La moda de los wearables parece que no ha hecho más que comenzar y su crecimiento es bastante elevado en los últimos años. Una tendencia que, según varios estudios, va a mantenerse próximamente y que abre grandes posibilidades al sector tecnológico de cara a vivir nuevos impulsos.
Apple y otras compañías se mantienen a la cabeza de un sector que camina hacia un trampolín del que podrían beneficiarse las empresas tecnológicas durante el próximo lustro.
Si bien la demanda de wearables inteligentes (smartwatches y pulseras inteligentes) se mantuvo sólida durante la pandemia, registrando un crecimiento de ventas del 22%, con 193 millones de unidades vendidas en un mercado de casi 24.000 millones de dólares, según datos de CCS Insight, ahora la capacidad de crecimiento es incluso mayor.
La consultora pronostica un despegue de las ventas del 24% para el presente ejercicio, alcanzando los 239 millones de unidades en todo el mundo.
“Los wearables inteligentes ganaron impulso en 2020, a pesar de los problemas generados por la pandemia de la Covid-19”
“Siguiendo el pulso de otras categorías tecnológicas —como portátiles o tablets— los wearables inteligentes ganaron impulso en 2020 a pesar de los problemas generados por la pandemia de la covid-19”, señala Marina Koytcheva, vicepresidenta de pronósticos de CCS Insight.
Esto contrasta con los supuestos reyes del consumo particular. Sí, hablamos de los smartphones, que registraron una caída del 13% en la demanda mundial en 2020. ¿Por qué esa diferencia? ¿No caminan todos hacia la misma dirección?
Los confinamientos prolongados hicieron del ejercicio una parte más de la rutina diaria de millones de personas (tanto afines al deporte como novatos). El bienestar, el estado físico y el seguimiento de la actividad se convirtieron en una prioridad para muchos.
Los regímenes de ejercicios y actividades pasaron de los gimnasios a espacios al aire libre, haciendo que un smartwatch o una pulsera de actividad que rastrea pasos, distancia, frecuencia cardíaca y otras métricas de actividad, fuera más atractiva que nunca.
El informe de CCS Insight señala que los smartwatches de marcas como Apple, Samsung, Garmin, Fitbit y Amazfit fueron la opción preferida para el 60% de los que adquirieron un nuevo wearable en 2020, mientras que el 40% optó por la alternativa más simple y barata ofrecida por una pulsera de actividad.
Estos porcentajes describen a la perfección quiénes son los líderes del mercado. Así, en Apple han experimentado un crecimiento interanual de un 38,6%, llegando a enviar (shipments, no ventas como tal) un total de 41,4 millones de unidades, según datos de IDC.
Eso le ha valido a la compañía estadounidense no solo el podio del mercado sino también un 33,1% de todo el tráfico de wearables mundial. Uno de cada tres dispositivos movidos en el último trimestre estaba fabricado por la enseña de la manzana.
Acto seguido, y perdiendo la distancia lograda trimestres atrás con el tercero, encontramos a Xiaomi. Tanto los relojes como las pulseras conectadas de la marca crecieron un 26,4% en el último año, conformando un monto movido de nada menos que 17 millones de unidades.
Todo ello le vale un 13,6% del mercado, algo menos del 14,5% de 2019, y probablemente parte de la culpa la tenga Huawei si se atienden a los últimos acontecimientos que se han ido produciendo.
El gigante chino no pasa por su mejor momento en telefonía, pero sus wearables no dejan de crecer. En el último año pasaron de vender 7,3 millones de unidades a colocar 13,7 millones. Eso les ha valido para crecer un 87,2% y para hacerse con un 11% de la cuota mundial. Muy cerca, y cada vez más, de Xiaomi.
El cuarto puesto corresponde a Samsung y a sus 11,2 millones de pulseras y relojes, con un 9% del mercado.
Por último, dos marcas recogidas por tener unas cifras tan parejas que ni siquiera IDC sitúa a una por encima de la otra. Hablamos de Fitbit y de BoAt.
Ambas con 3,3 millones de unidades de wearables y con un 2,6% del mercado, aunque la primera ha encogido un 6,2% en un año mientras que la otra, casi recién llegada, ha crecido un 316,9%. Es de prever, por tanto, que Fitbit no tarde en caer del quinto puesto.
Samsung y Apple han insistido durante las llamadas con sus accionistas en la importancia de este segmento para sus ingresos trimestrales; uno en el que los usuarios están experimentando un rápido crecimiento, convirtiendo el nicho en un enfoque importante a futuro.
Si sigue así, en el futuro las personas no dependerán de un solo dispositivo inteligente, como es el smartphone o el portátil, sino que tendrán diferentes dependiendo de la actividad que están realizando.
CCS Insight prevé que esta tendencia continúe este año, y también los siguientes. Se espera que más de 1.200 millones de dispositivos estén en uso a finales de 2025, y que las ventas anuales se acerquen a los 400 millones de unidades ese ejercicio.
Leo Gebbie, analista senior de Wearables en CCS Insight asegura que "los wearables inteligentes están calando en los consumidores de todo el mundo. Hasta la fecha, este crecimiento se ha visto impulsado por el éxito aparentemente imparable del Apple Watch.
“Creemos que la próxima ola de fuerte crecimiento se verá impulsada por las marcas que logren aprovechar el gran número de propietarios de smartphones Android", continúa.
"Estos no han sido tentados por la tecnología wearable hasta ahora, aunque eso es algo que puede cambiar teniendo en cuenta las tendencias que se están produciendo”.
Según un informe de GlobalData, se va a producir un gran aumento de ventas en los wearables los próximos años y precisamente será la covid-19 su principal catalizadora.
El crecimiento se atribuye en gran medida al aumento de las características de salud y la conciencia durante la pandemia (rastrear el contacto de la enfermedad, predecir los síntomas y monitorizar a los pacientes).
“La pandemia disparó en gran medida el conocimiento de los dispositivos portátiles a medida que aumentaban sus usos prácticos”, exponen los analistas.
“Ello ha dado como resultado un aumento en la innovación de dispositivos: las empresas se apresuran a desarrollar nuevas formas de sacar provecho y ayudar a limitar la propagación del virus”, añaden.
La consultora proyecta un volumen de negocio anual de 64.000 millones de dólares en 2024, un incremento del 137% desde los 27.000 millones de dólares de 2019. Las pulseras cuantificadoras, especialmente destinadas al cuidado de la salud, serán el grupo de dispositivos más beneficiados.
“Los avances recientes están aportando valor a la atención médica, con un enfoque en el diagnóstico, tratamiento, monitoreo y prevención”, apunta el responsable del informe.
“Estas ventajas se dejan sentir en toda la cadena de valor de la atención médica, con beneficios que van desde la personalización, hasta el diagnóstico temprano, el monitoreo remoto del paciente, la medicación, las bibliotecas de información o una mejor toma de decisiones, al tiempo que se reducen los costos de la atención médica”, dice.
Empresas como Apple, que lidera el segmento con sus Watch, y otras como Samsung, están ya compitiendo en el añadido de funciones de salud y sensores de todo tipo en sus dispositivos.
Hoy ambas disponen de un amplio espectro de características. A mencionar: el monitor de frecuencia cardíaca, el seguimiento de sueño y las aplicaciones de EKG. También cuentan con un apartado cada vez más amplio de seguimiento de la actividad deportiva.
Durante los tres primeros meses del año se distribuyeron más de 100 millones de wereables; una cifra que récord por cuantía y plazo de consecución, según los datos de IDC.
Los wearables ha experimentado en el último lustro uno de los crecimientos más rápidos en las categorías de electrónica. No obstante, aún se sitúan muy por detrás de los smartphones en términos de unidades totales vendidas por trimestre o año.
Existe en la industria tecnológica un amplio consenso en torno a la creencia de que los wearables tienen todavía mucho camino por delante. Los analistas de Juniper Research pronostican que el sector de la salud puede ser su gran filón.
De acuerdo con la consultora, aquellos usados para el registro de parámetros de salud y la monitorización remota de pacientes serán los que se convertirán en elementos "imprescindibles" de la asistencia sanitaria durante los próximos 5 años.
Tanto es así que el mercado llegaría a nada menos que los 20.000 millones de dólares en 2023, y que sumaría otros 40.000 millones que facturarán los fabricantes asociados a los aparatos auxiliares o audífonos conectados.
Eso en la capa superior del sector. Si rascamos un poco, solo un poco, veremos que por debajo también se moverá mucho dinero.
Cuando los wearables estén consolidados como parte intrínseca de los tratamientos médicos, muchos proveedores de servicios se dedicarán a gestionarlos y ofrecer el tratamiento de la información necesario a los médicos o enfermeros.
La industria aseguradora tampoco se quedará fuera de este fenómeno con gran potencial económico.
Las firmas de seguros —que verán en estos dispositivos una forma perfecta de calcular el riesgo de cada sujeto y adaptar así las primas que cobran— podrían generar a su vez un negocio de 855 millones de dólares dentro de 5 años, solo por la compra de estos datos a terceros.
“La adopción de dispositivos portátiles para el cuidado de la salud, y su penetración en las instituciones médicas se verán impulsadas por mejoras en la tecnología de monitorización remota del paciente”, indican.
En ese sentido, Juniper pronostica que en 2023 los proveedores de atención médica ya estarán monitorizando a unas 5 millones de personas.
Son cifras que anticipan el gran potencial de crecimiento que tiene por delante el segmento de los wearables, y que abre la veda para poner el ojo en otros frentes digitales.
Hablamos de la inteligencia artificial, el verdadero secreto detrás del uso de los wearables. Estos mágicos algoritmos permitirán identificar de manera proactiva a las personas en riesgo antes que empeoren su condiciones médicas.
A ello añadimos una pizca de mejoras sustanciales en la precisión de estos dispositivos, y por fin tenemos el puchero listo para servir. Caliente y repleto de condimento.
Pero, como suele decir el dicho popular, “no todo el monte es orégano”. Tanto es así que Juniper Research alerta en su informe del obstáculo de adopción que seguirá representando tanto la privacidad como el consentimiento de los datos.
En cualquier caso, el segmento de los wearables tiene aún un gran recorrido por delante; es una tendencia tecnológica que aún está por consolidar. Será el tiempo el que marcará su techo. ¿Su adopción? Todavía está en el aire.