¿Sabes qué diferencias hay entre el domicilio fiscal y el domicilio social? Si estás inmerso en el mundo de los negocios, presta mucha atención a este artículo porque vamos a aclararte todas las dudas.
Antes de crear tu propio negocio, te aconsejamos aprender a diferenciar el domicilio fiscal del domicilio fiscal. Esto te ayudará a evitar problemas o confusiones con la Administración Pública en el futuro.
Según el artículo 48 de la Ley General Tributaria, el domicilio fiscal es "el lugar de localización del obligado tributario en sus relaciones con la Administración tributaria". El obligado tributario es la empresa o sociedad que pertenece a una delegación tributaria determinada.
Por ello, los contribuyentes que residan en territorio español deberán tener un domicilio fiscal que "establezca un punto geográfico a efectos de poder relacionarse con la Administración tributaria".
El domicilio fiscal permite a Hacienda y a la Seguridad Social enviar notificaciones a la empresa, de tal forma que se facilitará el seguimiento tributario, tomando el domicilio fiscal como dirección de referencia.
Por este motivo, nada más iniciar tus actividades profesionales deberás aportar una dirección o un domicilio fiscal. Además, tiene numerosas ventajas para cualquier negocio:
Tener un domicilio fiscal dará mayor seriedad y confianza a tu empresa. Además, esto hará que tus clientes sepan dónde encontrarte en caso de querer hacerte una visita a tu negocio.
Por lo tanto, tus consumidores tendrán una percepción mucho más positiva de la marca y podrás ofrecer una mejor atención a los clientes.
Por otro lado, tener un domicilio fiscal aportará una serie de ventajas fiscales a tu negocio. En este contexto, como emprendedor o autónomo te aconsejamos diferenciar muy bien tu domicilio personal o de tu hogar de la ubicación que utilizas para desarrollar tus actividades económicas.
Entre las ventajas podemos destacar, por ejemplo, el ahorro fiscal si decides alquilar tu oficina como espacio de coworking. En este caso, podrás contabilizar como gasto deducible en el IRPF el alquiler de espacio con este fin.
Como autónomo, también puedes deducirte el 30% de gastos si declaras tu vivienda como lugar de trabajo. Asimismo, te permitirá hacer las declaraciones de los modelos 036 y 037 del IVA y solicitar tu NIF o Número de Identificación Fiscal como persona física.
Además, utilizar el domicilio fiscal para ubicar tu empresa será especialmente útil para tus clientes y proveedores, ya que deberá aparecer en todas las facturas que emitas.
Como veíamos antes, esto también aportará una mayor profesionalidad y seriedad a la hora de relacionarte con terceros y te ayudará a impulsar el crecimiento de tu negocio.
También aportará una mayor flexibilidad a la hora de gestionar tus operaciones, pues te permitirá dar servicios adicionales como atender llamadas o acudir a reuniones en tu domicilio fiscal.
El domicilio social se refiere tanto al lugar físico como online en el que una empresa u organización desarrolla sus actividades económicas. Concretamente, la Ley de Sociedades de Capital lo define como "el lugar de administración y dirección o donde radica su principal establecimiento o explotación".
En otras palabras, se trata de la sede del propietario de una empresa, donde recibe a sus clientes, proveedores o bien donde lleva a cabo toda la contabilidad de su negocio y donde llegan los suministros.
Además, nada más inscribir tu negocio en el registro mercantil, necesitarás tener un domicilio fiscal. Aquí tienes un par de consejos que te ayudarán a elegir adecuadamente la ubicación del domicilio fiscal:
Ahora que ya sabes qué son el domicilio fiscal y el domicilio social, estas son sus principales diferencias:
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