Desde finales de los 90, siempre habíamos pensado que los softwares de antivirus eran un auténtico engañabobos. ¡En muy raras ocasiones llegábamos a sufrir ataques realmente preocupantes! Sin embargo, con la llegada de internet todo cambió. Los hackers tenían barra libre para acceder no solo a nuestros archivos, sino también a nuestros datos personales. Contraseñas bancarias, vídeos íntimos, nuestra webcam para espiarnos sin que nosotros lo supiésemos… la verdad, daba mucho miedo, así que os podéis imaginar estas mismas preocupaciones a nivel de ciberseguridad empresarial.
A día de hoy es extraña la compañía, tenga el tamaño que tenga, que no dependa de algún modo de la informática. Ha habido ataques de ransomware, secuestro de datos, que han costado literalmente millones de euros a sus víctimas. Y eso por no hablar de la fuga de datos personales de clientes, una negligencia fuertemente sancionada. O del robo de investigaciones y patentes. ¡Veamos cómo está el panorama de la ciberseguridad para empresas en la actualidad!
La ciberseguridad para la empresa se ha visto obligada a evolucionar a pasos agigantados para no ir por detrás de la ciberdelincuencia. Y más aún tras un tiempo de pandemia en el que la mayoría de las empresas se han visto obligadas a compartir información sensible de sus actividades con trabajadores en situación de teletrabajo. De hecho, la mayoría de los empleos más demandados en la actualidad pueden desarrollarse a distancia y, en el medio/largo plazo, los empresarios españoles se darán cuenta de las múltiples ventajas que esto conlleva.
El problema es que pensamos que con un antivirus gratuito nuestras conexiones están más que protegidas… y nada más lejos de la realidad. Los navegadores de internet, una pieza clave con la que hay que trabajar sí o sí, son puertas abiertas de par en par a los equipos informáticos. De hecho, por muy protegido que esté un ordenador, en cuanto un dato sale al ciberespacio está expuesto a cualquier tipo de ataque o rastreo. Es por ello que hacen falta soluciones bastante más profesionales, como por ejemplo contar con una buena VPN premium de confianza.
Este tipo de software crea para nosotros una red privada virtual, o lo que es lo mismo, enmascara tanto nuestra IP como nuestro tráfico en internet para que no sea visible para nadie, ni siquiera para la compañía de internet que nos proporciona los datos. Esto no solo es mejor que un antivirus, sino que hablando desde el punto de vista de la ciberseguridad en la empresa, se trata de algo completamente necesario que además conlleva una inversión mínima.
Proveedores como Surfshark VPN, por ejemplo, cuesta lo mismo que un par de cervezas en el bar de la esquina al mes, ¡y permite proteger dispositivos ilimitados con una única suscripción!
Es posible que estéis pensando que la ciberseguridad en la empresa no resulta tan importante en el caso de un PYME, pero… ¿a cuántas pequeñas y medianas empresas les salvó la vida durante la pandemia de coronavirus el hecho de montar una tienda online para expandir sus ventas? Cada vez es más habitual que los emprendedores se atrevan a dar el salto al mundo digital y eso, además de muchos beneficios, también puede acarrear grandes dolores de cabeza en cuanto a ciberseguridad en el trabajo.
La web caída en un periodo tan sensible como el Black Friday o las navidades, una web de pedidos de comida para llevar que no funciona un sábado por la noche, una pasarela de pago pirateada que envía el dinero directamente a una cuenta corriente ajena en las Islas Caimán…
Los supuestos pueden ser tantos como seáis capaces de imaginar. De hecho, la realidad es que pueden ser muchísimos más. De ahí que invertir en ciberseguridad empresarial, por pequeña que pueda parecer nuestra actividad, sea totalmente esencial para evitar problemas cuyos resultados pueden llegar a resultar dramáticos. Y para los que pensáis que los ciberataques no suelen elegir a ‘peces pequeños’ un dato: En 2019, el año previo a la pandemia, el 43% de los ciberataques a nivel mundial fueron recibidos por pequeñas y medianas empresas. Dicho porcentaje, como ya habréis deducido, ha aumentado aún más tras una época en el que la mayoría de nuestra actividad se ha desarollado en la red.
Vamos, que no tomar cartas en el asunto si no queremos llevarnos un buen disgusto no es una opción. ¡En plenos años 20 del siglo XXI, la ciberseguridad en la empresa debe ocupar un lugar destacado en el presupuesto de cualquier PYME!
Por desgracia, los emprendedores no suelen saber a quién acudir ni en quién confiar cuando se habla de ciberseguridad en la empresa. Y esto, en un momento en el que la mayoría de los tratos B2B, y en este con más justificación aún, se llevan a cabo totalmente online, puede ser un auténtico peligro. Por eso conviene tener claro cuáles son las empresas de ciberseguridad con las que no fallamos en España a día de hoy.