El crowdfunding y crowdlending son dos conceptos que han crecido bastante en los últimos años en suelo español como una de los métodos de financiación alternativa para muchas compañías.
El crowdfunding en España, de hecho, recaudó 167,029 millones de euros en 2020, según el Informe sobre Crowdfunding en España 2020. Las preguntas sobre estas posibilidades son cada vez mayores.
¿Por qué son interesantes las plataformas de crowdfunding o las plataformas de crowdlending? ¿Por qué utilizar el crowdfunding como financiación? Y, sobre todo, ¿qué es mejor?Basta con echar un vistazo a los conceptos para observar qué es lo que resulta más conveniente como empresario.
Primeramente, hay que adentrarse en el término para saber qué es el crowdfunding y, también, qué es el crowdlending.
Si tienes una empresa y acabas de empezar, seguramente, necesitarás dinero para poder crecer. Uno de los principales retos a los que se enfrentan las empresas que comienzan es el de encontrar financiación.
En muchos casos, se utilizan ahorros propios o préstamos de familiares, pero llega un momento en el que no son suficientes. En este sentido, hay alternativas de financiación alternativas que han surgido como una opción a las tradicionales: el crowdfunding y el crowdlending.
El crowdfunding se denomina también micromecenazgo y es una forma de financiación colectiva de proyectos. Puede tratarse de un proyecto empresarial, de la realización de una película, de una campaña política o de un estudio científico, por ejemplo.
De este modo, es una forma de financiar proyectos por un colectivo de personas, en la que una serie de micromecenas aportan dinero para el proyecto y, a cambio, pueden recibir una recompensa o no (por ejemplo, una participación en la empresa que lanza el proyecto).
¿Y qué es el crowdlending? Pues bien, consiste en la financiación a empresas, proyectos o a personas por numerosos inversores, en lugar de por un único o un número limitado de inversores. Es un modelo innovador que permite financiarse por la comunidad financiera sin acudir a los servicios de un banco u otra entidad financiera tradicional.
En el crowdlending, prestamista y beneficiario se ponen en contacto (normalmente mediante una plataforma digital) para establecer la bases del contrato o vínculo jurídico, determinando la cuantía, los tipos de interés y el plazo de devolución, entre otros.
Dicho de otro modo, es una forma de desintermediación bancaria. Gracias a la tecnología, con una plataforma virtual de crowdlending podemos obtener financiación. Eso sí, aunque tiene sus ventajas, no está exenta de riesgos.
Por lo general, las plataformas de crowdfunding siguen pasos tales la recepción y análisis de proyectos.
Las empresas, en el caso del crowdfunding en España, envían sus proyectos a las plataformas de crowdfunding, que suelen funcionar online. El proyecto se analiza para ver si cumple los requisitos necesarios para la plataforma.
Después llega la publicación del proyecto. En el caso en que cumpla los requisitos se publicará y se promocionará durante un tiempo determinado para obtener fondos. Más tarde, una vez finalizado el plazo se retira y se analiza la cantidad de dinero que se ha conseguido.
Por último, se entrega o no del capital obtenido. Puede ocurrir que se obtenga el 100% de la financiación. Si ocurre, el proyecto sigue adelante; si no, dependerá de las condiciones de la plataforma de crowdfunding. Puede que se devuelva el dinero a los inversores o que lo reciba el emprendedor.
Mientras, si quieres pedir un préstamo en una plataforma de crowdlending su proceso será idéntico a pedir un préstamo online.
Primero, registrarse en la plataforma de Préstamos P2P: se indicamos la finalidad, la cantidad y el plazo que queremos contratar con el crédito, se rellena el formulario online con nuestros datos personales, laborales y económicos; y después hay que esperar la aprobación del préstamo por parte de la empresa.
Para saber qué financiación es mejor de las dos hay que ver cuáles son sus diferencias. Así se podrá conocer todo para ver por qué decantarse. crowdfunding y crowdlending son dos formas de financiación muy distintas.
Con todo, podemos decir que existe una mayor similitud del crowdlending con el crowdfunding equity, por lo que compararemos algunos aspectos para saber de una manera más clara cuales son las diferencias entre ambos.
En primer lugar, hay que centrarse en el riesgo. En el crowdfunding se puede considerar muy alto, ya que solo recuperaremos nuestro dinero (sin tener en cuenta el beneficio que podemos obtener) si el proyecto en el que inviertes consigue tener éxito.
Habitualmente, este tipo de inversiones ven sus resultados en un periodo de tiempo largo, con una media de unos 5 años.
En el caso de crowdlending, el riesgo es menor ya que se reciben los pagos acordados en el tiempo acordado. Por lo que salvo que exista unos resultados muy malos del proyecto y los responsables tengan problemas reales financieros, podremos tener nuestro dinero de vuelta.
Por otro lado, los beneficios que se obtienen. El prestamista en los dos casos obtiene una buena recompensa, siempre que funcione el proyecto como se espera. En el caso del crowdlending, los beneficios están relacionados con el tipo de interés, por lo que se conoce en el momento que se establece la relación.
Pero en el caso del crowdfunding, los beneficios dependen del éxito del proyecto donde se invierta, pues realmente es una parte del accionado de este.
Asimismo, las garantías. En el caso del crowdfunding no existe garantías, el inversor debe fiarse de su intuición y análisis del proyecto para conocer la rentabilidad que le va a proporcionar.
En el crowdlending depende de las condiciones que se hayan cerrado en el inicio de la relación, con la firma del contrato, pero sí que pueden estar presentes.
Por último, hay que considerar que en este método se lleva un mejor control de cómo funciona el proyecto, pues mensualmente hay una relación entre la empresa y el inversor, aunque solo sea para el pago de la cuota correspondiente.
Mientras, en el crowdfunding, entra dentro de la voluntad de los gestores que quieran ofrecer algún tipo de información al inversor sobre la situación del proyecto.
Si se opta por dicha alternativa en cualquiera de sus modalidades, será importante tener un plan de marketing para conseguir convencer a los inversores de que el proyecto en el que se desea que se invierta, el nuestro, realmente va a dar los resultados esperados.
Por tanto, debemos pararnos a pensar como transmitir nuestro proyecto de una manera sencilla, cercana a todo el mundo, y en el caso de hablar del crowdfuding equity, debemos realizar un análisis exhaustivo de la financiación y los posibles beneficios.
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