Muchas veces se cree que montar un negocio propio es algo que solamente puede hacer alguien con un espíritu inquebrantable de emprendedor. Pero no. Ser emprendedor y ser empresario no siempre son lo mismo. De hecho, hay algunas diferencias importantes que debes conocer.
Existen algunos hábitos y estrategias que diferencian a los empresarios de aquellos que deciden montar un negocio solos, por su propia cuenta y riesgo. En este artículo descubrimos cuáles son y te damos algunos consejos para que, sea cual sea tu decisión, lo hagas lo mejor posible.
Por un lado, el emprendedor es una persona con la capacidad de iniciar un negocio desde cero. Para ello, no solamente tiene que asumir ciertos riesgos, sino que la innovación debe ser su gran aliada en este gran desafío.
No obstante, los emprendedores son conocidos por crear nuevas ideas, productos o servicios que desafíen al mercado. Y es que, donde otros ven problemas, el emprendedor ve oportunidades. Ahí es donde, por lo general, tratará de experimentar con modelos de negocio disruptivos o innovadores.
Si bien la rentabilidad es muy importante a la hora de emprender, la creatividad y las ganas de cambio son el motor de la inmensa mayoría de emprendedores.
Por su parte, el empresario posee o gestiona una empresa ya existente, normalmente establecida, con el objetivo de conseguir beneficios a través de la administración eficiente de los recursos y el personal que tenga a su alcance, además de unos conocimientos sólidos de cómo funciona el mercado.
La maximización de los ingresos, la sostenibilidad y el crecimiento a largo plazo de la empresa son los principales objetivos del empresario. La innovación es importante, pero le interesa más seguir los pasos de otros empresarios de éxito, de establecer modelo de negocio que ya haya funcionado antes.
Ahora bien, esto es lo que diferencia a cualquier emprendedor de un empresario:
Un negocio puede basarse en cualquier sector actual sin tener que innovar. Los emprendedores, en cambio, buscan modificar o cambiar las cosas, normalmente para conseguir una mejora constatable.
Gracias a esa mejora, la mayoría de negocios emprendedores con éxito mantienen un rumbo de innovación constante. Es el motor que les guía para seguir mejorando.
A diferencia de los empresarios, los emprendedores están dispuestos a asumir mayores riesgos, especialmente en las etapas iniciales de su empresa. Esta capacidad para asumir grandes riesgos se basa en su creencia de que la innovación puede generar muchos beneficios a largo plazo.
Por eso, los emprendedores a menudo invierten en proyectos sin tener garantías de que estos puedan salir bien. Simplemente confían en su visión para conseguir que triunfen.
Los emprendedores tienden a tener una visión más orientada al corto y medio plazo, ya que su prioridad es lanzar rápidamente un producto o servicio al mercado.
Aunque algunos emprendedores eventualmente se conviertan en empresarios, muchos están más enfocados en el éxito a corto plazo y, ya después, pasarán a su siguiente proyecto.
En muchas ocasiones, la mayor crítica hacia los emprendedores es que, dado que siempre están buscando cómo mejorar competitivamente o profesionalmente, suelen llevarse el trabajo a casa.
Esta falta de horarios, relacionada en muchas ocasiones con las oportunidades constantes de trabajar en cualquier momento gracias a las nuevas tecnologías, hace socialmente complejo convivir con estas personas. Luego logran objetivos increíbles, pero el esfuerzo ha sido titánico en cuanto a dedicación.
Incluso montando un negocio tradicional, en el que no se busca la innovación y en el que se ha debido adoptar en buena medida la mayoría de rasgos tradicionales del empleo, un emprendedor marca la diferencia.
En estos casos, suele ser directamente sobre los procesos productivos, ya sea introduciendo ideas revolucionarias, mejorando la experiencia de los clientes, potenciando como nunca la relación con los proveedores… Al final, la presencia de un emprendedor hace que un trabajo completamente tradicional se actualice.
¿Ya tienes claras las diferencias entre emprendedor y empresario? Si te quedaste con alguna duda, en Yoigo Negocios estaremos encantados de resolvértela. Entra en nuestra web o llámanos al 900 622 500 y te atenderemos. ¿Listo para llevar tu marca al siguiente nivel?