Las principales claves que debes saber antes de invertir en bolsa


Invertir en la bolsa de valores resulta beneficioso tanto para la parte oferente -empresas- como para la parte demandante -inversores-. Las compañías que cotizan en bolsa adquieren financiación y un incentivo de cara a mejorar su posicionamiento en el mercado. Los inversores dispondrán de mayor o menor liquidez dependiendo del valor de las acciones en el momento en el que quieran ponerlas a la venta.

El mercado de valores es el lugar idóneo para que un accionista genere una rentabilidad de sus ahorros a corto y largo plazo. Por ello, es imprescindible conocer los conceptos y actores que giran en torno a este ecosistema económico.

Las acciones

Antes de invertir en el mercado de valores, resulta imprescindible comprender el valor de una acción y los diferentes tipos que existen para que se ajusten a tus objetivos o estrategia financiera. La acción es la unidad básica de intercambio en la bolsa de valores. Es la fracción en la que se divide el capital total de una empresa.

Para que una compañía pueda cotizar en bolsa debe ser una Sociedad Anónima. En España, hay que cumplir además con un capital mínimo de 1.200.000 euros y quedar repartido entre los diferentes accionistas. Además, deben de haber más de 100 accionistas y ninguno de estos deberá poseer más del 25%.

Cuando la empresa ya ha salido a bolsa, las acciones que pueden poner a disposición de los inversores son de diferentes tipos en función de los derechos del accionista, su titularidad y su valor.

Si prestamos atención a los derechos del inversor sobre la compañía, las acciones pueden ser ordinarias o preferentes. Las primeras son aquellas que otorgan al accionista diferentes derechos como un propietario más de la compañía. Estos estarán vinculados al porcentaje de acciones que uno posea. Si, por ejemplo, adquieres el 3% de las acciones de una compañía tus derechos serán diferentes de quien posea un 20%.

Todo depende de las condiciones que establezca la compañía. La repartición de beneficios, el derecho a voto en las juntas (o asambleas) son algunas de las ventajas de las que puede disfrutar un inversor con acciones ordinarias.

Las acciones preferentes se caracterizan por, como bien indica su nombre, aportar un valor añadido a su poseedor y ofrecerle algún tipo de prioridad respecto a los propietarios de las acciones ordinarias. Una de las ventajas más características es disponer de ciertos privilegios a la hora de cobrar los dividendos en relación con otros inversores.

En lo referido a la titularidad, las participaciones pueden ser normativas o al portador. Las primeras son aquellas que llevan adscrito el nombre del propio inversor y las segundas, tal y como indica su nombre, reflejan la propiedad a partir de la transmisión del título -quien las posea físicamente-.

Y, por último, antes de invertir deberás prestar atención al valor contable de las acciones -diferente al valor nominal-. Este puede ser: sobre la par -la cotización es superior al valor nominal-, a la par -su valor nominal es equivalente al del mercado de valores- y bajo la par -su cotización es inferior al valor nominal-.

bolsa-mercado-valores-invertir

El mercado de valores

Es el punto de encuentro entre todos los actores que intervienen. Los demandantes y oferentes de capital realizan sus transacciones para obtener el máximo beneficio posible. Y, al igual que las acciones, también existen diferentes tipos de mercado en función del ciclo de vida de las acciones.

Mercado primario de valores

El mercado primario es la puesta en escena de las acciones de una compañía en el mercado secundario. Toda compañía que quiera salir a bolsa deberá hacerlo primero en este mercado a través de una OPS -oferta pública de suscripción- y de una OPV-oferta pública de venta-.

Las ofertas públicas de suscripción son aquellas acciones que se lanzan con el objetivo de ampliar el capital social de una compañía. Para hacerlo, los accionistas presentes deben renunciar a su suscripción preferente para facilitar y fomentar la participación de nuevos socios.

Por su parte, la oferta pública de venta consiste en ofrecer las acciones de una compañía al mercado en general. En este sentido y a diferencia de la OPS no hay emisión de nuevas acciones, se emiten las de uno o varios accionistas y el público general puede adquirirlas.

Estas ofertas públicas en el mercado primario pueden realizarse de cara a diferentes inversores, también denominados tramos. En este sentido existen los tramos minoristas -los pequeños inversores-, los de inversores cualificados y los tramos para empleados -a modo de retribución por sus servicios-.

Mercado secundario de valores

Cuando las acciones ya han sido emitidas previamente en el mercado primario y se quieren vender o comprar, este es el mercado financiero encargado de llevar a cabo dichas transacciones. Aquí es donde entra en juego la Bolsa de Valores, el lugar donde una adecuada gestión de la compraventa de acciones puede hacerte obtener beneficios tanto a corto como a largo plazo.

Las compañías ofrecen sus acciones al mercado y los inversores pagan por obtenerlas. El precio de estas no queda a disposición de la compañía, sino que lo decide la intermediación de la oferta y la demanda.

El nivel de demanda de las acciones de una empresa queda en manos de las especulaciones que se hagan de esta, así como de sus factores internos y externos. Por ejemplo, si se especula que una empresa puede expandirse, su valor será mayor, por lo que muchos inversores estarán atentos a adquirir sus acciones, lo que hace que el precio del activo aumente.

Los mercados de valores en España

En nuestro país, existen cuatro mercados de valores: el de Barcelona, el de Madrid, el de Valencia y el de Bilbao.

La más importante de todas ellas es la de Madrid. Actúa desde 1831 y en ella cotizan las empresas más importantes de nuestro país. Su nivel de transacción es de los más altos, lo que significa que la liquidez obtenida en esta bolsa es de las mayores. Sus normas de funcionamiento son de las más valoradas.

La Bolsa de Barcelona tiene su origen en la Antigua Lonja de Mar comenzando a actuar en 1915. Cabe destacar su especial esfuerzo por involucrar a las PYMES y la creación del Servicio de Asesoramiento para la Reestructuración de Capital. El objetivo de estas medidas es poder facilitar a las compañías más pequeñas su introducción en el mercado de valores -recordemos que el capital mínimo debe ser de 1.200.000 euros-.

Por su parte la Bolsa de Bilbao ha logrado alcanzar un alto número de contrataciones posicionándose en segundo lugar detrás del mercado madrileño. Su origen se remonta a 1890 y trabaja, además, en fomentar la financiación de los astilleros y empresas mineras de la zona.

La bolsa más joven es la de Valencia. Trabaja formalmente desde 1980 y gran parte de las compañías que cotizan en ella pertenecen al sector agropecuario.

A su vez, todas las cotizaciones en las diferentes bolsas se valoran de cara a incluirlas en un índice bursátil de referencia. El cálculo de este se basa en los precios de las diferentes cotizaciones y la rentabilidad de este -calculada en función de la variación del precio de las acciones en un periodo de tiempo-. Es una forma de valorar la evolución de una compañía.

Bajo esta premisa, las compañías que forman parte del Índice Bursátil Ibex 35, son aquellas que mejor valoración y rentabilidad tienen. Es el referente para cualquier inversor y funciona como punto de encuentro entre las mejores compañías que cotizan en las bolsas de nuestro país (Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao). Actualmente, Acciona, ACERINIX y ACS son las tres compañías que encabezan el índice bursátil.

Uno de los índices bursátiles más importantes del mundo, el Dow Jones, muestra a las compañías mejor valoradas en el continente americano. Los porcentajes de variación de las compañías que encabezan su listado son mínimos, por lo que su inversión -hasta el momento- se convierte en una de las más seguras. En este sentido, 3M Company, American Express y AT&T son las tres sociedades que encabezan el índice norteamericano.

Principales actores que debes conocer antes de invertir

Comprender el punto de encuentro y los diferentes elementos que entran en acción a la hora de invertir en la bolsa de valores es imprescindible. Conocer los diferentes actores que entran en juego es vital si lo que pretendes es ganar la partida en tus inversiones.

Emisores

En este sentido, entenderemos como emisores a aquellas compañías que hayan puesto a disposición del mercado de valores las acciones que conforman el capital total de su compañía. Estas deberán trabajar por mantener un posicionamiento positivo para que el valor de sus participaciones se mantenga, en la medida de lo posible, en alza. Normalmente, el motivo principal que las mueve es la obtención de liquidez.

Demandantes

Los inversores que destinan su dinero en la inversión de las acciones de los emisores son los demandantes. Estos pueden ser tanto personas físicas como jurídicas y su objetivo es entender las variaciones de los valores en bolsa para alcanzar el máximo beneficio de su versión inicial. En términos económicos se puede decir que poseen superávit de recursos financieros.

Intermediarios financieros

También conocidos como corredores, brokers o agentes de bolsa. Pueden ser tanto personas jurídicas como físicas y son los encargados de solventar las necesidades de los emisores y demandantes de acciones en el mercado de valores.

Asimismo, para poder ejercer estas funciones, deben cumplir con ciertos requisitos legales. El primero de ellos es que deben demostrar tener una buena solvencia económica, por lo que aquellas personas que estén endeudadas quedarán fuera de ello. También es importante que dispongan de un amplio conocimiento del sector financiero y que se hayan registrado previamente en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) -institución encargada de velar por los intereses de todos los actores-.

Estos pueden ser desde entidades de crédito, institutos de inversión colectiva, intermediarios financieros independientes hasta plataformas online especialmente enfocadas a ello. Asimismo, sus funciones también pueden variar en función de las necesidades del cliente. Pueden gestionar la emisión de una deuda, la OPV de una compañía y la intermediación de la compraventa de acciones.

Prestando atención a esto, también es importante determinar desde un primer momento cómo se quieren pagar sus servicios, ya que estos dependen en gran medida de tu inversión y los beneficios que esperes adquirir.

Tipos de comisiones que debes tener en cuenta

Existen diferentes tipos de comisiones, pero las de entidad financiera o intermediaria son las principales. Cada una debe adaptarse a tu nivel de inversión, así como los beneficios que pretendes alcanzar en ellos.

Las entidades financieras o intermediarias ofrecen tres tipos de comisiones. La primera de ellas es la de compraventa de valores, en ella deberás prestar atención a que haya un equilibrio entre el cobro del intermediario y tu inversión. Por ejemplo, si inviertes 3.000€ y la comisión es del 5% si que resulta rentable. También está la comisión de custodia por valores, esta se suele cobrar de forma mensual o anual. Y, finalmente, también encontrarás comisiones sobre el cobro de dividendos, en este sentido suelen estar vinculadas en la custodia.

Si quieres reducir lo máximo posible las comisiones, te aconsejamos que analices previamente los principales brokers del mercado, ya que pueden variar considerablemente.

Invertir en la bolsa de valores con éxito requiere conocer a la perfección todos los elementos que entran en juego. Valorar las acciones, prevenir el comportamiento del mercado y saber cómo y dónde destinar tus ahorros serán tus herramientas principales de cara a crear tu estrategia de inversión.

En Yoigo Negocios queremos que tu inversión en el mercado de valores sea un éxito. Por ello y para que puedas hacerlo con el mejor acceso a Internet, te ofrecemos la mejor conexión y tarifas del mercado. Si quieres conocerlas puedes visitar nuestra web o llamar al teléfono 900 676 535.