Cómo cumplir la Ley de Consumidores y Usuarios, paso a paso


Hace unos meses, la noticia de que un tribunal había declarado abusiva por parte de la aerolínea Ryanair la política de cobrar el equipaje de mano a sus usuarios, se viralizó.

La sentencia, se debe a que los clientes y usuarios gozan de una serie de derechos orientados a garantizar que no se lleven a cabo prácticas abusivas por parte de las empresas. Estos, están reconocidos por la Ley de Consumidores y Usuarios, que se ha ido modificando con el paso de los años.

Una de las últimas actualizaciones de esta ley fue en mayo de 2022, con la entrada en vigor del derecho a pagar en efectivo en cualquier establecimiento.

Gracias a esta legislación, los consumidores y usuarios pueden tomar acciones legales cuando consideren que una empresa está incumpliendo ciertas normas, ya sea relacionado con información, servicios postventa u otras cuestiones.

La ley general para la Defensa de Consumidores y Usuarios

El Real Decreto 1/2007, por el que se aprobó el texto refundido de la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios, es la legislación vigente que regula los derechos de los ciudadanos en materia de consumo.

Esta normativa ha sido modificada en múltiples ocasiones, en algunos casos para adaptarse a la normativa de la Unión Europea. No obstante, sigue vigente la misma ley hoy en día, aunque con algunos pequeños cambios.

Como indica literalmente la propia ley, esta norma será de aplicación a las relaciones entre consumidores o usuarios y empresarios.

En otras palabras, está destinada a proteger al consumidor de prácticas empresariales abusivas. Si una empresa niega alguno de sus derechos a un usuario o consumidor, este puede reclamarlo ante la justicia.

Esta normativa, por tanto, establece varias figuras en el sector del consumo:

  • Consumidor o usuario: son las personas físicas que actúen con un propósito ajeno a su actividad comercial, empresarial, oficio o profesión, como explica la ley. Reconoce además a las personas jurídicas que actúen sin ánimo de lucro en un sector ajeno al comercial o empresarial.

Esta figura, goza de una serie de derechos reconocidos por esta normativa.

  • Empresario: toda persona física o jurídica, privada o pública, que actúe directamente o a través de otra persona, con un propósito relacionado con su actividad comercial, empresarial, oficio o profesión.

Se trata de la figura opuesta a la del consumidor o usuario.

  • Productor: fabricante del bien o al prestador del servicio o su intermediario, o al importador del bien o servicio en el territorio de la Unión Europea, así como a cualquier persona que se presente como tal al indicar en el bien, su nombre, marca u otro signo distintivo.
  • Distribuidor: el empresario que suministra o distribuye productos en el mercado, cualquiera que sea el título o contrato en virtud del cual realice dicha distribución.

La ley incorpora también el concepto de “producto” como parte destacada en lo referente a los derechos de consumidores y usuarios.

Una vez claros los términos importantes de esta normativa, para cumplir la ley de consumidores y usuarios, deben respetarse los siguientes derechos:

Consentir la compra

El derecho a dar consentimiento expreso e inequívoco es importante, ya que en algunos casos este no queda claro, por lo que se estaría realizando un cobro al cliente sin que este lo haya autorizado, algo habitual en la venta fría telefónica. Los usuarios tienen derecho a reclamar si se produce una situación así.

Protección de datos personales

Este derecho, reconocido tanto en la Ley de Consumidores y Usuarios como en la normativa de protección de datos, obliga a las empresas en todo momento a informar sobre el tratamiento de los datos personales del cliente.

Esto incluye, además, el uso de cookies y la opción del cliente a decidir que sus datos no se utilicen para fines comerciales.

Una compra segura

Este derecho es especialmente importante durante el procedimiento de introducir cualquier tipo de dato bancario de forma online. Las empresas, tienen la obligación de contar con un protocolo de seguridad con garantías para el consumidor.

El objetivo del reconocimiento de este derecho, es que el empresario se implique para evitar que se produzcan estafas online.

Información sobre la compra

Los términos y condiciones de la compra del producto deben ponerse en conocimiento de los consumidores o usuarios en todo caso, es decir, el proceso de compra debe ser totalmente transparente. Esto incluye gastos de envío, política de devolución, fechas de entrega, etc.

Conocer la identidad del vendedor

El consumidor o usuario debe estar informado, en todo caso, de la identidad de la empresa que le está vendiendo el producto. Esto cobró especial importancia durante la pandemia, cuando el e-Commerce se disparó, y las compras por internet no eran siempre transparentes.

Recibir un pedido en 30 días como máximo

Siempre que no se especifique la fecha de entrega por parte del empresario, el plazo máximo no debe superar los 30 días. En caso de superar este periodo por causas externas, la empresa debe comunicarlo en todo caso al consumidor, o este tendrá derecho a ser compensado o a recibir el doble del precio del producto.

2 años de garantía

Este derecho se ajusta a la normativa de la venta física, por la cual el usuario tiene derecho a 24 meses de garantía del producto. El vendedor no puede apelar en ningún caso.

Desistimiento, reparación o sustitución

La ley de consumidores y usuarios reconoce el derecho a que estos desistan de su compra sin tener que justificarlo en un plazo de 14 días desde la recepción del producto. En caso de que este presente algún defecto que no tenga que ver con el uso, tienen derecho a la reparación, devolución o sustitución.

Atención personalizada

Muchos consumidores y usuarios no son conscientes de que gozan de este derecho, pero las empresas tienen la obligación de proporcionarles un servicio de atención al cliente personalizado, es decir, que atienda su caso específicamente, y por medios distintos al email. Aquí se incluyen la atención telefónica y presencial.

En Yoigo Negocios nos preocupamos por ti, como empresario, y también por tus consumidores o usuarios. Si quieres saber más, entra en nuestra web o llámanos al 900 622 500 y te resolvemos cualquier duda.