Tipos de financiación para empresas: guía completa


La búsqueda de financiación es un paso fundamental en el desarrollo de cualquier empresa. Por suerte, existen numerosas opciones para financiar tu negocio, por lo que podrás elegir la alternativa que mejor se adapte a tus necesidades. Aquí te traemos una guía completa con los tipos de financiación para empresas.

Como veremos en las siguientes líneas, conocer los diferentes tipos de financiación te ayudará a tomar decisiones y alcanzar los objetivos de tu organización, ya sea a corto o largo plazo.

Tipos de financiación para empresas: guía completa

¿Financiación propia o ajena? ¿Cuál es mejor para tu negocio? Si tienes algunos conocimientos básicos sobre este tema, puede que te suenen algunos conceptos como préstamos bancarios, líneas de crédito, crowdfunding o factoring, entre otros. En este artículo te aclararemos todas las dudas.

En primer lugar, tenemos que diferenciar la financiación propia de la financiación ajena, pues cada una tiene unos objetivos muy concretos. Además, deberás cumplir con unos requisitos muy específicos en caso de que estés pensando en solicitar algún tipo de financiación en concreto.

Financiación propia: tipos y ventajas

La financiación propia, también conocida como capital propio, es el dinero que aportan los dueños o socios de una empresa para ponerla en marcha o hacerla crecer. Esto quiere decir que el dinero proviene de fuentes internas y no de préstamos externos.

Los ahorros personales o de los socios fundadores son la fuente más común de capital inicial. Su gran ventaja es que te proporcionará un control total sobre la empresa, sin intereses ni pagos mensuales.

Sin embargo, el principal inconveniente es que el capital disponible puede ser muy limitado a la hora de impulsar el crecimiento de tu empresa. De todas maneras, si acabas de abrir tu negocio y no tienes demasiados recursos, puede ser una buena opción para empezar.

Estos son los tipos de financiación propia más comunes que hay:

  • Capital social: es la aportación inicial que hacen los socios al crear la empresa, ya sea en forma de dinero, bienes o servicios.
  • Beneficios retenidos: son las ganancias que la empresa no distribuye entre los socios, sino que se utilizan como reinversión para el negocio.
  • Reservas: son fondos que la empresa acumula para hacer frente a posibles pérdidas o inversiones futuras.

Estas son las principales ventajas de la financiación propia:

  • Independencia financiera: al no depender de terceros, la empresa tiene mayor libertad para tomar decisiones.
  • Mayor control: los socios tienen un control total sobre el negocio.
  • Menor riesgo: no hay que devolver el dinero ni pagar intereses.
  • Mejora la imagen de la empresa: contar con un capital propio transmite una mayor confianza a inversores y clientes.
  • Acceso a préstamos: en caso de contar con un capital propio elevado, la empresa tendrá acceso a préstamos que le aportarán grandes beneficios.

Financiación ajena: ¿en qué se diferencia de la financiación propia?

La financiación ajena se refiere a los fondos que una empresa obtiene de fuentes externas, como bancos, inversores o proveedores. A diferencia de la financiación propia, este tipo de financiamiento implica una obligación de devolución, generalmente acompañada de intereses.

Estos son los tipos de financiación ajena más habituales:

    Préstamos bancarios

    Se trata del tipo de financiación ajena más común. Pueden ser a corto, medio o largo plazo, dependiendo de cuál sea su finalidad.

    Los préstamos bancarios a corto plazo suelen ser para cubrir necesidades relacionadas con pagos a proveedores y nóminas, mientras que los préstamos a largo plazo se utilizan para hacer grandes inversiones. Por ejemplo, si quieres expandir tu negocio a nivel internacional, te puede ayudar.

    La ventaja es que tendrás bastante flexibilidad en los plazos de pago, pudiendo elegir el que mejor se ajuste a tus necesidades. Sin embargo, tendrás que pagar intereses.

    Líneas de crédito

    Ofrecen flexibilidad para acceder a fondos cuando lo necesites. Además, solamente tendrás que pagar intereses en función de la cantidad de dinero que hayas utilizado. No obstante, deberás informarte muy bien de todos los requisitos antes de pedir una línea de crédito.

    Leasing

    Permite el uso de bienes a cambio de pagos periódicos, sin necesidad de comprarlos. Por ejemplo, un leasing puede ser el arrendamiento financiero de bienes, como vehículos de empresa. Eso sí, no debes confundir leasing financiero con renting. Aquí la clave está en el tiempo de alquiler.

    En el renting no existe una duración mínima o máxima, aunque los contratos de arrendamiento suelen estar entre 1 y 5 años. Por su parte, el leasing tiene duración mínima legal de 2 años, pudiendo extenderse hasta los 6 años.

    Factoring

    La empresa cede a una entidad especializada los derechos de cobro. Por lo tanto, si prestamos un servicio y emitimos una factura por él, venderíamos a otra entidad, normalmente un banco, el derecho a cobrar dicha factura.

    De este modo, la entidad bancaria nos adelantaría el dinero y lo cobraría después, a cambio de una comisión. Pese a que cederíamos los derechos de cobro a dicha entidad, a cambio tendríamos la ventaja de obtener dinero de forma mucho más rápida. Puede ayudarnos, por ejemplo, ante una falta de liquidez.

    Crowdfunding

    Este es un tipo de financiación colectiva a través de plataformas online. Entre sus beneficios destacan la gran visibilidad que ofrece, a la vez que consigue crear una comunidad con los usuarios que pagan dinero voluntariamente a la empresa u organización.

    Capital riesgo

    Se trata de un tipo de fondos de inversión que buscan aquellas empresas con altas probabilidades de crecimiento. Por eso, una de las grandes ventajas es que los empresarios pueden invertir mucho dinero, pese al elevado riesgo que esto supone.

    No obstante, los profesionales que utilizan el capital de riesgo suelen tener acceso a una gran red de contactos que les guían en todo lo que necesitan y ya tienen una amplia experiencia financiera. Además, la recompensa que se puede obtener es muy alta. Eso sí, esta opción debe ser valorada a largo plazo

    Business Angels

    En este caso, son los inversores privados los que aportan el capital y la experiencia. Para que lo entiendas, un Business Angel o ángel inversor es un individuo que invierte su propio capital en empresas emergentes, como startups o pymes, con alto potencial de crecimiento.

    A diferencia de los fondos de capital riesgo, los Business Angels suelen invertir menores cantidades de dinero, aunque el dinero no es lo único que ofrecen: también su experiencia y amplia red de contactos. En este sentido, este tipo de financiación es similar al capital riesgo, aunque no sea exactamente lo mismo.

    En definitiva, estas son las ventajas de la financiación ajena:

    • Acceso a mayores cantidades de dinero: permite realizar inversiones a gran escala.
    • Flexibilidad para cada tipo de negocio: existen diversas opciones de financiamiento para adaptarse a las necesidades de cada empresa.
    • Deducción de intereses: los intereses pagados por los préstamos suelen ser deducibles fiscalmente.

    Eso sí, debes considerar también algunos inconvenientes:

    • Mayor endeudamiento: aumenta el riesgo financiero de la empresa.
    • Costes financieros: los intereses y comisiones incrementan los gastos de la empresa.
    • Pérdida de control: en algunos casos, los inversores pueden exigir ciertas condiciones a la empresa que no siempre son fáciles de cumplir.

    A pesar de todo, la financiación ajena puede ser una herramienta muy valiosa para hacer crecer tu negocio, en ocasiones más que la financiación propia. Ahora bien, antes de elegir una financiación u otra debes evaluar los pros y contras de cada opción y elegir la que mejor se adapte a tu empresa.

    Por último, aquí tienes una tabla con las características esenciales de cada tipo de financiación:

    FINANCIACIÓN PROPIA

    FINANCIACIÓN AJENA

    Independencia financiera

    Gran variedad de opciones: préstamos, líneas de crédito, crowdfunding, factoring...

    Mayor control del negocio

    Acceso a mayor cantidad de dinero

    Menor riesgo de pérdidas

    Deducción de intereses

    Mejora la imagen corporativa

    Flexibilidad para empresas

    ¿No tienes claro todavía qué decisión tomar? En Yoigo Negocios te ayudaremos a decidir la alternativa que sea mejor para ti. Entra en nuestra web o llámanos al 900 622 500 y deja que te informemos.