Siendo autónomo en España es normal pensar: "que gran dolor de cabeza, sobre todo por el pago de la cuota mensual, el IVA, y el IRPF". Siempre es mejor hacer lo que Hacienda establece para evitar multas, piensa en esto "puedo desgravar gastos que se me estén escapando".
Es fundamental conocer qué costes puedes desgravar para optimizar tus impuestos y ahorrar dinero.
Muchos autónomos pasan por alto cosas que, con la debida justificación, son deducibles y pueden mejorar significativamente su situación fiscal.
Desde Yoigo Empresas y Negocios te compartimos 10 gastos que se te están escapando como autónomo. Vamos a verlos.
Solo deducibles si trabajas desde casa.
Uno de los gastos más desconocidos pero que puede resultar muy beneficioso es la posibilidad de deducir una parte de los costes relacionados con la vivienda, siempre que teletrabajes.
No son pocos los autónomos que cometen el error de no incluir ciertos costes por considerarlos puramente domésticos.
Estos son los más habituales:
Dado que en 2013 se eliminó la deducción por vivienda habitual, muchos autónomos no saben esto, pero es posible deducir una parte proporcional de la hipoteca o alquiler si trabajas desde casa.
Debes, no obstante, debes demostrar que ejerces tu actividad desde el domicilio, y hay una vinculación a la cantidad total de espacio utilizado, por lo que es importante hacer las comprobaciones pertinentes antes de aplicar la deducción.
Gas, electricidad, agua, y otros suministros del hogar, que también se pueden deducir en función del porcentaje de uso profesional, así como uso de teléfono e internet.
Dado que muchos autónomos utilizan su teléfono móvil personal también para el trabajo, creen que no es posible deducirse el uso, pero no es así.
El teléfono móvil es una herramienta indispensable, ya sea para comunicarte con clientes, proveedores o realizar gestiones relacionadas con tu actividad.
Como tal, se trata de un gasto que puedes deducir, por supuesto parcialmente, teniendo en cuenta el porcentaje de llamadas de trabajo que hagas y recibas.
Los gastos de transporte son otro de los aspectos que suelen pasarse por alto, por una razón similar a la anterior. Y es que, muchos autónomos, utilizan su vehículo personal para el trabajo.
Como con los gastos de móvil, puedes deducir una parte de gasolina, los peajes, aparcamientos e incluso el coste del mantenimiento.
Asimismo, son deducibles los gastos de transporte público destinados a tu actividad profesional, ya sean taxis, tickets de tren, autobús, billetes de avión, etc.
El aprendizaje continuo es esencial en la mayoría de las profesiones, y muchos autónomos invierten en cursos, seminarios, libros, o formación online para mejorar su rendimiento.
Estos gastos son completamente deducibles, aunque hay una condición muy importante: que la formación esté relacionada con tu actividad profesional. También puedes deducir los gastos en libros y materiales relacionados con tu trabajo.
Todo autónomo que quiera expandir su negocio necesita realizar acciones de marketing y publicidad. Los gastos relacionados con estas actividades son deducibles y pueden incluir:
Estos gastos pueden ser muy útiles para aumentar la visibilidad de tu actividad y, al mismo tiempo, reducir la carga fiscal.
También pueden desgravarse los gastos en seguros destinados también a la actividad profesional:
Muchísimos autónomos reciben trimestralmente las facturas de su gestoría, y no lo incluyen en los gastos. No obstante, también se trata de un gasto deducible, puesto que está directamente relacionado con la actividad profesional.
Así, puedes incluir los costes de gestores, asesores fiscales, auditorías o asesoramiento legal. Como el resto, deben ser gastos demostrables.
Si realizas viajes de trabajo, puedes desgravar los gastos de comida y alojamiento relacionados con la actividad profesional. Existen ciertas limitaciones, ya que también debe tratarse de gastos demostrables.
Pero, dada la complicación para la Agencia Tributaria que supondría comprobar gasto por gasto, establecen un límite de cantidad:
Estos gastos deben estar debidamente justificados con las facturas correspondientes.
Si has adquirido bienes de inversión para tu actividad profesional, como ordenadores, maquinaria, o vehículos, puedes deducirlos fiscalmente.
La amortización es un proceso que permite distribuir el coste de un bien a lo largo de su vida útil, y se puede deducir parte de ese valor en cada ejercicio fiscal.
Por ejemplo, si compras un ordenador para tu negocio y su vida útil es de 4 años, puedes deducir una parte del coste del ordenador cada año durante esos 4 años.
Los gastos financieros, tales como las comisiones de las cuentas bancarias vinculadas a la actividad económica, se olvidan con mucha facilidad.
Las comisiones por la gestión de la cuenta profesional, los intereses de los préstamos relacionados con la actividad o las comisiones por el uso de tarjetas profesionales también son gastos deducibles.
Es importante que las cuentas bancarias estén claramente separadas entre lo personal y lo profesional, ya que solo las comisiones y gastos relacionados con la actividad pueden incluirse.
Esperamos haberte resuelto todas las dudas. Si, como autónomo tienes más cuestiones que te preocupen, en Yoigo Empresas y Negocios ponemos a tu disposición toda la información que necesitas. Solo tienes que entrar en nuestra web o llamar al 900 622 500.