Consecuencias del Brexit para los emprendedores


Todo el mundo está preocupado de cómo el Brexit puede afectar comercialmente a sus intereses y, aunque todavía queda mucho para tener constancia oficial de cualquier consecuencia seria, los emprendedores son de los primeros en abordar esta cuestión, debido a que buena parte de su futuro inmediato depende de ello.

En primer lugar es necesario tener en cuenta que Londres siempre ha sido la cuna del emprendedurismo. Grandes start ups se han creado o se han afincado en la capital británica, consiguiendo de esta forma una ubicación geográfica y comercial excelente. Esto podría cambiar notablemente si Londres se ve afectada por una regulación más restrictiva con respecto a la Unión Europea.

Puede afectar a varios ámbitos, desde la propia presencia de emprendedores extranjeros hasta la libre circulación de personas, servicios o productos fuera de sus fronteras, algo que iría completamente en contra de una gran cantidad de start ups para las que este libre comercio es la base de su negocio.

¿Qué sucede con los emprendedores que están esperando una inversión desde Londres?

Es posible que el valor de la libra reduzca considerablemente estas inversiones, como ya lo está notando el sector inmobiliario en relación a las ventas de viviendas para extranjeros británicos, que se ha congelado por completo, afectando con ello nada menos que al 29% del sector.

Por otro lado ¿y si la legislación se vuelve demasiado restrictiva para los emprendedores que ya tienen fijado su negocio en Reino Unido? Les quedan dos vías principalmente, emigrar a otros países donde tengan más posibilidades de desarrollo, aunque para ello tengan que buscar nuevos clientes o incluso modificar ligeramente su línea de negocio. O bien pueden adaptarse a las nuevas obligaciones legales y buscar una rentabilidad extra en base a la nueva organización económica independiente que ha votado el país.

Con todo, es preciso también señalar que este país ha sido siempre uno de los que más apoyos ha ofrecido a los emprendedores y a la motivación empresarial personal, con la que desarrollar trabajos propios, crear nuevas empresas y explotar las posibilidades comerciales que se presenten en el camino.

El problema es que mientras Reino Unido pide paciencia tras el Brexit, los emprendedores necesitan saber cómo van a seguir funcionando en unos meses y los cambios a los que se podrían tener que someter son tan drásticos, que la paciencia no es un capricho que puedan permitirse.