La publicidad en la era digital
11 Septiembre 2019 11:10
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La estandarización del uso de Internet ha consolidado este canal como una de las vías principales para hacer publicidad debido al gran número de usuarios a los que es capaz de alcanzar. Cada vez más marcas optan por lanzar campañas en la red para dar a conocer sus productos o servicios, eligiendo a su público objetivo y sabiendo que tendrá un impacto preciso en las personas que visualizan el anuncio.
Conforme pasa el tiempo, los consumidores son más proclives a realizar compras online puesto que este medio se ha afianzado como unos de los principales canales de compra. El proceso es tan sencillo como encontrar un anuncio en la red sobre un producto que el usuario desea, hacer un par de clics y, en un periodo corto de tiempo, la compra llega a casa. Fácil y cómodo.
El hecho de que las empresas decidan invertir parte de su presupuesto en el ámbito online, no quiere decir que dejen de hacerlo en el escenario real. Aunque la realidad es que cada vez más compañías optan por invertir en la publicidad digital debido a que es más económica y consigue alcanzar a más usuarios. Además, el marketing online favorece la bidireccionalidad de la comunicación entre el consumidor y la marca. Existen diferentes tipos de técnicas para lanzar campañas, las más destacables son el branded content, el marketing de contenidos y el inbound marketing.
Por el contrario, la publicidad tradicional proporciona a la marca un imagen más afianzada dentro del mercado a pesar de que los usuarios han generado un cierto rechazo hacia algunos formatos como el televisivo: la gran mayoría de los espectadores cuando el programa pasa a publicidad, cambian de canal automáticamente. Sin embargo, los anuncios clásicos siguen teniendo un papel fundamental en el mercado.
La fórmula perfecta es combinar ambas opciones para captar al público objetivo de la marca, llegar a la mente -o al corazón- del consumidor y motivarlo para que adquiera los productos o servicios de la empresa. El resultado óptimo es que los clientes queden tan satisfechos con su compra que recomienden la marca entre las personas de su entorno.
Cada vez más empresas apuestan por la publicidad online. Los resultados que ofrecen son positivos y los consumidores están más receptivos a aprovechar las comunicaciones que hacen las marcas a través de los canales online.
La economía es una parte fundamental para las empresas. A la hora de invertir el presupuesto publicitario hay que hacerlo en la plataforma que mejor resultados reporte a la compañía. Los canales online cuentan con un coste más bajo que la publicidad tradicional debido a que este tipo de anuncios están exentos de impresión.
La publicidad online es capaz de alcanzar a un gran número de usuarios en todas partes del mundo, independientemente desde dónde se haya lanzado la campaña, a un precio asequible para cualquier tipo de tipo de compañía: desde las más grandes a las más pequeñas.
Las campañas transmedia son las más complejas de llevar a cabo debido a que hay que abarcar todos los canales para impactar a todo tipo de consumidores, pero también son las más efectivas. En el entorno online es posible adaptar los anuncios tradicionales de forma virtual, de tal forma que añadiendo los recursos que ofrecen las plataformas online -como, por ejemplo, códigos QR, aplicaciones, códigos promocionales, etc.- sea factible alcanzar al usuarios que no lo ha hecho la publicidad tradicional.
Como principal diferencia entre la publicidad tradicional y la publicidad online es que a través de los canales virtuales puedes segmentar al público que quieres impactar directamente con la campaña. Es necesario definir el sexo, el rango de edad, su localización y sus intereses.
La segmentación favorece que los anuncios alcancen a sus objetivos y la campaña final sea un éxito.
Una de las ventajas más considerables de la publicidad online es la posibilidad de obtener los resultados de una campaña en tiempo real. Existen infinidad de herramientas que ofrecen un análisis de los anuncios, normalmente, la propia plataforma en la que se lanza la campaña proporciona los datos acerca del funcionamiento de la misma. Las más conocidas son Google Analytics, Google Sense, Facebook Ads o Twitter Ads.
A través de estos medios, las marcas obtienen información sobre las ventas que están realizando, los clics en un enlace, el alcance, las impresiones o el nivel de interacción en la publicación. En el caso de que no esté funcionando como la empresa esperaba, las plataformas presentan la opción de editar la publicación o la segmentación de la campaña publicitaria.
El entorno virtual ofrece infinidad de posibilidades a la hora de lanzar campañas puesto que es posible incluir elementos como audio, movimiento o botones que invitan a la interacción con la marca. La publicidad online ha abierto un abanico que deja fluir la creatividad e invita a los diseñadores a realizar unos anuncios que sean capaces de alcanzar al target de la manera menos intrusiva del mercado.
Es esencial adaptar las publicaciones a los formatos pertinentes de cada plataforma para que el resultado sea óptimo y el anuncio sea agradable para el consumidor.
Las plataformas como las redes sociales, que son uno de los canales online más usados para hacer publicidad, conecta directamente a la marca con el consumidor. De tal manera que es posible conocer a los clientes, escuchar sus comentarios y aprender a cómo mejorar para que la empresa se adapte a su público objetivo.
A través del trato personalizado y la interacción constante con los usuarios, la marca construye una comunidad fiel que ha desarrollado previamente el sentimiento de pertenencia hacia la compañía. Eso permitirá que sean ellos mismos los que accedan directamente a los canales online y hagan clics en la información sobre los productos o servicios del negocio.
Internet, y especialmente las redes sociales, han fomentado otro tipo de publicidad. Se trata de dar a conocer la marca de manera indirecta entre los consumidores sin realizar ninguna venta. Las empresas lanzan publicaciones entretenidas, que hacen interactuar al usuario que está al otro lado de la pantalla y así es como la marca va haciéndose hueco en la mente del consumidor. Finalmente, cuando el cliente se encuentra en un proceso de compra, elegirá esa marca puesto que siente un vínculo emocional con ella.
Cada empresa tiene la posibilidad de optar por la publicidad que más se ajuste a su modelo de negocio dentro del escenario online. El formato es imprescindible para alcanzar al target al que está enfocado el anuncio.
Son la tipología de anuncio más común en la red. Normalmente aparecen en la parte superior o a los laterales de una página web, en sitios estratégicos de la página. La imagen suele estar en movimiento para llamar la atención del usuario y que haga clic hacia la landing web especialmente diseñada para que la persona que entre consuma el producto o el servicio publicitado por la marca.
El formato video es uno de los más consumido por los usuarios en la red. Cada año aumenta el número de espectadores de videos online, de hecho, el estudio The state online video 2018 realizado por Limelight obtiene como conclusión que, de media, las personas visualizan alrededor de 6 horas y 45 minutos de este formato a la semana.
Las plataformas más famosas de video son YouTube o Vimeo. Sin embargo, la publicidad en este formato va mucho más allá de estas webs, puede incluirse en banners, en emails o en redes sociales.
Después de despuntar en su trayectoria, diferentes estudios prevén que el video sea la estrella del contenido en la red en los próximos años puesto que tiene un gran poder de atracción, aporta dinamismo al mensaje, resulta más sencillo de entender por el consumidor e incrementa el engagement en las redes sociales.
Las redes sociales son un espacio donde los usuarios comparten publicaciones que les interesan, publican contenidos acerca de sus vidas y sobre cuestiones con las que se sienten identificados. Las más utilizadas son Facebook, Twitter, Instagram, YouTube o LinkedIn, cada una cuenta con un tipo de usuarios y tienen diferentes utilidades.
Las diferentes plataformas ponen a disposición de las empresas herramientas para que puedan potenciar sus objetivos: los más comunes son darse a conocer entre su público objetivo y vender sus productos. Las compañías publican material afín a su target y estos van aumentando el sentimiento de pertenencia a la marca. Normalmente, la publicidad va más allá de un contenido meramente comercial con el fin de conseguir fidelizar a los usuarios.
A través del correo electrónico es posible realizar una de las campañas más precisas y exitosas. Para poder hacer este tipo de publicidad, anteriormente los usuarios han cedido sus datos a la empresa para que les pueda hacer comunicaciones comerciales. Por lo tanto, son personas previamente interesadas en la marca y con mayor posibilidad de adquirir los productos o servicios.
El email marketing pone a disposición de la marca la posibilidad de realizar una publicidad personalizada, puesto que previamente conoce los hábitos del consumidor e incluso sabe cómo es su proceso de compra.
Las ventanas emergentes se utilizan en las webs para impactar al usuario con un mensaje concreto. Lo más común es que aparezcan cuando el navegante abre una web o al llegar un punto concreto del sitio online.
Para que el anuncio desaparezca, el usuario deberá darle explícitamente a una pestaña de cerrar, por lo que el impacto es certero, aunque puede resultar intrusivo para la persona que está intentando acceder a la web.
Más allá de la publicidad visual también existen las webs anunciadas en los buscadores. Son páginas optimizadas para aparecer en los primeros puestos de búsqueda con unas palabras clave concretas y habiendo hecho previamente inversión publicitaria.
El objetivo es ser el resultado principal de los buscadores, especialmente ser más visible que tu competencia. Esto es fundamental debido a que el 90% de los usuarios no pasan de la primera página de búsqueda de Google y el 30% hace clic en el primer resultado, sea cual sea.
Por otro lado, también es posible conseguir el primer puesto en los buscadores sin necesidad de pagar: mediante el SEO. Para ello es necesario que el sitio web sea de interés para los usuarios, así como útil.
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