Podría pensarse que tener que trabajar como autónomos, sin la protección de un contrato laboral, asumiendo subidas de cuotas como la de 2021 o sin nadie que nos pague las horas extra ya es demasiado castigo. Cierto, la jugada puede salirnos bien y ganar mucho dinero, ¡pero también asumimos muchísimos riesgos!
Eso sí, por muy complicadas que parezcan las cosas, siempre se nos pueden poner peor. ¿Un ejemplo? La multa por no estar dado de alta como autónomo y otras infracciones a los trabajadores en las que podemos incurrir si no tenemos un poco de cuidado. Sí, es bastante injusto que nos hagan pagar desde el minuto uno estemos teniendo o no beneficios, ¡pero hay que cumplir las normas del juego si no queremos llevarnos ningún susto!
Aunque en el siguiente apartado os contaremos todo lo referente a la multa por no ser autónomo y otros casos similares, aquí os vamos a dejar algunas de las casuísticas más comunes que no tienen nada que ver con esta cuota mensual. Y es que pagarla o no pagarla no es algo que se nos pase, pero hay ciertos despistes que pueden llegar a costarnos tremendamente caros. Mucho ojo con ellos, es tremendamente sencillo que nos veamos envueltos en alguno sin darnos ni cuenta, ¡y de estos entuertos solo se sale con tiempo y pagando bastante más de lo que debiéramos!
Con la de fechorías que llevó a cabo el mafioso Al Capone en Chicago en los años 20 del pasado siglo, al final le cazaron por sus libros contables. Esto, que parece una anécdota, también puede pasarnos a nosotros (no a los mismos niveles, claro está). Debemos llevar al día estrictamente este documento de pagos e ingresos para que, en caso de inspección, todos nuestros movimientos estén claros no, cristalinos.
Hacienda somos todos y Hacienda, más aún en tiempos como estos, no perdona. De ahí que no pase ni una a la hora de presentar los distintos documentos con los que acreditamos cuánto hemos ganado y, más importante aún para ella, cuánto debemos pagarle. No hacerlo dentro de los plazos estipulados es una de las infracciones de los trabajadores más comunes, ¡y ante esa situación no solo tendremos que seguir apoquinando, sino que nos tocará hacerlo con recargos!
Errores tan ‘simples’ como un error en la numeración de las facturas o confundirnos a la hora de aplicar el IVA pueden costarnos bastante caros también. Sí, lo sabemos, a veces vamos a toda pastilla y es imposible estar a todos los detalles, pero la facturación nunca se puede hacer a lo loco.
Tomaos vuestro tiempo y aseguraos de que todo está correcto antes de darle al botón de enviar, os ahorraréis muchos disgustos… ¡y un buen dinerito!
Tal y como os decíamos antes, hay dos tipos de errores: los que cometemos por despistes y los que cometemos por desconocimiento. Lo que os contamos ahora pueden pertenecer a ambos grupos, desde luego, pero si tenemos en cuenta que en España no se puede hacer negocio sin pasar antes por caja… Ahora que habéis leído esto, podréis ahorraros las multas que os detallamos a continuación.
Hay quien piensa que no puede estar trabajando por cuenta ajena y ser autónomo a la vez. O peor, que por el hecho de estar dado de alta como empleado puede ahorrarse pagar por su actividad como trabajador por cuenta propia, ¡y de eso nada!
Sí, cierto, si no se supera el salario mínimo interprofesional (SMI) y el trabajo se desarrolla de forma puntual, se puede facturar sin ser autónomo siempre y cuando el trabajador esté dado de alta en el RETA y cumpla con sus obligaciones fiscales. Sin embargo, de convertirse la actividad en habitual y demostrarse que es así, Hacienda podría imponer una multa consistente en hacer frente a todas las cuotas impagadas con un 20% de recargo.
Aquí, aunque es cierto que puede haber dos tipos de situaciones diferentes, las sanciones pueden llegar a ser muy similares.
Hay un caso que durante un tiempo fue de lo más habitual y que ahora está muy perseguido: el de los falsos autónomos. ¿Y esto qué es? Pues gente que se da de alta como autónoma para dedicarse a trabajar para una única empresa y utilizando sus recursos. Además, lo habitual es que dicha persona haya estado contratada antes en dicha compañía, por lo que en el fondo es la empresa la que quiere ahorrarse un dinerito a su costa. En este caso, las principales sanciones económicas son para la empresa, que se expone a varios tipos de penalizaciones.