Las cláusulas que pueden salvar tu negocio (y casi nadie incluye en sus contratos)


Los contratos laborales son un tema delicado, da igual de qué tipo de acuerdo estemos hablando. Hay cláusulas importantes que casi nadie incluye, y que pueden salvar tu negocio si las partes no llegaran a ponerse de acuerdo por alguna razón.

En concreto, vamos a centrar este artículo en aquellas cláusulas que no suelen incluirse en los contratos. Normalmente, esto se debe a que se utilizan plantillas ya redactadas y no se adaptan los documentos a las situaciones particulares.

Estas son las 5 cláusulas que todo contrato debe incluir

Antes de entrar de lleno en aquellas cláusulas que pueden salvar tu negocio, vamos a comentarte cuáles son las cinco que en ningún caso deben faltar para que se considere un contrato válido.

Las cláusulas que pueden salvar tu negocio (y casi nadie incluye en sus contratos)

En ocasiones, el no incluir cualquiera de estas cuestiones puede perjudicar gravemente un negocio:

  • La identificación de ambas partes: todas las partes que estén directamente involucradas en el contrato deben estar perfectamente identificadas, o no podrá reclamarse nada en caso de incumplimiento.
  • El alcance del trabajo: es quizás la más problemática de las cláusulas pues a veces no se delimita correctamente lo que debe hacer cada parte. Las obligaciones de cada parte deben quedar perfectamente claras y delimitadas.
  • Los términos de pago: otra de las cuestiones clave es la de establecer los métodos y plazos para los pagos, ateniéndose siempre a las limitaciones legales.
  • La firma: aunque no son técnicamente una cláusula, sin firma no hay contrato válido, por lo que no debe olvidarse, especialmente en los contratos digitales.

Visto esto, pasamos a comentarte qué cláusulas pueden salvar tu negocio:

Cláusula de fuerza mayor

La situación de fuerza mayor está reconocida por el Código Civil español en su artículo 1105, pero en muchos contratos se menciona de forma vaga y sin contemplar escenarios reales actuales: pandemias, ciberataques, apagones, huelgas…

Durante la pandemia del COVID-19, muchas empresas descubrieron que su cláusula de fuerza mayor era insuficiente para suspender o renegociar contratos. Esto hizo que muchos se plantearan la necesidad de ampliar y especificar esta cláusula, para evitar problemas a futuro.

Te aconsejamos incluir en tu contrato ejemplos concretos de eventos como los que hemos mencionado, así como especificar los plazos, notificaciones previas y consecuencias en caso de sobrevenir alguna de las causas de fuerza mayor.

También es importante que la cláusula sea revisable, al menos una vez al año.

Cláusula de confidencialidad con duración extendida

Otra de las cláusulas que suele ser demasiado vaga en los contratos, es la de confidencialidad. En muchos contratos se incluye, pero no se detalla su duración, ni tampoco la información que se considera confidencial.

De esta forma, un exempleado o colaborador externo podría perjudicar tu negocio divulgando cosas de carácter sensible.

Lo ideal para evitar esta desagradable situación, es definir con precisión la información considerada confidencial, así como la duración de la cláusula tras la finalización del contrato (se aconsejan mínimo 2 años).

Es importante incluir sanciones por incumplimiento que disuadan a la otra parte de saltarse esta norma.

Cláusula de no competencia y no captación

Se trata de una cláusula especialmente importante para colaboradores y proveedores. Protege tu negocio de la competencial desleal que puedan llegar a ejercer otras personas o negocios que conozcan de cerca tu estrategia o tengan acceso a tu cartera de clientes.

Por ejemplo, imagina que tienes una clínica de estética con personal contratado. Esta cláusula impediría que un trabajador o trabajadora que deje de colaborar contigo se lleve a tu clientela ofreciéndole mejores tarifas o cualquier otro beneficio.

Gracias a esta cláusula, podrías exigir una compensación económica en caso de producirse esta situación. Es importante saber que debe limitarse tanto en tiempo como en ámbito geográfico.

Cláusula de jurisdicción y ley aplicable

La mayoría de los contratos del ámbito de los negocios, especialmente los pequeños, se redactan y se firman sin acordar qué juzgados serán competentes en caso de conflicto.

Las cláusulas que pueden salvar tu negocio (y casi nadie incluye en sus contratos)

Esto resulta muy confuso en caso de existir problemas entre las partes, especialmente cuando la empresa tiene sedes en varias provincias, o una de las partes es extranjera.

La consecuencia más habitual es acabar teniendo litigios fuera de tu jurisdicción y ámbito geográfico, que resulten especialmente caros. Por ello, debes incluir siempre una cláusula en la que se pacte claramente la jurisdicción y la ley aplicable.

Cláusula de propiedad intelectual e industrial

Muchos contratos omiten establecer de forma clara a quién pertenecen los derechos sobre desarrollos, marcas, diseños, fotografías o software creados durante una relación contractual.

Esto es muy relevante si trabajas con freelancers, agencias o socios tecnológicos, que pueden acabar quedándose con los derechos de algo pagado o creado por ti.

Por ello te aconsejamos incluir siempre una cláusula de cesión de derechos que abarque el ámbito territorial o digital y la duración.

En España, el derecho de autor se reconoce al creador automáticamente, salvo caso en contrario, algo importante si cedes tu imagen y trabajas con editores externos, por ejemplo.

Cláusula de penalización por incumplimiento parcial o cualitativo

Las consecuencias por incumplir totalmente una cláusula suelen incluirse, pero pocas veces se mencionan los incumplimientos parciales o cualitativos. ¿Qué pasa si una entrega se realiza, pero de forma tardía? ¿O si la calidad del producto acordado es deficiente?

Las cláusulas que pueden salvar tu negocio (y casi nadie incluye en sus contratos)

Te recomendamos incluir siempre este tipo de incumplimientos, lo que protegerá permitiéndote exigir indemnizaciones si el resultado de la colaboración no se adecúa a tus expectativas o necesidades. Es importante que definas muy bien el cálculo de las indemnizaciones.

Cláusula de Resolución Alternativa de Conflictos (ADR)

El sistema judicial español puede ser lento y especialmente caro. Por eso, recurrir al arbitraje o mediación puede ahorrarte tanto tiempo como dinero. Gracias a ello, evitarás procesos judiciales largos, pudiendo resolver los conflictos en cuestión de meses en lugar de años.

Eso sí, debes indicar expresamente el centro arbitral, el idioma del procedimiento, el número de mediadores y la obligación de acudir a este sistema antes de interponer demandas.

Ya sabes las cláusulas que no puedes olvidar, y ahora sólo tienes que entrar en nuestra web de Yoigo Empresas y Negocios o llamar al 900 622 500 y dejar que te informemos de todo.