es una buena idea en términos de rentabilidad. La razón es que no representa una necesidad social real. Esto es aplicable a todos los desarrollos de emprendedores.
En el caso de la app para divorciarse, el número de casos potenciales en España asciende a los 100.000 al año. Con que un pequeño porcentaje escoja este nuevo desarrollo para un divorcio rápido, económico y efectivo, la rentabilidad anual está asegurada.
Si no existiese la necesidad de tal servicio o se diera de forma esporádica, la rentabilidad descendería abruptamente y el ahorro económico no podría ser un factor decisivo, si la empresa o proyecto quiere tener opciones de futuro.
En un mundo globalizado, es frecuente que cualquier negocio pueda exportarse a otros países con relativo éxito. Obviamente tiene su complejidad en diferentes ámbitos, desde el jurídico hasta el social.
No obstante, solventar este paso supone la posibilidad de multiplicar el potencial de clientes, suscriptores o usuarios. Sistemas como Uber han aprovechado esta externacionalización, no sin dificultades, pero con una base de aplicación práctica que permite que el servicio sea, en principio, aceptable en cualquier país.