¿Quieres mejorar tu productividad en el trabajo? ¿Quieres que tus trabajadores mejoren su productividad en tu empresa? Hay muchas maneras de conseguirlo y, aunque debe ser responsabilidad de todas las partes porque los beneficios son para todos, es la compañía la principal responsable de poner en marcha las políticas necesarias para que sus trabajadores mejoren su productividad laboral y, de paso, los resultados de la empresa. En este post te proponemos algunos consejos para alcanzar los máximos objetivos con el menor empleo de recursos posible.
El término productividad es un concepto que muchas veces confundimos con el rendimiento económico en una empresa pero la productividad laboral se refiere en realidad a la eficiencia en el trabajo, no sólo de una persona sino de un equipo, de una maquinaria o en la conversión de insumos en productos útiles. Básicamente, mide la relación que existe entre la cantidad de productos obtenidos en base a los recursos utilizados para obtenerlos. Por eso, es una medida muy importante para las empresas porque proporciona numerosas ventajas -también de tipo económico- para la compañía:
La productividad laboral, como decimos, se mide al dividir la cantidad de productos o servicios producidos entre el número de recursos laborales consumidos para su producción.
Es importante medir la productividad laboral porque ayuda a la empresa en muchos aspectos:
Un buen profesional también querrá mejorar su productividad laboral, ya no sólo por los beneficios que eso pueda suponer para la empresa en la que trabaja sino también porque eso supone invertir menos tiempo en realizar determinadas tareas, proporciona cierto grado de satisfacción personal al conseguir los objetivos e incluso puede suponer un crecimiento profesional.
Por todo esto, al propio empleado le interesa mejorar su productividad y, para conseguirlo, hay ciertos aspectos en los que debe hacer incidencia.
Son sólo algunos ejemplos de cómo un empleado puede conseguir que su jornada laboral sea suficiente para llevar a cabo todas las tareas que tiene que asumir o, al menos, poder realizar el máximo de tareas con el menor empleo de recursos posible.
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo insiste en que el deporte proporciona numerosos beneficios para la productividad empresarial. Estudios como el de la multinacional norteamericana Gympass revelan que practicar ejercicio físico incrementa considerablemente la productividad de un trabajador.
Es por esto que cada vez está más presente el deporte en las empresas españolas, ya que está demostrado que se obtienen muchos beneficios para el trabajador que repercuten directamente en la compañía.
No es ya nada extraño que muchas empresas incluyan en sus propias instalaciones espacios destinados a la práctica deportiva. Para muchos trabajadores, hacer deporte por la mañana antes de entrar al trabajo es una manera de empezar la jornada con energía y buen humor, lo que repercute en su rendimiento.
El deporte es bueno para mejorar la salud, subir la autoestima, liberar tensiones, combatir el estrés y mantener activos cuerpo y mente. Además, mejora la concentración y el buen humor, lo que también influye en la productividad de un empleado.
A las empresas, por tanto, les interesa que sus trabajadores puedan combinar trabajo con deporte y, para eso, tienen que poner en marcha políticas de reciprocidad. ¿Quieres mejorar el rendimiento de tus trabajadores? Mejora su conciliación, mejora el clima laboral, mejora su espacio de trabajo, mejora la comunicación interna... ¿Será el deporte el mejor aliado para la productividad laboral? ¿A que ya te estás planteando instalar un gimnasio en tus oficinas? Seguro que sería beneficioso para todos.