Para el emprendedor la inversión suele ser una parte vital de su idea de negocio, dado que en la mayoría de casos no se cuenta con capital suficiente para abordar las diferentes fases de desarrollo empresarial, mucho menos de crecimiento.
Lo cierto es que un emprendedor puede necesitar inversión desde el mismo momento de la puesta en marcha del negocio. En una gran parte, la inversión inicial suele originarse en fondos propios, de conocidos o familiares, por el mero hecho de intentar arrancar un sueño empresarial.
Además, es lógico buscar inversión cuando se intenta hacer crecer a la empresa, sobre todo si se quiere conseguir los objetivos lo antes posible y no eternizar cualquier proceso de generación de ingresos, que con el tiempo podría sufrir una transformación.
Obviamente, la inversión también se solicita como rescate o ante situación de pérdidas, con el objetivo de subsanar las deudas, volver a replantear el negocio y buscar una idea que, a medio o largo plazo, permita sacar suficiente rentabilidad.
Igual de importante es la inversión como los profesionales que son objeto de su solicitud. Normalmente ponerse en contacto con inversores privados o fondos de inversión es una solución rentable, válida y fácil de acometer, siempre que la idea de negocio sea suficientemente rentable.
Para conseguir seducir a inversores de un perfil de mayor riesgo, las rondas de inversión y los congresos con inversores presentes son los mejores escenarios para conseguirlo. No obstante, lo que nos puede parecer arriesgado como emprendedores, para mucho de estos inversores es su rutina diaria y habrá otras cientos o miles de empresas interesadas en captar su atención. Por tanto, no siempre es fácil salir de una ronda de inversión con el objetivo cumplido.
Una de las mejores formas de hacerlo, es mediante una buena valoración del negocio, que normalmente representa una parte menor del importe final que se destina a la empresa, sobre todo si los objetivos se basan en su mejora de posición en el mercado.
Con una inversión no solo se puede perseguir ciertos objetivos. También hay consecuencias con respecto a los inversores. En primer lugar habrá que especificar cada paso evolutivo de la empresa, sobre todo si está relacionado con dicha inversión.
También se deberá buscar beneficios y objetivos económicos, con los que devolver los intereses de la deuda, así como el importe originalmente disfrutado.