¿En qué consiste la Ley de Startups?: claves y beneficios


Las empresas nuevas digitales se han encontrado hasta hace muy poco desprovistas de un marco legal concreto que se ajuste a sus necesidades. Sin embargo, hace dos años el Gobierno se determinó por lanzar la Ley de Startups. ¿En qué consiste y cómo afecta a estas empresas?

El Ministerio de Economía y empresa tuvo claro la puesta en marcha primero del anteproyecto de la Ley de Startups, y después de la propia normativa en España para ajustarse a la nueva realidad en el tejido empresarial español.

Las líneas de la propuesta del texto definen perfectamente las intenciones: “la legislación busca el potencial global de sus modelos de negocio, su fuerte vocación innovadora y las especificidades de sus necesidades de financiación durante las primeras etapas de vida de los proyectos”.

¿Qué es la Ley de Startups?

La nueva Ley de Startups tiene la finalidad de la creación de un marco legal para el emprendimiento tecnológico, generando la flexibilidad necesaria dentro de ecosistema de la innovación.

El interés de este texto es que España tuviera una normativa adaptada a la nueva realidad de dichas empresas. Es decir, que distingue entre lo que es una pyme y el lanzamiento de una firma del sector de la tecnología.

Pero el anteproyecto de ley de startups —que ya ha cumplido más de dos años, aunque aún no se ha puesto en funcionamiento— llegó a estar meses en fase de consulta pública sin ningún resultado. Se preveía que comenzase su aprobación en diciembre del pasado ejercicio y todavía no se han hecho avances al respecto.

Sin embargo, todo apunta a que en los últimos retazos del 2021 el ecosistema startup empezará a ver luz al final del túnel.

El marco legislativo entra dentro del plan España Nación Emprendedora, una serie de medidas que pretende impulsar el Gobierno para el desarrollo digital en nuestro país y de las que 50 de ellas están destinadas a las empresas tecnológicas de nuevo lanzamiento.

La meta de la nueva Ley de Startups no es otra que acelerar el crecimiento de las inversiones y situar a España a la altura de países líderes en el sector, como pueden ser Francia o Alemania.

Por eso, muchos economistas esperan que esta nueva normativa tenga la capacidad de abordar las necesidades concretas del entramado emprendedor español y cumpla su cometido a la hora de hacerlo crecer de manera importante.

¿Cuáles son las novedades Ley de Startups con respecto a la legislación que está vigente?

A pesar de que el anteproyecto al completo aún no se ha hecho público, las novedades que trae consigo la Ley de Startups es el pago de menos impuestos y la reducción de trámites burocráticos.

En la actualidad, la actividad de las startups está sujeta a leyes de naturaleza mercantil o tributaria que no tienen en cuenta las particularidades de estos nuevos modelos de negocio e imponen requisitos excesivamente gravosos para las iniciativas innovadoras.

Con el anteproyecto de Ley de Startups, el ejecutivo quiere regular y flexibilizar todas las actividades que las empresas emergentes tienen que llevar a cabo con la Administración a lo largo de su ciclo vital. Especialmente, durante sus primeras fases, puesto que los inicios siempre resultan más complicados.

Nos referimos a la gran cantidad de trámites que conlleva el desarrollo de una empresa innovadora de reciente creación y que la penalizan con respecto a otras pymes en aspectos como la fiscalidad o el trámite de visados cuya regulación contempla el anteproyecto.

El propio Gobierno señalaba en el borrador que este marco, “busca estimular la inversión y la atracción de talento, favorecer la colaboración entre pymes, grandes compañías y empresas emergentes, impulsar la I+D+i, también en la Administración mediante compra pública innovadora, y fomentar la colaboración de las empresas emergentes y los emprendedores con las Universidades y centros de investigación”.

El objetivo de una menor burocracia

Efectivamente, uno de los mayores problemas de las startups es la excesiva burocratización de los procesos administrativos.

De ahí a que la pretensión sea la de eliminar la obligación de efectuar pagos fraccionados del impuesto de sociedades y del impuesto sobre la renta de no residentes en los dos años posteriores a aquel en el que la base imponible haya sido positiva.

Por otro lado, también se suprime el requisito de tener el NIE para los inversores no residentes e imponiendo sólo que tanto ellos como sus representantes obtengan los números de identificación fiscal.

Teniendo en cuenta que el fracaso de una startup debe aceptarse como un hecho normal, también se agilizarán los trámites para el cese de actividad, que se podrá hacer online.

En última instancia, se hace una regulación general y básica sobre los entornos de prueba regulados basados en la experiencia del sandbox del sector financiero. Así, la Ley de Startups busca la promoción de crear entornos controlados, por períodos limitados de tiempo, para evaluar la utilidad, viabilidad y el impacto de innovaciones tecnológicas en las diferentes áreas de la actividad empresarial.

El impuesto de sociedades y la nueva fiscalidad con la legislación

Pero, si tiene un objetivo claro la nueva Ley de Startups es evitar lo que se conoce como la fuga de cerebros. Para ello, la pretensión es mantener el talento e inversiones. Es por eso por lo que, en el proyecto de ley, se han incorporado nuevas medidas tributarias y fiscales más atractivas.

Una de ellas es la disminución del impuesto sobre la renta de no residentes del 25% al 15% en el primer periodo en el que la base imponible sea positiva y en los tres siguientes siempre que se mantenga la calificación de “startup”.

Asimismo, este tipo de empresas también podrán solicitar el aplazamiento de la deuda tributaria del impuesto de sociedades o del impuesto sobre la renta de no residentes de 6 a 12 meses.

Por otra parte, se favorecerá a las stock options. El importe de la exención se ha elevado de 12.000 a 45.000 euros anuales en el caso de entrega de startups de acciones.

Aquellos que quieran podrán crear un régimen tributario concreto para los profesionales que teletrabajan y se han desplazado en territorio español, así como expedir un visado específico para aquellos que trabajan en el país para una empresa extranjera.

La última cuestión, y no por ello menos importante: en aras de impulsar la inversión, a través de esta Ley de Startups se ha elevado la base máxima de deducción por inversión en nuevas empresas tecnológicas, el tipo de deducción y el periodo en el que se considera de reciente creación.

El horizonte focalizado en el 2030

El objetivo que persigue la Ley de Startups y el programa España Nación Emprendedora es transformar el país “en una nación plenamente emprendedora para el 2030”.

Para conseguir este horizonte tan claro, el Gobierno ha destinado una partida de 130 millones de euros que se emplearán en establecer estrategias que impulsen la inversión, la competitividad y la atracción del talento.

Comandando el Alto Comisionado para España Nación Emprendedora está Francisco Polo quien asegura que la misión de este organismo es fortalecer el emprendimiento para crear un país mucho más competitivo e innovador que no sufra de forma tan drástica las consecuencias de una crisis económica como la que se produjo en el 2008.

Por el momento está por ver si lo conseguirá. Pero la mera presencia de una propuesta legislativa clara ya es una buena noticia para unos emprendedores que han padecido en carnes la recesión provocada por la pandemia.

Mientras tanto, desde Yoigo Negocios seguiremos a pies juntillas todo lo que deparará a este ecosistema empresarial. Si tú tampoco quieres perderte nada, entra en nuestra web o llama al 900 676 535 y equipa a tu empresa de los recursos comunicativos del futuro.