¿Qué es un freelance? Te contamos todo lo que debes saber para convertirte en este tipo de trabajador autónomo que cada vez tiene más demanda entre las empresas.
Un freelancer (o freelance) es un trabajador que desarrolla su profesión por cuenta propia, y que ofrece sus servicios de manera independiente a otras personas o a empresas.
Eso permite a este tipo de trabajadores gestionar su propio tiempo y trabajar de manera autónoma.
Esta manera de trabajar es muy interesante porque, al trabajar de manera independiente, se puede elegir trabajar desde cualquier parte del mundo. Y ésta no es la única ventaja.
Cada vez más empresas recurren a trabajadores freelance como colaboradores porque eso les permite contar con los profesionales que necesitan en cada momento sin que les cueste más. Es una buena opción tanto para las empresas como para los emprendedores autónomos, pero no es tan fácil buscar a un buen freelancer. Por eso, has de tener en cuenta los siguientes aspectos:
Si, por el contrario, eres tú quien se plantea dar un giro a su vida profesional y empezar a buscarse la vida como autónomo o freelance, también has de tener en cuenta diferentes cuestiones antes de dar ese paso. ¿Cómo ser freelance? ¡Toma nota!
Ser freelance implica que tú eres tu propia empresa y, por tanto, has de cuidar tu imagen profesional. En el sector en el que desarrolles tu actividad, has de tener una buena reputación y ya sabes que eso, en estos tiempos, empieza por tu reputación online. Genera confianza a tus potenciales clientes, gestiona adecuadamente tus redes sociales, establece (y cuida) relaciones con otros profesionales, etc.
¿Sabes lo que es un portfolio? Si la respuesta es ‘no’, eso es porque no tienes uno. Por tanto, ya tardas en crearlo. Esto es básico porque tus potenciales clientes van a querer consultarlo antes de contratarte. Muestra tus mejores trabajos, los que enseñan lo mejor de ti. Aquí valen artículos y publicaciones, imágenes, etc. Puedes publicarlo en un blog, en un perfil de redes sociales, en una página web... ¡Y mantén todo actualizado!
En lo laboral no se pierde el tiempo. Al menos, desde el punto de vista económico. Los presupuestos son los que son y es lo primero en lo que se fijan las empresas. Si no les cuadra, se buscarán a otro. Pon un precio justo a tu trabajo. Si ven que eres el candidato ideal, puede que hagan un esfuerzo económico o que intenten negociar el coste, pero tú ten claro lo que quieres en ese sentido o te acabarán pagando a la baja. Consulta en qué rangos se mueven los precios en tu sector y así no irás a ciegas; ni pedirás de más ni te engañarán.
Valora tu trabajo. No sólo en lo económico. Tú eres quien arriesga pero, también, quien elige. Sé fiel a ti mismo y marca tu camino. Habrá dificultades, pero también muchas satisfacciones.
Para ser freelance, trabajas con tu propio material. Debes tener disponible todo aquello que te sea útil y necesario para desempeñar tu trabajo (incluido un espacio de trabajo). Es una inversión pero, si todo va bien, la recuperarás si realizas un trabajo de calidad y vas sumando clientes. Es más, a veces, contar con el material adecuado es precisamente lo que te puede dar trabajo.
Hay webs en las que empresas y particulares ofrecen su trabajo como freelance y a las que acuden directamente las empresas o los autónomos que necesitan determinados servicios. Es una buena manera de empezar y de darse a conocer.