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Seguro que has leído en los periódicos mucho acerca de la economía de China. Sobre ella se ha dicho que es fuerte, débil, que puede caer en cualquier momento o que puede provocar la próxima crisis. Se trata, en muchas ocasiones, de una información contrapuesta que llega a no tener sentido. Y un término se repite mucho: hard landing.
Seguro que la pregunta que más te preocupa es el impacto que pueda tener en tu bolsillo la economía china y ese hard landing tan repetido. Vamos a intentar darte las claves para que comprendas un poco mejor este asunto. Lo primero que merece tu atención es que el gran miedo de los economistas es que en China haya un hard landing.
Si sabes algo de inglés parecerá un tanto extraño hablar de un aterrizaje de emergencia (como el del Hudson). Pero sí, aparte de ser un término empleado en la aviación, también se utiliza en la economía.
El término hace referencia a pasar de un crecimiento del PIB (Producto Interior Bruto) muy alto, en torno al 10 % o más a un frenazo rápido. Esto se debe, a que esta subida tan fuerte puede provocar una inflación excesivamente alta en los productos y servicios destinados al consumo que provoque ese frenazo y, en consecuencia, una recesión.
Este término se aplica por norma general a las economías emergentes que son las que suelen crecer en un entorno de dos dígitos. Brasil, China e India tienen economías emergentes y son un claro ejemplo pudiendo verse afectadas.
En el caso de Brasil sufrió este problema en más de una ocasión. En el año 2010 creció a un 7,5%, pero cayó en picado en los años siguientes, hasta un -3,47% en el año 2016. En la actualidad parece que se está recuperando con un crecimiento del 1% en 2017.
Lo que temen los economistas es que este fenómeno se repita en países como India y China. En India existe un crecimiento sostenido que ronda el 6% con picos que llegan al 10%. Sin embargo, el gran temor reside en China. Su crecimiento en los últimos años cuenta con una media del 10 % con picos de hasta el 15%, casi siempre por encima del 7%. Estos datos alimentan el miedo de los especialistas.
Debido a los datos que hemos comentado, China y hard landing son elementos que se hallan totalmente conectados. Por lo menos teóricamente. Una caída del crecimiento del país afectaría a todo el mudo debido a su nivel de exportaciones e importaciones.
Han transcurrido casi diez años con la amenaza de este fenómeno, pero de momento no parece que suceda. Pese a ello los economistas avisan de la necesidad de estar preparados ante este posible problema, que una economía se ralentice de una manera abrupta puede desencadenar graves consecuencias.
Para entender las razones por las que puede surgir el hard landing resulta necesario conocer qué tipo de economía tiene China. Ellos mismos se definen como una economía socialista con sus propias características. A efectos prácticos quiere decir que el estado controla las empresas de los sectores estratégicos dejando un espacio acotado para el nacimiento de la empresa privada.
China es el país que más exporta del mundo (si te fijas en multitud de objetos que tienes en casa hallarás el enunciado de Made in China). También es el segundo mayor importador. Su economía interior crece cada año con la mayor tasa de consumo del mundo, pero al mismo tiempo posee una gran cantidad de divisa extranjera para fortalecerse en caso de un frenazo.
Como puedes ver, la pregunta de cómo está la economía de China actualmente tiene fácil respuesta: fuerte y en crecimiento. No obstante, como todo en el mundo de la economía siempre hay un pero: la deuda del país es muy alta.
En este sentido, se calcula que para 2020 llegue a ser del 300% sobre el PIB del país. Esto ha provocado que algunas entidades de evaluación de riesgos bajen su nota a la compra de deuda estatal.
China se ha convertido en un país imprescindible en el sistema económico mundial, ya que su desarrollo afecta al conjunto del sistema mundial. Por ello, es tan preocupante lo que pueda sucederle al gigante asiático de cara al conjunto de la economía mundial.
Una recesión en China afectaría de una manera directa a las exportaciones e importaciones del resto del mundo. Esto conllevaría una desaceleración global que resultaría más complicada, debido a que la economía aún se encuentra en una fase de recuperación.
El objetivo es integrar completamente la economía de China al mercado global para alcanzar un equilibrio a todos los niveles. Sin embargo, el gran miedo apunta a que se trata de una población muy ahorradora. El aperturismo del que en este momento no disponen les puede llevar a sacar sus ahorros fuera del país haciendo quebrar la banca.
Las importaciones y exportaciones que realizamos con China no llegan a representar el 10% del total, pero eso no significa que no nos veamos afectados. Esto se debe a que exportamos a un gran número de países de Latinoamérica que tienen una gran relación con el país asiático.
Por tanto, un frenazo en la economía china puede afectarnos de manera indirecta. Es necesario conocer con qué países trabajamos y si estos dependen de China para tener más clara la incidencia que puede entrañar en nuestra economía.
Otro dato relevante es el relacionado con el turismo. La llegada de turistas chinos está en crecimiento y cuanto más crezca su país más aumentará el flujo hacia el nuestro. Esta circunstancia contribuye a que recabemos nuevos clientes para nuestra principal fuente de ingresos.
Lo que es un hecho es que ningún país desea que China sufra un hard landing económico. El gobierno chino está poniendo en marcha una serie de medidas con el objetivo de prevenir entrar en una recesión económica.