Así puedes ahorrar en la factura de la luz de tu empresa: El CEO de Watiofy, plataforma comparadora de facturas, nos lo cuenta


Los costes de la electricidad en España son elevados. No es ningún secreto que a los contribuyentes nos cuesta más pagar la luz en comparación con la mayoría de los países de nuestro entorno.

¿Por qué se produce este escenario? Principalmente, porque la fijación del precio de la luz está excesivamente regulada. La factura tiene tres componentes: el coste de la energía, los costes regulados y los impuestos. La repercusión del coste de la energía en la factura de la luz en España representa solo entre el 30-40%, y el resto son costes regulados e impuestos.

Según explica Arturo Cardenal, CEO de Watiofy, comparadora de facturas, el establecimiento del precio de la energía en el mercado mayorista “está también sujeto a cierta regulación que tiene un importante margen de mejora”. Los costes regulados incluyen conceptos que poco tienen que ver con los costes reales de producción y distribución de la energía hasta nuestra vivienda o empresa y “pagamos más impuestos sobre la energía que en la compra de artículos de lujo”.

Por tanto, si somos empresarios o autónomos y tenemos una pyme o compañía, la cuestión es de qué manera podemos ahorrar teniendo en cuenta todo este escenario tan complejo.

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Transparencia y mejora de la situación

En primer lugar, hay que comenzar desde un punto inicial que va directamente a la Administración. ¿Qué se puede hacer para que pueda haber un cambio de esquema y que repercuta en las facturas eléctricas que pagas con tu empresa?

Como se ha señalado anteriormente, el precio de la energía está excesivamente intervenido, por tanto, tal y como expone Cardenal, el Estado puede hacer mucho para “reducir el coste de la factura energética”. Está claro que cualquier medida que tome, según su punto de vista, “va a pisar algún callo”, tanto dentro de la propia Administración como con los agentes del mercado.

Entre estas medidas hay una muy evidente para Cardenal y que “solo” tendría como agente perjudicado al Ministerio de Hacienda y que es “rebajar la carga tributaria que soporta la energía”. Con que esta sea menor que lo que pagamos por comprar un artículo de lujo, “sería suficiente”, destaca. Actualmente pagamos un 5% del Impuesto Eléctrico y el 21% de IVA.

El experto ahonda en que tenemos ejemplos cercanos y recientes de que si se quiere “se puede hacer”. Por ejemplo, en junio, Portugal ha reducido el IVA de forma considerable a casi el 50% de los consumidores domésticos, y sin ir tan lejos, en Canarias, el IGIC que grava la energía es el 0%. En Ceuta y Melilla el IPSI es el 1%.

El importe neto de lo que pagamos es fácil de ver en la factura, lo que es complicado es entender los conceptos que nos facturan. En la misma hay que diferenciar cuatro partidas a tener en cuenta, destaca Cardenal:

Por un lado, el término de potencia o potencia contratada sería el equivalente al “ancho de banda”. Es una partida fija que pagamos independientemente de que tengamos consumo o no, por lo que es importante optimizar la potencia contratada de nuestra vivienda o empresa. Las unidades de potencia son en kW y el precio en €/kW y día o €/kW y año.

Por otra parte, necesitamos entender el término de energía o consumo, que es un coste variable: pagamos en función de lo que consumimos en kWh y el precio es en €/kWh.

Por último, servicios y otros. Cardenal dice que aquí nos encontramos el con alquiler del contador de medida que es un “coste obligatorio”, pero también nos podemos encontrar “servicios adicionales como servicios de mantenimiento o seguros de asistencia”. En este sentido, hay que tener “mucho ojo”, puesto que muchas veces son servicios que “no utilizamos y no es algo que sea obligatorio tener contratado”.

Es muy importante que vigilemos los precios, la potencia contratada y si tenemos servicios contratados que no utilizamos. Teniendo en cuenta todas estas variables, podemos comenzar a ahorrar con el pago de la electricidad.

El objetivo de reducir nuestra factura: ¿Cómo?

El CEO de Watiofy lo tiene absolutamente claro: reducir la factura de la luz “siempre es posible y en la mayoría de los casos de una forma muy importante y con coste cero”, por lo que el primer consejo que da siempre es el de “revisar la factura y comparar con las ofertas que hay en el mercado”.

En esto “Watiofy está especializado”, agrega, puesto que ayuda al consumidor “a analizar su factura, definir su perfil de consumo, encontrar la mejor oferta” y, por último, le ayuda “en las gestiones de cambio de compañía o condiciones del contrato como puede ser modificar la potencia contratada”.

Teniendo en cuenta que muchos consumidores no han revisado nunca sus facturas y que ahora mismo entre la oferta más barata y más cara para un mismo tipo de tarifas hay diferencias de hasta el 30% nos encontramos con “muchas sorpresas muy desagradables, y que no ayudan a mejorar la imagen del sector”, asevera Cardenal.

Luego hay otro tipo de medidas interesantes que requieren cierta inversión y que acaban por amortizarse en poco tiempo, como “la utilización de iluminación con tecnología LED”, ejemplifica Cardenal.

Otras opciones, que requieren más inversión, las podemos acometer a medida que necesitemos hacer reformas en el caso de mejoras de aislamientos o necesitemos la reposición de equipamiento como pueden ser “los equipos de climatización, donde la tecnología ha evolucionado mucho en los últimos 10 años”, recomienda.

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Más trucos a nuestro alcance

Si tenemos un negocio, la limitación que existe para acceder a las tarifas reguladas es el término de potencia. Las tarifas reguladas son para potencias contratadas hasta 10 kW, por lo que si necesitamos más potencia -que es muy común en las empresas- tendremos que irnos directamente al mercado libre, comienza analizando Cardenal.

Si no necesitamos tanta potencia, las tarifas reguladas son “una opción”, pero, dado que son de precio variable, “es difícil prever la evolución del precio, aunque para algunos perfiles de consumo puede ser una opción a valorar”.

Otra característica de las tarifas reguladas es que no tienen acceso a ser de origen renovable, que para algunos es “un factor de decisión”.

Además, en el caso de las empresas, al margen de hacer una comparación de precios, tiene mucha incidencia la potencia contratada, por lo que tener una mayor optimización “es clave”, desde el punto de vista de Cardenal.

En el caso de las tarifas más habituales en pymes, las del tipo 3.0A y 3.1ª. Fijándonos en la factura, si la potencia facturada coincide siempre con la potencia contratada, puede ser que podamos reducir la potencia. Si, por el contrario, vemos que la potencia facturada es con bastante frecuencia superior a la potencia contratada, deberemos aumentar la potencia contratada en alguno de los periodos.

Cómo se puede ayudar a las empresas

Hay un trabajo muy importante que hacer por parte de todos los agentes que intervienen en el mercado y que tiene que ver con realizar un esfuerzo importante para hablar el mismo “idioma” que el consumidor.

Hasta hace bien poco en el sector, la experiencia del usuario no entraba en sus planes, algo que está cambiando sobre todo de la mano de nuevas compañías que vienen con una orientación hacia el consumidor en términos de cliente, algo que, aunque parezca mentira, “es novedoso en el sector”, dice Cardenal.

A este respecto el máximo responsable de Watiofy expone que apuestan por generar contenido útil, ameno y entendible, sobre todo, en relación “con la factura de la luz para que el usuario pueda perder el miedo a observarla con detenimiento”.

Por otro lado, ponen a disposición de empresas un comparador de tarifas, con el que “el usuario, a partir de una foto o subiendo un archivo a nuestro sistema, puede encontrar y comparar diferentes tarifas que se adaptan a su perfil de consumo”. Así podrá ahorrar “en el largo plazo”.

Otra posibilidad es la mejora de los contadores inteligentes, que ahora no están funcionando. Según Cardenal, hay dos causas por las que esto no se está produciendo. En primer lugar, por el “desconocimiento del consumidor”, sea particular o empresa, de que puede acceder -y de forma gratuita- a las “lecturas de su contador”.

En segundo lugar, tiene que ver en cómo nos muestran la información, la cual es “muy compleja para el consumidor”. Asimismo, no todas las distribuidoras dan acceso a la misma acerca del consumo, como son las lecturas de “potencia demandada”.

La implantación de estos contadores para energía eléctrica se puede decir que está prácticamente finalizado. Con todo, para los suministros de gas queda “un largo recorrido”.

El CEO de la citada empresa afirma que están trabajando en una solución que pueda ayudar al usuario o empresa a aprovechar la información que ya está accesible de su contador de energía eléctrica, que espera que en los próximos meses se pueda “poner en marcha”.

Los suministros energéticos son los servicios peor valorados por los consumidores. El 19% de los consumidores está poco o nada satisfecho con el suministro eléctrico y la principal causa que señalan es el precio, según podemos constatar en la última encuesta del “Panel de Hogares” de la CNMC.

Por tanto, la manera de la que se puede ayudar a mejorar esta percepción es bastante clara: un comparador de tarifas, que “permite que el consumidor pueda ver de una forma entendible y objetiva las diferentes ofertas que están disponibles en el mercado”, y lo que es más importante, que “se ajusten a nuestro perfil de consumo”, describe Cardenal.

En la actualidad, hay más de 60 compañías con más de 500 tarifas ofreciendo su oferta a hogares y empresas.

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Desafíos y retos para el futuro

Una vez conocemos ya qué herramientas nos pueden facilitar el ahorro, el siguiente paso es ver qué es lo que está por venir. Cardenal asegura que definitivamente estamos en “manos del gobierno” que salga electo, al igual que de los “costes regulados e impuestos”.

Estos son los componentes que marcan el nivel de precios de nuestra factura energética. Por ello, estos son los que tienen en sus manos “la competitividad energética de nuestras empresas”, aunque por ahora no vislumbra “interés real en que esto ocurra”.

Lo que considera más claro, es que el consumo eléctrico tendrá cada vez más protagonismo “en nuestras empresas”. Especialmente, debido a la movilidad eléctrica, a las nuevas normativas de eficiencia energética en climatización, el autoconsumo y la generación distribuida”. Estos son elementos en pleno auge que “influirán notablemente en este cambio”.

De esta manera, en la actualidad, no son pocos los desafíos a los que se enfrenta el sector. Sobre la mesa hay una transformación radical del mercado energético, hay varios frentes abiertos. Pero, desde su punto de vista, quizás hay dos aspectos que están más a pie de calle, que son “la movilidad eléctrica y todo lo relacionado con el autoconsumo doméstico”.

La primera de todas tendrá una implantación “mucho más rápida de lo que los gobiernos prometen”. El mercado acabará arrollando estas previsiones, pero hay desafíos importantes a tener en cuenta no solo relacionados con la “tecnología de los vehículos”.

Respecto al autoconsumo, hay un gran movimiento por parte de todos los agentes del mercado, gracias a los cambios introducidos desde octubre pasado por el actual gobierno en funciones.

Sin embargo, todavía estamos lejos de tener un marco definitivo y estable para un correcto desarrollo del mercado. Quedan por reglamentar aspectos que tienen que ver, por ejemplo, con el autoconsumo compartido que serán fundamentales del autoconsumo en España debido “a nuestra especial casuística, por ejemplo, la relacionada con las características de nuestras viviendas, donde el 70% de ellas son en bloques de pisos, a diferencia con lo que pesa en gran parte de Europa”, analiza Cardenal.