Es posible que llevéis un tiempo dándole vueltas a la idea de emprender, pero que no os atreváis porque, a la hora de dar el paso, veáis ante vosotros una montaña demasiado alta. No os preocupéis, es algo de lo más habitual. No todos tenemos la visión de los emprendedores que levantaron las 5 startups más importante de Europa, pero sí dos manos y una idea, algo más que suficiente para empezar. Eso sí, si además tenemos algo de dinero, o posibilidad de conseguirlo, comprar una empresa ya constituida puede ser una buena forma de no empezar desde la base de la montaña, sino desde una zona bastante más alta.
Solo hay que tener claros los pasos a seguir a la hora de comprar una empresa, y hoy os los contamos en Emprenspain. Tomad buena nota, ¡ha llegado la hora de emprender de una vez por todas!
Sin duda alguna, si no recomendable, sí que podemos asegurar que se trata de una opción bastante factible. Empezar de cero supone todo un reto, puesto que se trata de levantar un sueño al que llevamos dándole vueltas un tiempo y en el que tenemos depositadas muchísimas esperanzas. De hecho, lo más normal es que, si pensamos en comprar una empresa, estemos pensando en convertirla en nuestra principal fuente de ingresos. Vamos, que no es poca cosa. Ahora bien, ¿de verdad queremos comprar una empresa ya constituida? ¿Nos interesa realmente comprar una empresa en funcionamiento?
Como todo en esta vida, depende. Una empresa ya constituida, en plena actividad y con una buena facturación, nos garantiza poder empezar de inmediato. Eso sí, siempre y cuando tengamos pensado continuar con la misma actividad y, claro está, seamos capaces de sacarla adelante. Comprar una empresa es fácil sobre el papel, pero deberíamos tener muy claro por qué hemos elegido esa en concreto, y si realmente vamos a saber sacarle provecho a nuestra inversión. ¿Lo bueno? Que cada vez hay más ayudas para esto, las comunidades autónomas no quieren perder su tejido empresarial.
Tal y como ya hemos mencionado, comprar una empresa en España no resulta complicado. De hecho, el trámite resulta relativamente sencillo comparado con muchos otros. Eso sí, antes de dar el paso conviene saber cómo hacerlo, ¿no creéis? Como cabría esperar, no resulta tan sencillo como firmar unos papeles y pagar un precio. Debemos asegurarnos, entre otras cosas, de que no vamos a comprar una empresa con deudas u otro tipo de cargas. De que no vamos a llevarnos ninguna sorpresa. Vamos, de que todo está claro no, cristalino. No sería la primera vez que el collar termina saliéndonos más caro que el perro, ¡así que atentos al siguiente apartado!
A la hora de comprar una empresa son varias las cosas que deberíamos tener en cuenta. Para empezar, en qué sector y por qué. Qué tal funciona. Si podemos mejorarla o preferimos limitarnos a mantener su actividad. Y qué podemos perder si no va bien. Esto, que parece obvio, ha dado al traste con infinidad de proyectos durante los últimos años, así que ojo. Eso sí, como no queremos que os llevéis ningún tipo de sorpresa, os hemos preparado un paso a paso. Si queréis comprar una empresa en concurso de acreedores o comprar una empresa en liquidación, buscaos buenos asesores. Pero hagáis lo que hagáis, aseguraos siempre de tener esto clarinete.
Si todo está correcto, solo faltará cerrar los flecos del precio final, la forma de pago y la rúbrica. Enhorabuena, os habréis convertido en emprendedores con parte del camino ya andado, ¡mucha gente mataría por una oportunidad así!
Si solo estamos comprando la actividad, y no el lugar en el que se desarrolla porque resulta que es alquilado, deberemos hablar también con el dueño del mismo. Es decir: si la localización es arrendada, ¿nos garantiza que podremos seguir ahí el tiempo que nos interese y en las mismas condiciones económicas? Puede que, después de todo, nos interese mudarnos a una nueva sede, ¡pero lo mejor es saber estas cosas por anticipado!
Normalmente, si la empresa que estamos adquiriendo lleva muchos años en el mismo lugar, lo habitual es que al propietario del local le interese que nos quedemos. Eso sí, en tiempos de burbuja inmobiliaria nunca se sabe, así que antes de comprar una empresa… conviene saber en qué condiciones lo estamos haciendo, hasta el último detalle.
La cosa cambia si lo que queremos es hacernos cargo de una empresa familiar. Primero, porque se presupone que las condiciones del acuerdo serán mucho más laxas; es decir, que todo estará cerrado de antemano. Eso sí, por desgracia, es posible que debamos hacer frente a algún tipo de pago. El traspaso de titularidad bien será por compra/venta, por donación o por herencia tras un fallecimiento. Cierto es que las cuantías dependerán de la comunidad autónoma en la que vayamos a desarrollar nuestra actividad empresarial. En el último caso, por ejemplo, el polémico impuesto de sucesiones no es igual en todos los lugares.
En una compra-venta, tendremos que hacer frente a los impuestos que se deriven de las cantidades que declaremos. En cuanto a las donaciones, suelen estar exentas de pagos hasta cierta cantidad. La empresa familiar fiscalidad depende de la legislación del lugar en el que vayamos a declarar nuestra actividad empresarial, ¡así que tocará informarse bien para elegir la mejor opción!