Lo difícil no es crecer, sino mantenerse. Si todo va bien, llega un momento en el que toda empresa tiene que plantearse cómo escalar sin perder la esencia inicial con la que despegó tu negocio.
El crecimiento es un objetivo común a todas las personas que deciden emprender un negocio, aunque plantea distintos compromisos relacionados con la esencia de marca y la identidad de la empresa.
Para ello hay que tener muy claro la definición del alma del negocio. Algo que se debería haber gestionado al inicio del emprendimiento ya que marcará las bases de todos los pasos que demos en la empresa.
La creación de un manual de identidad corporativa es un paso de vital importancia para poder tomar las decisiones más adecuadas para tu negocio según el momento.
En este documento se definirán de forma detallada todos los aspectos relacionados con la marca como el logo, los colores o las fuentes que se van a utilizar.
Gracias a tener este manual la comunicación se hará de forma más coherente y coordinada. Además, hará que los usuarios puedan identificar esta empresa frente a otras.
A estos datos hay añadir la forma de comunicarnos con los clientes. Bien sea el servicio de atención al cliente o las políticas de devolución, aspectos que te permitirán conectar más fácilmente con los clientes.
En un mercado globalizado y digitalizado como el existe actualmente es importante que encuentres los puntos que te diferencian para mejorar tu posicionamiento y hacer que el cliente te prefiera frente a otras empresas.
Es el conjunto de elementos y valores que guían las decisiones que se toman dentro de una empresa, tanto de forma interna como externa.
Son elementos que no solo deben estar en el manual de identidad corporativa, sino que realmente la empresa debe sentirse en sintonía con ellos y que se reflejen en sus prácticas diarias.
Son también una herramienta para atraer empleados, ya que habrá muchos trabajadores que se sientan identificados con la cultura empresarial, siendo esta uno de los motivos principales para no cambiar de trabajo.
Lo mismo ocurre con los clientes, los valores pueden ser los que te diferencien del mercado. En ocasiones el público prefiere pagar más por un producto o servicio si se siente identificado con los valores de la marca, por ejemplo, sostenibilidad o igualdad.
Para conocer tu esencia debes no solo plantear tus valores y objetivos sino hacer que todos y cada uno de los trabajadores de la empresa conozcan tu esencia y la implementen.
Deberás evaluar tus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas para tener una visión clara del entorno de la empresa y facilitar así los cambios y desafíos futuros.
Aunque este sea uno de los grandes objetivos dentro de una empresa, puede dar grandes quebraderos de cabeza al emprendedor si no se ha planteado cómo se va a ir desarrollando ese crecimiento.
Puede ocurrir que en la empresa se de la “paradoja del crecimiento”, un concepto que explica cómo a pesar de ser algo bueno, el crecimiento puede volver las cosas dentro de la empresa más difíciles y complicadas.
Esto ocurre si antes no se ha planteado la forma en que se quiere escalar. Sin una buena planificación el crecimiento puede convertirse en una pesadilla que ponga en riesgo la estabilidad económica de tu negocio.
El crecimiento rápido y poco planificado se puede traducir en un equipo sobrecargado, falta de infraestructura o pérdida del enfoque.
Al enfocarse solo en aumentar ventas o expandirse, muchas empresas descuidan la atención al cliente. Esto puede generar frustración, pérdida de confianza y una caída en la lealtad que te puede hacer perder al cliente. Mantener una experiencia consistente y satisfactoria debe ser prioridad.
Especialmente relevante el caso de las compras online en las que puede ser más complicado conseguir una cercanía con el cliente y transmitirle la esencia de tu negocio.
Se requiere que, aunque el proceso esté automatizado, el cliente quede satisfecho y pueda conocer los valores de la empresa. Por lo que tenemos que cuidar todos los canales de comunicación que tengamos activos.
Se puede también mejorar el proceso de compra añadiendo una nota de agradecimiento o algún detalle para mejorar más aún la experiencia del cliente.
Al escalar rápidamente, se incorporan nuevos empleados, procesos o estructuras sin preservar los valores, prácticas y esencia que dieron origen al negocio. Si no se gestiona intencionalmente, la cultura original se debilita y se convierte en un obstáculo.
Para prevenir los riesgos asociados a un crecimiento desmedido, las empresas deben implementar una estrategia de expansión que esté fundamentada en la sostenibilidad y una planificación cuidadosa.
Fundamental para crecer sin perder la esencia de la empresa. Cuando un negocio crece es fácil desviarse y tomar decisiones que comprometan la identidad inicial.
La misión y la visión deben servir como una brújula que oriente a la empresa en cada etapa de la expansión.
Además, comunicar consistentemente la misión y visión a todo el equipo, incluidos socios, clientes y aliados, ayuda a alinear esfuerzos, tomar decisiones coherentes y preservar la cultura organizacional, incluso a medida que el negocio crece en tamaño y alcance.
Incluyen el liderazgo, la comunicación interna, la selección de personal, la evaluación del desempeño y la formación, todos alineados con los valores de la organización.
Estos mecanismos modelan comportamientos, fortalecen la identidad compartida y fomentan la coherencia entre lo que la empresa dice y hace.
Además, los rituales, símbolos y procesos de toma de decisiones contribuyen a consolidar una cultura viva y auténtica. Cuando estos sistemas están bien integrados, la cultura se vuelve un motor real del desempeño organizacional.
Busca incorporar personas que no solo cumplan con los requisitos técnicos del puesto, sino que también compartan la filosofía y principios de la empresa. Este enfoque fortalece la cultura organizacional desde el inicio.
Evaluar actitudes, motivaciones y afinidad cultural durante el proceso de selección permite construir equipos más sólidos y alineados con la identidad de la organización.
Fomenta relaciones genuinas, comunicación abierta en torno a la esencia del negocio y un ambiente de confianza entre líderes y colaboradores. Esta cercanía refuerza el sentido de pertenencia, facilita la colaboración y permite detectar necesidades o inquietudes a tiempo.
Promueve una cultura más humana y comprometida, donde las personas se sienten escuchadas y valoradas.
Significa mantener una comunicación abierta y receptiva con el equipo para identificar oportunidades de mejora, sin perder de vista los valores y objetivos fundamentales de la empresa.
Este equilibrio permite adaptarse a cambios y feedback, mientras se conserva la coherencia cultural y estratégica. Así, la organización evoluciona de forma consciente y alineada con su identidad, sin miedo a perder la esencia inicial con la que arrancó el proyecto.
Prestar atención para hacer ajustes sin desviarse implica mantener un diálogo fluido y abierto con el equipo, con el fin de detectar áreas donde se pueda escalar, sin alejarse de los principios y metas esenciales de la compañía.
Este balance facilita la adaptación ante cambios y retroalimentación, garantizando al mismo tiempo la coherencia en la cultura y la estrategia. De este modo, la empresa crece de manera consciente y en sintonía con su esencia.
En Yoigo Empresas y Negocios te acompañamos para que puedas crecer sin problemas. Si quieres más información o si tienes preguntas, visita nuestra web o llámanos al 900 622 500 y deja que te ayudemos.