Las vacaciones suelen verse como un parón en el calendario: clientes que viajan, oficinas que cierran y consumo que baja. Sin embargo, hay muchos negocios que, durante esos meses crecieron y funcionaron con normalidad, siguiendo algunas estrategias que vamos a enseñarte.
La clave suele estar en observar cómo cambian los hábitos de consumo y actuar con rapidez.
El verano transforma a las personas: pasan más tiempo al aire libre, buscan experiencias, se dejan llevar por las emociones y prueban servicios que, en otro momento del año, no habrían considerado.
Esto abre una ventana perfecta para que los negocios más atentos. Desde Yoigo Empresas, te damos ejemplos y estrategias clave sobre negocios que crecieron en vacaciones.
En lugar de asumir que las ventas caen, algunos negocios entienden que julio y agosto no son un problema de facturación, sino un escenario diferente.
Analizan qué quiere el cliente en vacaciones y ajustan productos, horarios y comunicación, que es, en definitiva, la mejor estrategia. Algo que puedes hacer es ajustar el timing a los nuevos hábitos:
Si hay un sector que vive el verano con intensidad, es la hostelería, salvo aquellos en zonas que no viven del turismo en julio y agosto. No obstante, incluso en estos lugares, algunos negocios no solo sobreviven, sino que crecen. Aquí tienes dos ejemplos de ello:
Muchos profesionales buscan escapar del teletrabajo en casa. Algunas cafeterías con terraza y buena conexión wifi ofrecen menús especiales para trabajadores: barra libre de café, descuentos en aperitivos y mesas pensadas para abrir el portátil.
El resultado es un aumento del consumo en meses donde hay menos clientela, y una fidelización de cara a septiembre.
Otros apuestan por cosas más originales como cenas temáticas, música en directo o menús after beach. En lugar de competir solo por precio, crean recuerdos para el consumidor.
Y eso no solo llena mesas, sino que multiplica las reseñas positivas en redes y Google Maps, atrayendo nuevos clientes.
El comercio vive de anticiparse a lo que los usuarios buscan. Y en vacaciones, las necesidades cambian, de modo que hay que adaptarse, tanto en el entorno presencial como online.
Algunas tiendas de moda lanzan líneas con temática playera con disponibilidad limitada. Para darle impulso, apuestan por microinfluencers que están de vacaciones en la costa y crean contenido fresco desde destinos veraniegos.
La exclusividad y la urgencia funcionan: muchos artículos se agotan en días.
Las marcas que comunican en julio y agosto con naturalidad, mostrando a su equipo, compartiendo anécdotas o invitando a participar en retos sencillos, mantienen la atención de su audiencia cuando la competencia está en silencio.
Algunos negocios online de productos de ocio o gadgets de viaje ajustan plazos y refuerzan envíos express, conscientes de que los clientes quieren el pedido antes de salir de vacaciones.
Esa rapidez se convierte en una ventaja competitiva frente a gigantes del sector.
Papelerías, librerías o tiendas de regalos lanzan ediciones con diseños veraniegos, desde bolsas con frases frescas hasta libretas para viajes. Detalles sencillos que conectan con turistas y vecinos.
Muchos comercios organizan pequeños eventos: catas, talleres gratuitos o demostraciones en la acera. Además de aumentar ventas en el momento, logran visibilidad en redes sociales gracias a los asistentes que comparten la experiencia.
No todos los esfuerzos son presenciales. También en digital hay negocios que se adelantan.
En el entorno digital, debes adaptar tu negocio a las búsquedas más habituales en verano:
El verano es un reto para gimnasios y centros deportivos, ya que muchos clientes se dan de baja temporalmente. Pero hay negocios que saben dar un giro creativo.
Clases de yoga al amanecer, circuitos de fuerza en parques o entrenamientos funcionales junto al mar son un éxito. No solo mantienen clientes, sino que atraen a turistas y personas que nunca se habían apuntado al gimnasio.
Otra idea que funciona es ofrecer bonos de 5 o 10 clases sin matrícula, ideales para quienes están de paso en la ciudad. Los gimnasios amplían ingresos y ganan visibilidad entre un nuevo público.
Lo interesante es que estas tácticas no se limitan al verano. Funcionan también en otras fechas:
El verano es, en realidad, un laboratorio perfecto para probar ideas que luego puedes replicar durante todo el año.
En resumen, las vacaciones no tienen que ser sinónimo de caída en las ventas. Negocios de hostelería, e-commerce, gimnasios y retail demuestran que, con creatividad y una buena lectura de los hábitos del cliente, es posible crecer incluso cuando todo parece estar parado.
La lección es clara: los momentos de aparente calma pueden ser el mejor trampolín. Adaptar horarios, lanzar productos específicos, conectar con emociones y comunicar de forma cercana son las estrategias que funcionan.
Y lo mejor es que no son exclusivas del verano: puedes aplicarlas en cualquier momento del año.
Si quieres conocer más técnicas y estrategias para ampliar las ventas de tu negocio en Yoigo Empresas y Negocios te ayudamos con lo que necesites. Solo tienes que entrar en nuestra web o llamarnos al 900 622 500.