Tendemos a pensar que tras la primera inversión en tecnología en nuestra empresa, podemos relajarnos, que ya está todo hecho, ¡y de eso nada! Lo que antes era un lujo ahora se ha convertido en una necesidad primordial para seguir siendo competitivos. La tecnología en la empresa y su correcta aplicación son factores diferenciales que hacen que a día de hoy los clientes opten por nosotros y no por la competencia. Supone un gasto, sí, pero no deberíamos verlo así, sino como una inversión de futuro, o más bien de presente, a corto-medio plazo, ¡y os vamos a explicar el porqué!
Cuando nos preguntan qué es la tecnología empresarial, tenemos que empezar respondiendo algo muy obvio: la tecnología empresarial es la aplicación de tecnología para una empresa. Vale, había que comenzar así, pero ahora vayamos a lo interesante. Como decíamos hace un momento, es un gasto, pero un gasto que a su vez nos reporta grandes ventajas. Hace que nuestra compañía sea más eficiente, o lo que es lo mismo, que gastemos menos y nuestros beneficios sean mayores. Nos hace más competitivos frente a nuestra competencia, funcionar con mayor seguridad, y hace que puedan surgir nuevas líneas de negocio, ¡son todo ventajas!
Ordenadores y smartphones son dos de los dispositivos más normalizados a día de hoy, pero son muchos más los que pueden reportarnos grandes alegrías:
Hablar de tecnología en la empresa, en definitiva, es hablar de oportunidades. Oportunidades que solo podemos aprovechar subiéndonos al carro y no dejando de innovar para no quedarnos obsoletos. En el mundo de los negocios no hay receta infalible, pero esta es, sin duda alguna, una de las mejores formas de mantenerse en la cresta de la ola. Comprar una partida de equipos informáticos y pretender que nos duren más de cinco años, debidamente actualizados, es poner fecha de caducidad a nuestra empresa demasiado pronto. A día de hoy no podemos limitarnos únicamente a nuestro producto. Necesitamos almacenar datos, gestionarlos, analizarlos y, más importante aún, comunicar. Y todo eso gira en torno al mundo de la tecnología en la empresa, ¡que no se os olvide!
A día de hoy, la tecnología se ha convertido en un auténtico pilar de la transformación empresarial, tanto para emprendedores como para empresarios con solera. Por eso, la innovación tecnológica en una empresa se ha convertido en un must de toda organización que quiera prosperar. Eso sí, tampoco podemos dejarnos llevar por la euforia tecnológica, ya que debemos procurar mantener un equilibrio:
La innovación tecnológica, por cierto, tiene muchísimas caras. Desde habilitar de una vez por todas el pago con TPV en nuestro establecimiento (básico en tiempos postcoronavirus) a permitir el pago vía Paypal, hasta cambiar todos los equipos informáticos de nuestra oficina para dotar de herramientas de última generación a todo nuestro equipo para que sean capaces de desarrollar todo su talento y creatividad.
Aquí os dejamos algunos ejemplos de innovación tecnológica que supusieron un punto de inflexión para muchas empresas:
La democratización de la tecnología en la empresa, con precios que todo el mundo puede asumir, ha supuesto un gran avance para las pequeñas y medianas empresas (PYMEs). Lo que en su día podía costar meses tener listo, ahora puede realizarse en unas horas, o incluso en minutos. Esto requiere de cierta formación, desde luego, pero hay montones de cursos subvencionados y ayudas para autónomos que permiten que el paso hacia esta innovación tecnológica no se convierta en un trauma. Que sea algo relativamente sencillo de gestionar y a lo que podamos sacarle partido. Y esto es absolutamente impagable.
A la hora de implementar tecnología en la empresa, tan solo tenemos que tener claros estos puntos para que la fórmula resulta exitosa:
Respondiendo a estas cuestiones tendremos algo por lo que empezar, y una vez empecemos a ver los frutos… podremos plantearnos seguir creciendo. La inversión en tecnología en la empresa debe verse como una constante. Lo ideal es marcar un presupuesto anual y procurar ir ampliándolo año a año para no estancarnos. La innovación tecnológica debería ser como cierto eslogan de patatas fritas: “Cuando haces ‘pop’... ¡ya no hay stop!”
No podemos compararnos con ellas, menos aún si estamos empezando, pero siempre es bueno mirarse en el espejo de las empresas de tecnológicas más importantes de España. Si a ellos les ha funcionado… ¿por qué no a nosotros?