¿Qué es un laboratorio de emprendimiento?


Nadie nace sabiendo. Por eso, es una pena que se desperdicien buenas ideas de emprendimiento por no saber cómo ponerlas en marcha o por no tener la formación o los conocimientos adecuados para sacarlas adelante. Para que esos proyectos innovadores no se los lleve el viento, se han puesto en marcha los conocidos como laboratorios de emprendimiento, lugares en los que 'entrenar' para después 'salir a jugar' al mercado real. Descubre qué pueden ofrecer este tipo de espacios a los nuevos emprendedores y cuáles son todas las ventajas que para un negocio en ciernes puede suponer dejarse ayudar por iniciativas así. Si te falta iniciativa e incluso si necesitas financiación, en un laboratorio de emprendimiento encontrarás las herramientas necesarias para arreglar los problemas que surgen cuando se quiere poner en marcha un negocio.

¿Qué es un laboratorio de emprendimiento?

A veces las ideas necesitan un empujón para poder ponerlas en marcha. Muchos proyectos se quedarían en agua de borrajas si no fuera por ese último impulso que alguien nos da para llevarlos a cabo. En materia de emprendimiento, ¿cuántas buenas ideas se habrían perdido sin la ayuda necesaria para desarrollarlas? Una forma de ayudar a los nuevos emprendedores a dar ese 'salto al vacío' que supone poner en funcionamiento una empresa es a través de los llamados laboratorios de emprendimiento. ¿Pero sabes exactamente qué es eso?

Un laboratorio de emprendedores es un espacio dedicado al fomento y desarrollo de ideas. Este lugar forma parte de un programa en el que se promueven el emprendimiento y la innovación con el objetivo de impulsar y fortalecer la creación de proyectos emprendedores, además del desarrollo de soluciones a necesidades de nuestro entorno. Por tanto, este programa busca dar respuesta a problemas reales.

En un laboratorio de innovación y emprendimiento se hace networking con otros emprendedores, se trabaja con mentores especializados en cada campo para que puedan aportar ideas a los proyectos y se descubren oportunidades de negocio, entre otras ventajas. Ese continuo flujo de interacción ayuda a adquirir nuevos conocimientos que se podrán aplicar de manera práctica en el mercado actual.

También se les conoce como vivero de empresas y en estos espacios hay lugar para la formación, el crecimiento y el seguimiento de proyectos innovadores. Es en un laboratorio de emprendimiento e innovación donde surgen las llamadas startups.

¿Para qué acudir a un laboratorio de emprendimiento?

A cualquier nuevo emprendedor le cuesta al principio saber a dónde debe acudir o qué cauces debe seguir para poner en marcha su proyecto empresarial. No todo el mundo sabe los pasos necesarios que se han de dar para poder desarrollar una idea empresarial. Y ésa es una de las funciones principales de un centro de emprendimiento. Estos espacios están pensados para ayudarnos a salir adelante cuando no sabemos cómo emprender un negocio.

Muchas veces, lanzarnos solos al vacío es una locura. Son muchos los trámites previos y muy dificultosos los primeros pasos de un proyecto emprendedor como para hacerlo sin nadie que nos 'lleve de la mano'. Por eso, si estás pensando en montar una empresa, acudir a un centro de emprendedores puede ser una buena idea para ti.

En un laboratorio de emprendimiento se acoge a empresas de nueva creación y se le dan facilidades para que su incursión empresarial empiece con la menor cantidad de problemas posible.

Para empezar, una de sus grandes ventajas es que te ofrece un espacio en el que desarrollar tu actividad a un precio muy reducido (incluso gratis en algunos casos). Al menos, hasta que arranques. Durante ese tiempo (que no suele superar los dos años), se te presta asesoramiento a nivel de gestión, fiscalidad u otros aspectos técnicos que necesitarás controlar al principio. Pero hay otras ventajas también interesantes:

  • Se comparten experiencias y recursos con otros emprendedores.
  • Se incrementa la probabilidad de éxito empresarial porque se cuenta con los conocimientos necesarios y con una ayuda económica al pagar menos (o incluso nada) por usar este tipo de instalaciones.
  • Es un espacio ideal para autónomos, ya que se evitan tener que trabajar desde casa, y eso ayuda a separar el espacio personal del espacio laboral.
  • Estás rodeado de otros emprendedores, por lo que bebes de otras fuentes de inspiración para tu proyecto.
  • Puedes acudir a talleres, networking, actos relacionados con tu actividad empresarial, etc.
  • Es un buen lugar para llegar a acuerdos que pueden ser beneficiosos para tu proyecto.

Viveros de empresas y laboratorios de emprendimiento

Normalmente, este tipo de espacios están gestionados por organismos públicos (ayuntamientos, universidades, etc.), aunque también pueden formar parte de algún programa de mecenazgo de alguna empresa o de algún particular.

El primer objetivo de un laboratorio de emprendimiento es servir como centro de formación para emprendedores y eso significa que generalmente son emprendedores en etapas tempranas los que recurren a este tipo de espacios para poner en marcha sus negocios.

Esa formación que se recibe en estos espacios es fundamental para startups o negocios de nueva creación que necesitan crecer rápidamente. También es muy útil para quienes quieren emprender un negocio sin dinero, porque aquí se ponen en contacto con otros emprendedores e incluso con mecenas e inversores que pueden dar el impulso definitivo a tus ideas.

En un laboratorio de emprendimiento se encuentra apoyo para gestionar, oficinas para desarrollar tu actividad, asesoría y entrenamiento para el mercado real, una ampliación de tu red de contactos e incluso capital para poner en marcha tu proyecto.

Los laboratorios de emprendedores, aunque genéricamente se pueden conocer como viveros de empresas, se pueden diferenciar de distintas maneras:

  • Incubadoras: Cogen una idea en su fase inicial y elaboran un proyecto propio desde cero.
  • Viveros: Reciben apoyo en la fase de crecimiento de la empresa y la mayoría son de titularidad pública.
  • Aceleradoras: Ofrecen apoyo financiero para proyectos que ya están ideados.

Al fin y al cabo, todas cumplen la misma función aunque pueden prestar ayuda en fases diferentes del proceso de puesta en marcha de un proyecto empresarial. Todos son laboratorios de emprendimiento en los que se experimenta la manera de obtener el mayor éxito empresarial posible.