El término employer branding se está utilizando más en las conversaciones entre emprendedores que en la práctica al uso, ya que aunque lo parezca no es tarea fácil ponerlo en marcha. Sin embargo, podría considerarse una estrategia imprescindible para todo aquél proyecto empresarial que quiera desmarcarse del resto con personal cualificado.
Antes que nada, vale la pena dejar claro qué es employer branding. El término, obviamente de origen inglés, viene a enfatizar la importancia del empleado como marca. De esta forma, una estrategia de employer branding intenta captar profesionales no sólo a base de talonario, sino por la propia marca, empresa o proyecto como principal reputación y orgullo por la que valdría la pena trabajar en ella.
Ejemplos prácticos los encontramos en empresas como Google, donde se han esforzado por compartir con el mundo entero su forma de trabajar, el entorno laboral que ofrecen y la importancia que supone decir “trabajo en Google”. A menor escala, el employer branding se puede aplicar también para otro tipo de trabajos y profesionales, siendo el resultado el mismo, que el profesional al que se le ofrece un trabajo se sienta atraído, además de por la nómina, por el hecho de trabajar para esa empresa o marca.
Hay mucha metodología teórica aplicable formulada, pero muy poca práctica al uso puesta en marcha. La razón es que requiere un considerable desgaste de marketing, que no todas las empresas pueden realizar y, por otro lado, es precisa una filosofía de emprendedor, que no todos los directivos comparten.
De hecho, el employer branding se expone de forma errónea por corrientes trasnochadoras de regreso a una felicidad utópica, donde transmiten la sensación de que trabajar en la empresa es lo más bonito y maravilloso que puede pasarte nunca. Frente a esta tendencia que desemboca en decepciones y proyectos sin terminar, las grandes tecnológicas tienen claro cómo enfocar el employer branding, con éxitos entre sus proyectos.
Más que valorar el entorno de trabajo, una estrategia correcta de employer branding debe motivar el desarrollo de un producto o servicio que pueda cambiar el sector comercial en el que se mueva, algo que sólo podría conseguirse:
Esta combinación de empresa eficiente y profesional con talento es la que hace funcionar una estrategia de employer branding, la que capta a trabajadores cualificados que buscan retos, que buscan compañeros de talento similar o superior al suyo, todo ello ciertamente en un entorno de trabajo más flexible y llevadero que la oficina tradicional, pero siempre con el objetivo de mejorar sobre todo a nivel profesional.