Unicornios fintech, ¿cómo está la vanguardia de la innovación?


Quien escogió el término unicornio sabía muy bien lo que hacía, y tenía un sentido del humor muy peculiar. En el mundo empresarial, un unicornio es una empresa que reúne dos condiciones: vale más de 1.000 millones de dólares (lo que en Estados Unidos se conoce como un billón) y se financia gracias a rondas de inversión, es decir, ni cotiza en bolsa ni ha surgido solo de los ahorros de sus fundadores.

¿Por qué decimos que el término no está cogido al azar y que Aileen Lee, quien acuñó el término unicornio, tenía un peculiar sentido del humor? Porque el animal que engloba a casi 500 empresas en todo el mundo (siempre según la consultora CB Insights, aunque en realidad son muchas más, pues CBI solo incluye las empresas financiadas según determinadas fórmulas de Venture Capital) es un ser mitológico.

Sabemos cómo es un unicornio, pero nunca lo hemos visto ni nunca lo veremos. Este creer-en-ello-aunque-no-lo-vea es la clase de confianza que inspiran muchos de estos unicornios empresariales.

El terreno de lo fantástico favorece la innovación

Una de las principales críticas que se hace a los unicornios (las empresas) es que sus valoraciones no son reales y que están infladas, pues muchas de estas compañías, un número enorme de ellas, no generan beneficios, sino pérdidas que ronda a ronda van cubriendo sus inversores. Hasta que se hartan y dejan de inyectar dinero.

No es casualidad que las startups (todo unicornio es una startup) tengan, de media, una vida que no llega a los dos años y medio en España, según el Barómetro del emprendimiento.

Pero algunas startups sí sobreviven y terminan por convertirse en unicornios. La receta del éxito no se conoce, pero sí hay dos ingredientes que suelen asegurar un buen plato:

  1. Contar con una fuente de financiación que no pida resultados a corto ni medio plazo
  2. Que la startup plantee una idea verdaderamente interesante que, aunque no genere beneficios, sí los prometa a futuro.

Hacia dónde van los unicornios fintech

La consultora McKinsey prevé que los próximos pasos de las compañías fintech avancen en las siguientes líneas: préstamos, tarjetas de débito, servicios financieros a bajo coste e infraestructuras tecnológicas sobre los que ejecutar todo tipo de servicios bancarios en modalidad BaaS (Banking as a Service).

Es decir, superar el origen primigenio y estrictamente tecnológico de las fintech, que fue facilitar los pagos a través de Internet (o de móviles), y pasarse directamente a ofrecer servicios que hasta ahora solo ofrecían los bancos.

¿Se corresponden estas ideas globales sobre fintech con el core de los unicornios fintech que están más en boga? Veamos a qué se dedican algunos de los unicornios que se ganaron el derecho a ser llamados así en 2019:

Ripple, la respuesta de blockchain a las transferencias

Se fundó en EE. UU. en 2012 y hoy vale más de 10.000 millones de dólares. Su función es interconectar los sistemas financieros y permitir hacer transferencias monetarias de acuerdo a las ventajas de blockchain, en este caso las relacionadas con la seguridad y la trazabilidad de los datos.

¿Por qué Ripple es tan importante? Porque, al contrario de lo que sucede en muchas ocasiones con iniciativas que funcionan sobre blockchain, en este caso sí hay grandes corporaciones que han apostado por Ripple y usan la plataforma; la principal de todas ellas es el Banco Santander, que ha usado esta tecnología para crear su propia solución de pagos.

Pero la popularidad de Ripple tiene truco, pues funciona de forma contraria a uno de los principios fundacionales de blockchain: Ripple no tiene nada de plataforma descentralizada, precisamente uno de los elementos canónicos del blockchain junto con la inmutabilidad y la trazabilidad de las operaciones.

Los grandes bancos que están detrás de Ripple, y de sus rondas de financiación, han creado una plataforma cerrada que solo controlan ellos, y cuyo uso está limitado a su propia infraestructura.

Así que Ripple utiliza tecnología blockchain para realizar transferencias monetarias e intercambiar remesas y divisas de forma rápida y segura, pero solo lo hace dentro de una infraestructura cerrada que pertenece a los bancos que financian esta compañía.

Chime, el neobanco que adelanta la nómina

Que un neobanco como Chime aparezca en la camiseta del equipo de la NBA Dallas Mavericks dice mucho de hasta qué punto están los neobancos normalizados en Estados Unidos. Chime es uno de los principales y hoy, siete años después de su fundación, vale 5.800 millones de dólares.

Chime no ofrece nada muy rompedor, pero sí pequeños detalles que hacen que sea diferente a otros neobancos. En cuanto a los servicios habituales en el sector, Chime ofrece una tarjeta de débito (en asociación con VISA), una plataforma de pago y una App para controlar toda la actividad monetaria a través del móvil. Nada nuevo.

¿Dónde están las novedades? Por ejemplo, en que Chime adelanta hasta en dos días el pago de una nómina. Esta pequeña ventaja tiene su explicación si hablamos de su modelo de negocio. Prácticamente no cobra nada a sus clientes, y sus ingresos provienen de un fee que cobra a los comerciantes cuando alguien usa Chime para comprar en su establecimiento.

Así que a la entidad le interesa potenciar las compras, y de ahí que adelantar el dinero sea una forma de incentivar que sus clientes compren más y antes.

Otro punto (casi) original de Chime es el redondeo. Cuando se paga con Chime un precio que no es redondo (2,75 euros, por ejemplo), la diferencia hasta la cifra redonda (0,25 hasta llegar a los 3 euros) se ingresa en la cuenta del cliente. De nuevo, otra táctica para incentivar el uso de Chime.

Marqeta, proveedor de tecnología fintech B2B

Además de un uso discutible de la letra “q”, Marqeta también destaca porque es una compañía cuyo mercado es B2B, y no B2C, que es lo habitual. Creada en 2010 y valorada hoy en 4.300 millones de dólares, su modelo de negocio es ofrecer a compañías fintech la infraestructura tecnológica necesaria que les permita gestionar tarjetas y realizar pagos.

Más que una fintech, Marqeta es una compañía tecnológica especializada en tecnología financiera, aunque su especialización es tal que bien merece su rincón entre la división de unicornios fintech.

Además de la parte de infraestructura, Marqeta también ofrece toda una gama de funcionalidades relacionadas con big data y el análisis de datos. Ofrece el ya conocido dashboard que clasifica los ingresos y los gastos por tipo y permite ver de un vistazo el estado actual y una pequeña evolución de la situación económica personal.

Eso es lo que ofrece a los clientes de sus clientes. Pero a sus propios clientes, es decir, a las propias fintech, les ofrece una colección de funcionalidades que explica de alguna forma la popularidad de esta compañía.

Por ejemplo: su infraestructura permite cruzar datos de solvencia para hacer posible la concesión inmediata de préstamos cuando se den circunstancias particulares o también limitar los gastos si las normativas vigentes no permiten determinadas transacciones. Una serie de automatizaciones que son enormemente útiles en tiempos de cambios legislativos que afectan directamente a las operaciones financieras.

N26, un neobanco europeo que opera en España

Uno de los neobancos más famosos de Europa, fundado en 2013 bajo el nombre de Number26, entró en el exclusivo club de los unicornios fintech no hace mucho.

El neobanco alemán está valorado por encima de 3.500 millones de dólares y es la única compañía del listado de unicornios fintech decisivos del pasado año que opera directamente a clientes españoles. Aterrizó en España en 2018, después de intentarlo en 2015 sin buenos resultados.

N26 es un neobanco canónico: ofrece tarjeta de débito, pagos sin comisiones incluso en su tarjeta gratuita, una App para realizar cualquier operación y un dashboard para que el cliente sepa en qué se está gastando el dinero.

¿Por qué sigue atrayendo la atención de los inversores? Porque N26 forma parte, junto Revolut, Monese o Bunq, de la nueva ola de neobancos que están empezando a formar parte del día a día de europeos y británicos.

OVO, el penúltimo unicornio del sudeste asiático

La solución de pagos OVO es el unicornio más joven del listado. Se fundó en 2017 en Indonesia y hoy tiene una valoración de 2.900 millones de dólares. Su juventud y su localización ejemplifican a la perfección lo que está pasando en el sudeste asiático con las fintech.

Países como Tailandia, Vietnam, Malasia, Filipinas o el país fundador de OVO, Indonesia, han recibido con entusiasmo muchas de las aplicaciones de las compañías fintech, especialmente las plataformas de pago.

¿Por qué? Porque son países cuya bancarización es reducida y tanto Internet como las redes de telefonía móvil sirven para canalizar los pagos telemáticos sin tener que abrirse una cuenta en un banco.

Unicornios fintech en 2020

Entre los cinco unicornios descritos encontramos dos neobancos (Chime y N26), dos plataformas de pago (Ripple y OVO) y una compañía especializada en ofrecer infraestructuras fintech a compañías financieras (Marqeta). Aunque reducido, este podría ser un buen resumen de hacia adónde se condujo el sector el año pasado.

¿Cómo ha empezado 2020? El primer semestre de 2020 ha estado muy marcado por el COVID-19, y lo seguirá estando, a tenor del informe que publicó recientemente el banco inversor Rosenblatt Securities. En este informe se decía que alrededor del 58% de los unicornios fintech podrían contraerse hasta un 15% de media, y que esto afectaría muy notablemente a las compañías más pequeñas y dependientes de sus inversores.

Sin embargo, 2020 ya ha traído algunos nombres destacados del sector, tanto unicornios como futuros unicornios:

  • Flywire. Con un valor de 1.000 millones de dólares, esta compañía estadounidense fundada en 2011 acaba de entrar en el club de los unicornios. Su modelo de negocio son las transferencias monetarias internacionales.
  • Pine Labs. Otra compañía que acaba de llegar al club de los unicornios y eso que lleva funcionando desde 1998. Esta empresa india valorada en 1.600 millones de dólares ofrece soluciones de pago en la nube para comerciantes, brindándoles no solo la posibilidad de cobrar tarjetas de crédito y débito, sino también códigos QR y otras opciones.
  • HighRadius. Cerramos el capítulo de los unicornios más jóvenes con una compañía estadounidense creada en 2006. Su fuerte son los SaaS (Software as a Service) centrados en diversas funcionalidades útiles para fintech, algo parecido a lo que vimos antes con Marqeta. Pero en el caso de HighRadius, con un componente importante de inteligencia artificial y análisis predictivos.
  • Ualá. Fundada en 2017 en Argentina, ofrece una tarjeta prepago de Mastercard que se puede gestionar a través de una App. Ualá no es un unicornio propiamente dicho, pues su valor actual ronda los 950 millones de dólares, pero varios analistas, CB Insights incluido, dan por hecho que lo será en poco tiempo. ¿La clave? Ofrecer un canal de pago digital sin tener que pasar por un banco.
  • CRED. Esta compañía, fundada en 2019, vale hoy unos 450 millones de dólares. Su negocio se basa en ofrecer recompensas a los clientes que utilicen su tarjeta, según su propio eslogan: “The most rewarding credit card payment App ever”. No parece un modelo de negocio rompedor, pero la clave está en que CRED opera en uno de los mercados más boyantes para las fintech, India, lo que ya ha despertado alianzas interesantes, como con Airbnb.

Tanto los unicornios que más llamaron la atención durante el año pasado, fueran ya conocidos o no tanto, como los jóvenes unicornios que han empezado a brillar en lo que llevamos de 2020, todos ellos están centrados en áreas muy concretas.

Desde soluciones de pago (tanto digitales como físicas si hablamos en países poco bancarizados), a tarjetas sin abrir cuentas bancarias e infraestructuras tecnológicas para facilitar todo tipo de servicios financieros. No es algo muy rompedor.

Y tiene sentido. Incluso en un sector tan innovador como el fintech, hasta los más arriesgados inversores prefieren poner la mayoría de su capital en modelos de negocio consolidados.

Eso sí, cada uno de los unicornios y futuros unicornios descritos aquí innova en algún punto, aunque sea un poco. Si se convertirán en un nuevo Ant Financial o un Amazon bancario lo veremos con el tiempo.

Las valoraciones vertidas por nuestros expertos son opiniones de carácter particular y no representan una recomendación de inversión concreta. Para maximizar los beneficios de tu capital, te recomendamos que consultes con un especialista para que se ajuste a tus necesidades.