En el mundo laboral existen contratos de todo tipo, parciales, temporales, fijos discontinuos indefinidos... Hoy te hablamos del contrato de relevo, una modalidad muy interesante para personas que anticipen parcialmente su jubilación. Vamos a explicarte todo lo que necesitas saber.
Hay muchos trabajadores deciden que no quieren perder el vínculo con su empresa. Para dar solución a esto existen modalidades laborales que ayudan a simplificar y suavizar su transición. Al igual que existen períodos de prueba y becarios, también hay contratos de relevo.
Los trabajadores tienen necesidades muy diferentes a lo largo de toda su vida laboral. Por eso este tipo de contratos son muy útiles para adaptarse a las necesidades de los empleados y de las empresas.
Hoy explicaremos todo lo que necesitas saber sobre los contratos de relevo; qué son, cómo funcionan, qué requisitos debe tener el trabajador para solicitarlo, la normativa que lo ampara y mucho más.
Un contrato de relevo es una modalidad laboral que permite que un trabajador que esté cerca de jubilarse pueda reducir su jornada de trabajo mientras otro empleado cubre el tiempo restante de su horario.
Este tipo de contratos permite a las organizaciones mantener cierta continuidad en sus operaciones, mientras que el trabajador relevado reduce su jornada laboral y el trabajador relevista cubre sus horas restantes.
El propósito de esta clase de contratos es la de hacer posible una transición efectiva, planificada y sencilla. Así se evita la pérdida de conocimientos y experiencia que haya obtenido el trabajador relevado.
En España cada vez se dan más contratos de relevo, lo que podría reflejar que esta tendencia laboral está en auge. Según los datos del SEPE, se firmaron 5.049 contratos de relevo hasta agosto de 2024.
Esto implica un aumento de 326 casos en comparación con el mismo periodo en 2023, en el que se realizaron 4.713, traduciéndose en un incremento del 6,9%.
Se está volviendo más común la situación de que profesionales que se encuentran cercanos a su edad de jubilación, no deseen abandonar por completo su empresa y busquen una transición más paulatina hacia la jubilación total.
Es cierto que tiene muchos puntos a favor, pero no por ello debemos olvidarnos de algunos matices que pueden ocasionar efectos negativos.
El empleado que opta por la jubilación parcial tiene que reducir su jornada laboral al menos un 25% y como máximo un 50% de su tiempo habitual. Aunque si se da el contrato de relevo sea de jornada completa e indefinida, la reducción de horas puede llegar hasta un 75%.
De esta forma el trabajador puede elegir la opción que prefiera, dependiendo de sus circunstancias y de las condiciones o cláusulas del contrato de relevo que se establezca. Así pasaría a cobrar un salario y parte de su pensión, facilitando la transición hacia la jubilación completa.
Además, desde 2024 se ha establecido que loa contratos de relevo deben ser indefinidos en sectores prioritarios como la industria, con el objetivo de aumentar las garantías laborales para todas las partes implicadas.
La figura del contrato de relevo está regulada por los artículos 12.6 y 12.7 del Estatuto de los Trabajadores y el Real Decreto Ley 5/2013 y tiene un doble objetivo.
Por un lado, facilita una transición suave hacia la jubilación total, y por otro lado, garantiza la continuidad laboral y la transferencia de conocimientos dentro de la empresa.
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