Las empresas son un elemento clave en la sociedad en la que vivimos y todas sus acciones tienen un impacto en el planeta, en mayor o menor escala. Muchas de las organizaciones buscan que dicho impacto sea positivo y aportar beneficios a la población.
Para ello trazan una estrategia y un plan con medidas concretas, lo que se conoce en el sector como Plan de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Según el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, la RSC es “una forma de dirigir las empresas basada en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general”.
Existen cinco principios en los que se basan todas las políticas de RSC:
1. Es necesario que cumpla la legislación nacional vigente y las normas internacionales en vigor.
2. Debe ser global y transversal a todas las áreas de negocio.
3. Adquiere unos compromisos éticos objetivos obligatorios. Además, tiene que ser coherente con la responsabilidad pública y basar en ello sus decisiones estratégicas y de negocio.
4. Es imprescindible identificar, prevenir y atenuar las posibles consecuencias adversas que se pudieran producir, es decir, deben saber gestionar los impactos.
5. Es importante que conozcan y tengan en cuenta las necesidades sociales y de los grupos de interés con el fin de generar procesos para paliarlas y, de esta manera, generar valor tanto para los accionistas, como para los grupos de interés y la sociedad en general.
Para las empresas no es obligatorio contar con un plan de Responsabilidad Social Empresarial. Aquellas que deciden implementarlo es porque quieren contribuir de forma positiva a la sociedad y porque conocen las diferentes ventajas de contar con esta estrategia.
Las compañías socialmente responsables proyectan una imagen más cercana, preocupada por el entorno y por sus clientes. La percepción por parte de los usuarios será positiva y serán más proclives a consumir sus productos o servicios.
Cuando una empresa cuenta con una buena reputación, los grupos de interés deciden confiar más en la organización a todos los niveles. Tanto socios, como clientes y proveedores se muestran a favor de estrechar la relación y el compromiso con las empresas que tienen un plan de RSC.
Una parte fundamental de la RSC es el compromiso con el cuidado del medioambiente y la concienciación sobre este punto a todos sus stakeholders. Para preservar el planeta toman medidas, sistemas y prácticas que hacen que su actividad profesional no perjudique al medio, e incluso, consiguen que sea beneficioso.
Directamente relacionado con la preservación del medioambiente, las empresas que implementan un plan de RSC ingenian medidas para reducir el consumo energético o el de papel, entre otros. Dichas medidas aumentan la productividad de los empleados al usar sistemas no contaminantes, normalmente tecnológicos, que hacen que el trabajo sea más eficiente y sostenible.
Los trabajadores se sienten atraídos por las empresas que tienen un compromiso con el planeta y con la sociedad. El hecho de desarrollar una carrera profesional en una compañía socialmente responsable hace que el empleado sienta que tiene estabilidad por el hecho de ser una organización con buena reputación.
La RSC solidifica la imagen de marca, por lo que será poco probable que sufra una crisis reputacional. Por otro lado, tampoco recibirán sanciones gubernamentales por no cumplir con la legislación vigente puesto que su política tiene como base cumplir las normas nacionales e internacionales.
Estos son puntos clave que los inversores y accionistas tienen en cuenta a la hora de aportar su capital al desarrollo de negocio de una empresa.
Todas las acciones que se engloban bajo el plan de Responsabilidad Social Corporativa aportan beneficios a la empresa de forma directa e indirecta. Para una compañía resulta esencial contar con una buena reputación porque de este hecho derivarán numerosas ventajas que harán prosperar el negocio.
Las Naciones Unidas han promovido la mayor iniciativa sostenible corporativa del mundo. Está basada en los Diez Principios que tratan de preservar los derechos humanos, trabajo, medioambiente y anticorrupción. Todas las entidades que se unan al acto tienen que aceptar y cumplir dichos principios:
1. Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los Derechos Humanos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su ámbito de influencia.
2. Las empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices en la vulneración de los Derechos Humanos.
3. Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.
4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción.
5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.
6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.
7. Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medioambiente.
8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.
9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medioambiente.
10. Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.
Actualmente hay adheridas 13.000 compañías de más de 170 países que han decidido utilizar el Pacto Mundial como marco práctico para desarrollar e implantar una estratégica de Responsabilidad Social Corporativa. Desde órgano mundial les ofrecen herramientas para llevar a cabo los principios.
Tras conocer las numerosas ventajas que tiene la política de Responsabilidad Social Corporativa para una empresa, hay que saber cómo se implementa. Para llevar a cabo un plan de RSC es recomendable seguir una serie de pasos:
En primer lugar, es necesario conocer la situación en la que se van a desarrollar las acciones correspondientes al plan de Responsabilidad Social Corporativa para que a la hora de definirlas se puedan hacer propuestas acordes a lo que la sociedad y el planeta demandan.
Hay que saber el escenario en el que se encuentra la empresa y cómo puede impactar de forma positiva a la población.
Asimismo, dominar qué plan tiene implementado la competencia, qué se ha hecho en el pasado y si ha funcionado o ha fracasado e incluso tener en cuenta algún referente de organización que esté llevando un plan de RSC ejemplar.
El segundo paso es definir la filosofía que va a adoptar la empresa de cara al cuidado del medioambiente y del bienestar social. Toda la organización debe consensuar esta forma de pensar, además de ser acorde con los valores sobre los que se edifica el negocio, para que sea una filosofía estable y duradera.
Tras realizar los dos primeros puntos, la siguiente forma de proceder es trazar unos objetivos que respondan a la cuestión de qué quiere la empresa conseguir con el plan de Responsabilidad Social Corporativa.
Es necesario que haya unos objetivos a corto, a medio y a largo plazo. Además, todos se tienen que ajustar al código de conducta definido previamente. A la hora de definirlos, hay que tener en cuenta la producción, los valores, el tipo de clientes y el perfil de los trabajadores, quienes van a actuar activamente para alcanzarlos.
Este es el paso esencial puesto que hay que proponer acciones concretas con las que alcanzar los objetivos. Las acciones pueden ser de dimensión externa o de dimensión interna e incluso es posible compaginarlas para tener una política de RSC más completa.
Las acciones de dimensión interna están relacionadas con la gestión de recursos humanos, la seguridad en el ámbito laboral, el desarrollo de los trabajadores, la calidad del ambiente de la empresas y la gestión de recursos que utiliza la empresa para llevar a cabo su actividad diaria.
Por su parte, en las acciones de dimensión externa se enmarcan las que están relacionadas con los clientes, proveedores, otras organizaciones externas o la sociedad en general.
Es necesario medir si el plan se está llevando a cabo correctamente, por si hay que tomar otra serie de medidas -o acciones- distintas a las que se hicieron al principio. Por lo que el quinto paso es marcar unos indicadores o KPIs para valorar el estado de la política de Responsabilidad Social Corporativa.
Es tan importante llevar a cabo diferentes acciones que aporten un impacto positivo en la sociedad y en el planeta, como comunicar qué se está haciendo para mostrar el compromiso con la sociedad. Este hecho está recogido en las acciones de transparencia con los que se compromete la empresa cuando decide implementar un plan de Responsabilidad Social Corporativa.
Hay que comunicar interna y externamente para aumentar la reputación de la marca de cara al público y el sentimiento de pertenencia en cuento a los trabajadores.
Hace tiempo que Yoigo quiso dar voz a proyectos que tienen como objetivo mejorar el mundo en el que vivimos. Para ello, puso en marcha la primera plataforma branded doing “Pienso, luego actúo”. Esta es una de las acciones con las que nuestra compañía pretende aportar una visión positiva sobre cómo hay hechos que pueden cambiar el plantea.
La plataforma diferencia entre tres tipos de iniciativas sociales: emprendimiento, causas y activismo. Todas ellas recogen historias de personas inspiradoras y te dan la posibilidad de unirte a proyectos que pretenden cambiar el mundo.
Mediante esta iniciativa ofrecemos la oportunidad a la audiencia para, tras ver cada una de las historias publicadas en formato de vídeo, puedan actuar a través de un botón e incentivar el impacto social positivo de cada historia: podrán solidarizarse, donar, firmar, colaborar como voluntarios... etc.
De esta manera el público no solo puede conocer las historias de los “changers”, sino actuar proactivamente para reforzar estas iniciativas y aumentar su impacto.
Desde Yoigo Negocios queremos proporcionar la mejor conexión paras las empresas para que puedan estar al corriente de las últimas novedades sobre Responsabilidad Social Corporativa. Infórmate de la tarifa que mejor se adapta a tu negocio en nuestra web y empieza a disfrutar de todas las ventajas de contar con Yoigo en tu compañía.