La sociedad de la información ha dado paso al desarrollo de la Economía del Dato, como uno de sus elementos centrales. El dato es el oro de este siglo y saber utilizar los datos para convertirlos en información útil es un proceso enormemente rentable. ¿Por qué no probar con un dashboard?
En este entorno, las empresas tienen a su disposición terabytes de datos útiles para mejorar los procesos de negocio. Todos esos datos, organizados y procesados en información de calidad son un activo de enorme valor para cualquier negocio. Y como decíamos, el dashboard es la herramienta perfecta para sacarles partido.
Un dashboard es un panel de datos conformado por gráficas que ofrecen información útil sobre una empresa y su entorno de un simple vistazo, en base a indicadores de rendimiento o KPIs (Key Performance Indicators).
La principal utilidad de esta aplicación es tener información rápida, instantánea y actualizada de primera mano sobre cómo está funcionando un negocio. Los KPIs pueden revelar diferente información relevante: de ventas online, de facturación, de rentabilidad, de tráfico orgánico a la página web, etc.
La representación gráfica de los KPIs te permite, si tienes un negocio, tener una visión global y resumida de su funcionamiento para poder tomar decisiones fundamentadas de manera rápida y eficiente.
Conocer el inventario de productos, los resultados de una campaña de publicidad en tiempo real o la facturación en cada momento son algunas de las posibilidades.
El dashboard es una herramienta de enorme utilidad para cualquier negocio, grande o pequeño. La información es poder y, con ella, las decisiones tomadas permiten a la empresa alcanzar sus objetivos de manera más eficiente. Algunas de sus principales ventajas son:
La información es poder y contar con un dashboard permite tener mucha información de primera mano y actualizada. Eso, en el equipo de ventas, permite contar con autonomía y hacer preguntas sobre cómo va el negocio que serán rápidamente respondidas con precisión.
Con un dashboard tendrás control de lo que está pasando y podrás decidir por dónde tirar de manera mucho más certera. Lo mismo ocurre con un dashboard de marketing. Después de una campaña, puedes evaluar los resultados y analizar aciertos y errores.
Los dashboard permiten crear un clima de confianza en los equipos y las empresas, una de las mejores garantías de éxito. Sin un equipo cohesionado en el que fluya la información, todo resulta mucho más difícil.
El dashboard está disponible para que todos vean, analicen y entiendan los datos relacionados con sus funciones, de manera que tienen una comprensión clara de la situación de su área y se encuentran cómodos en su entorno.
Una de las mayores ventajas de un dashboard es su capacidad de mostrar los datos de manera comprensible y clara para entender cada proceso de la empresa y cada acción puesta en marcha.
Los equipos de la empresa no tendrán que pasarse horas metiendo datos y relacionándolos. El proceso se automatiza y permite que, además de útil, sea algo sencillo y de enorme rentabilidad.
Para diseñar un dashboard para tu empresa, te damos algunos consejos que permitirán sacarle todo el partido a la herramienta:
Calidad frente a cantidad. Ya hemos visto que los datos son la materia prima de un dashboard. Sin ellos, la herramienta no tendría sentido. Es más, no podría construir ningún elemento de utilidad. Por eso, es importante que la materia prima sea de calidad.
Ten en cuenta que si los datos están mal, los gráficos y las conclusiones que puedas sacar gracias al dashboard también estarán mal. Entonces, nada tendrá sentido.
Fácil, pero no simple. Para construir un buen dashboard, su diseño debe ser sencillo: limpio y de fácil comprensión. Debe cumplir su principal objetivo, que es lanzar conclusiones comprensibles sobre cuestiones complejas y basadas en datos reales.
Para ello, es mejor disponer de pocos datos en cada gráfico y que sean claros, que montar gráficos y pantallas con decenas de datos que abruman a aquel que intente analizarlos.
Usa la jerarquía y los colores. La jerarquía y los colores son dos elementos básicos que mejoran mucho la comprensión en los elementos gráficos. La posición y el tono de los conceptos permiten mejorar la comprensión de la imagen de la que forman parte en menos tiempo y ayudan a la memoria visual.
Selecciona el gráfico adecuado en función de tus necesidades. De barras, de línea, de tarta… Existen numerosas maneras de representar datos de manera gráfica, pero cada una tiene sus fortalezas.
Por eso, antes de decidirte por una forma u otra, estudia brevemente las posibilidades de cada uno de ellos y sabrás determinar cuál es más adecuado para cada objetivo.
Por ejemplo, en el caso del gráfico de líneas, su mayor fuerte es la capacidad que tienen de mostrar una evolución, mientras que los gráficos de barras te permiten comparar entre varias franjas (que pueden ser años o cualquier otra variable).
En el caso de los mapas conceptuales, por otro lado, estos te permiten visualizar toda una situación y sus diferentes componentes de un solo vistazo, identificando las relaciones que presenta cada uno de los elementos.
Por otro lado, los gráficos de tarta permiten entender muy rápidamente cuál es la proporción que se lleva cada parte de un todo. Es una manera muy sencilla y visual de representar un reparto.
También se pueden utilizar otras variantes de estos tipos de gráfica, así como tablas en el caso de que se quiera mantener toda la información de manera detallada sin perder orden y facilidad en la visualización.
En Yoigo Negocios te damos todas las claves para que aprendas a organizar los datos de tu empresa y utilices la mejor estrategia para aumentar tus ventas. Si tienes cualquier duda, visita nuestra web o llama al 900 822 500 y estaremos encantados de ayudarte.