Por qué los emprendedores desarrollan tan buenos proyectos sobre niños


Muchos usuarios desconocen la rentabilidad del sector infantil. Los productos para niños, sin tener necesariamente que ser juguetes, generan una gran expectación por parte de los adultos que quieren lo mejor para los más pequeños.

Por esta razón, muchos emprendedores plantean el desarrollo de un proyecto o idea de negocio, que tenga el beneficio de los más pequeños como principal motivo de rentabilización. Pero además de, obviamente, conseguir el mayor número de ingresos, también hay otras razones por las que los emprendedores ofrecen este tipo de proyectos.

La fiebre por la monitorización

Una de las bases en las que se sustenta este atractivo por los proyectos enfocados a los más pequeños, consiste precisamente en el auge de apps de monitorización hacia cualquiera de sus constantes vitales.

El deseo constante de un control las 24 horas y la vinculación con el teléfono móvil hace posible que los padres, abuelos y tutores puedan medir sus constantes vitales mientras duermen, su actividad física, su ingesta de comida, las veces que acuden al baño o realizan sus necesidades. Parece no haber límite en este ámbito.

Todo por los hijos

Estos proyectos se aprovechan también de que los responsables de los pequeños son capaces de invertir la cantidad económica que sea necesaria.

Por esa razón, en este sector el retorno de conversión es realmente rentable, dado que, incluso con altos precios, los productos, servicios o apps se venden estupendamente.

Es por ello uno de los sectores más atractivos en los que invertir, por ese motivo también es más fácil obtener el apoyo de inversores incluso en un mero planteamiento del proyecto, algo que en otros sectores es bastante improbable de conseguir.

La cercanía con el público objetivo

Otro de los motivos principales por el que los emprendedores consiguen desarrollar mayor número y con mejor acierto proyectos dirigidos a los más pequeños, lo encontramos en la cercanía con el público objetivo.

Si identificamos a la mayoría de padres primerizos entre los 25 y 35 años, también tenemos una coincidencia con los emprendedores, que en gran parte se encuentran en esta franja de edad.

Esto plantea en muchas ocasiones la pregunta, ¿qué ha sido antes el padre o el emprendedor? Lo cierto es que la relación es bastante evidente y también la fácil identificación con el público potencial, que en muchas ocasiones es exactamente el mismo, se vive la necesidad y el aprovechamiento en primera persona.