Por qué nos interesa invertir cuando todo se desploma para obtener rentabilidades, según los expertos


Los inversores, ante el miedo de perder su capital, tienden a rehuir de los mercados cuando este se desploma. Esto es algo que se ha visto en innumerables crisis como en el año 2000, 2008 o ahora, en 2020 como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.

¿Interesa invertir cuando todo está en rojo? ¿Ofrece rentabilidades y valor añadido desde el punto de vista del largo plazo? Los expertos explican por qué en un esquema adverso es interesante entrar en el mercado y cuáles pueden ser, teniendo en cuenta varios factores, las principales oportunidades de inversión.

El esquema del presente importa como principal referencia

Al margen de que sea bastante importante tener la mente fría a la hora de tomar decisiones, siempre hay que centrarse en el esquema macroeconómico y bursátil que rige la actualidad, según exponen la mayoría de los expertos, para tomar decisiones de en clave emprendedora con nuestro propio dinero.

En este sentido, desde principios de marzo de 2020, y cuando se hizo patente la expansión de la pandemia del Covid-19, y la declaración de los estados de alarma en los principales países, las principales bolsas mundiales experimentaron severas correcciones.

¿Cuál va a ser el impacto que va a tener en sus resultados?, y lo que es más importante, ¿Cuál va a ser la velocidad de recuperación una vez que todo el vendaval pase?

Lo que ocurre normalmente en una ola de ventas en los mercados tan tremenda como la que se ha observado, es que todas las acciones caen, sin importar apenas en qué sector están. Y ahí está la clave, es momento de estudiar sector por sector, empresa por empresa:“¿Cuál va a ser el impacto que va a tener en sus resultados?, y lo que es más importante, ¿Cuál va a ser la velocidad de recuperación una vez que todo el vendaval pase?”, dice José Luis Cárpatos, director de inversiones de Gloversia Eafi.

Citando un ejemplo, se puede pensar en una mucha más en una rápida recuperación en sectores como el asegurador, la tecnología o el constructor, antes que en empresas relacionadas con el turismo o el sector financiero.

De este modo, un indicador importante que debemos tener en cuenta es “la disposición de las empresas de pagar los dividendos previstos, o por el contario aplazarlos o suspenderlos”, añade Cárpatos.

Se hace vital estudiar el grado de endeudamiento de las empresas y su tesorería, pues denotará un mayor músculo para salir de esta situación. Con todo, siempre, y más aún cuando se han abaratado los activos, hay “muy buenas oportunidades de inversión”, aunque se hace necesario un estudio pormenorizado de ellas, analiza el experto.

De esta manera, la crisis de demanda y la consiguiente caída de rentas y los esperables problemas de oferta de insumos posteriores en los procesos de producción no son algo nuevo; y las recetas para tratar de corregirlos tampoco.

Aun así, la “novedad” y que hace que podamos ser positivos ante una situación de desplome en los principales índices mundiales es centrarse en “los procesos productivos sanos”.

La bolsa tiende a recompensar a los inversores a largo plazo

Una vez que entendemos el escenario con el que se va a jugar el siguiente paso es ver por qué debemos inyectar nuestro dinero en un entorno que se encuentra tan agrio en el corto plazo. En esta línea, los expertos se centran en cambiar el chip como ahorradores y, ante el abaratamiento de los activos, tener unos horizontes temporales más amplios.

Si el mercado ha caído en las últimas semanas, tampoco hay que pensar que estamos ante el inicio de una tendencia a largo plazo

Es por esto por lo que desde Capital Group se preguntan si es razonable esperar una rentabilidad del 30% todos los años. La respuesta que proporcionan es nítida y es un no. “Si el mercado ha caído en las últimas semanas, tampoco hay que pensar que estamos ante el inicio de una tendencia a largo plazo”, sino que hay que mirar mucho más allá. Tener activadas las luces de largo alcance.

Tal y como describen, siempre es importante mantener una perspectiva a largo plazo, pero especialmente “cuando los mercados están en declive”. Pese a que las acciones suben y bajan a corto plazo, han tendido a recompensar a los inversores durante períodos de tiempo más largos. Incluso incluyendo los descensos.

Los expertos lo ejemplifican perfectamente con la rentabilidad media del S&P 500, índice de referencia de la bolsa estadounidense, en todos los períodos de 10 años desde 1937 hasta 2019, que fue del 10,47%. Por tanto, si tenemos paciencia, cuando todo ha caído saldremos recompensados.

Invertir

Las caídas suelen ser habituales con el paso del tiempo

Los desplomes en las bolsas no son infrecuentes y “no deberían desconcertar”, comienzan estos expertos. Con todo, cuando los inversores ven que el valor de sus inversiones disminuye, “su aversión a las pérdidas puede obligarlos a vender”. Se ha podido observar con el pánico vendedor tras la crisis del coronavirus. Así, una vez que han vendido, se mantienen “fuera del mercado”, indican desde Capital Group.

Los que se quedan al margen corren el riesgo de perder en los periodos de subidas significativas de los precios que siguen a las caídas del mercado

Siguiendo este esquema, desde la gestora comentan que eso puede “costarles caro”, ya que “los que se quedan al margen corren el riesgo de perder en los periodos de subidas significativas de los precios que siguen a las caídas del mercado”.

Incluso perder unos pocos días de negociación puede tener un coste. Una hipotética inversión de 1.000 dólares en el MSCI ACWI hecha en 2010 habría subido hasta 2.060 dólares a finales de 2019. Pero si un inversor se perdió los 30 mejores días de negociación de ese período, habría terminado con un 99% menos.

En lo que respecta a la renta fija, después de un siglo de economías financieras desarrolladas, casi todo está ya visto en los mercados financieros. Pero también, para recuperar su interés, “la economía, y más la financiera, tiene un componente emocional que hace que cuando las recetas se vuelven a aplicar, no consiguen siempre que 2+2 vuelvan a ser 4, porque los escenarios y las emociones sobre las que se aplican varían cada vez”, comentan desde el IEB.

Dejar al margen lo máximo posible las emociones al invertir

David Kahneman ganó el premio Nobel en 2002 por su trabajo en economía conductual, que se encarga de investigar el proceso de toma de decisiones financieras. Una de las principales conclusiones de esta investigación es que las personas suelen “actuar de manera irracional cuando toman este tipo de decisiones”, comentan desde Capital Group.

Estos expertos dicen que reaccionar emocionalmente a las circunstancias que se producen en los mercados es algo perfectamente normal; es lógico que los inversores “se pongan nerviosos cuando el mercado cae”. Pero lo que hacen durante dichos periodos es lo que marca la diferencia” entre el éxito y las pérdidas”, resaltan.

El sesgo de confirmación y el de disponibilidad pueden llegar a identificar los errores potenciales antes de cometerlos

En el momento en el que los inversores entienden comportamientos como el efecto anclaje, “el sesgo de confirmación y el de disponibilidad pueden llegar a identificar los errores potenciales antes de cometerlos”, argumentan estos analistas de la gestora estadounidense.

La importancia de la diversificación de nuestras inversiones

Por otro lado, es interesante sacar rendimientos ante panoramas en los que se producen desplomes si se recurre a la diversificación en las carteras. Esta no garantiza beneficios ni evita que caiga el valor de las inversiones, pero sí que “implica un menor riesgo”, argumentan los expertos de la gestora norteamericana.

Cuando se reparten las inversiones entre una variedad de clases de activo, los inversores reducen la posibilidad de volatilidad en sus carteras. La rentabilidad total no alcanzará los valores máximos que se pueden alcanzar con una única inversión, pero tampoco los mínimos.

Por tanto, “esta diversificación puede contribuir a reducir la volatilidad, lo que puede resultar útil para aquellos inversores que desean evitar la tensión que provocan los mercados bajistas”.

Trazar un plan a desarrollar constantemente

Para sacar ventaja de los desplomes de los mercados hay otro factor importante: la planificación. La creación y adhesión a un plan de inversión cuidadosamente elaborado también puede ayudar a los inversores a evitar decisiones de inversión equivocadas, especialmente cuando los mercados caen.

Este plan debe incluir numerosos factores, “como el nivel de tolerancia al riesgo y los objetivos a corto y largo plazo”, según expone el equipo de análisis de Capital Group.

Si nos preparamos previamente, llegamos al mercado con liquidez suficiente para encontrar oportunidades muy baratas

Además, Cárpatos concreta que el desarrollo de una planificación que arrastre el acumular patrimonio es una buena forma de “anticiparse para el futuro”. Y es que, “si nos preparamos previamente, llegamos al mercado con liquidez suficiente para encontrar oportunidades muy baratas”. Alternativas en las que invertir por la caída de las valoraciones.

Este plan consiste, tal y como concreta Capital Group, en invertir “una cantidad fija de dinero a intervalos periódicos”, independientemente de las subidas y bajadas que veamos en la bolsa.

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Ideas de inversión en las que centrarse por las caídas bursátiles

Manteniendo estas ideas básicas que hacen pensar que en los desplomes podemos hallar activos que nos pueden proporcionar rendimientos importantes con el paso del tiempo, la cuestión es, cuáles son estos segmentos del mercado en los que se puede entrar teniendo en cuenta una situación tan adversa.

Según los expertos, la tecnología y la innovación serán ganadores relativos a largo plazo. La banca online, el comercio electrónico, el streaming y las empresas de juegos y apuestas en internet han experimentado un aumento.

El paso a la electrificación de los automóviles verá un aumento de la demanda de chips de potencia, por ejemplo

Si bien habrá un cierto retroceso en el uso de la tecnología tras el confinamiento, estamos viendo una clara aceleración de alternativas online y estos cambios podrían ser permanentes. “El paso a la electrificación de los automóviles verá un aumento de la demanda de chips de potencia, por ejemplo”, añaden desde Schroders.

Otra tendencia importante que se podría observar, resaltan en Capital Group, es “el paso de la desregulación a la regulación y el aumento de la intervención gubernamental”. No solo veremos impuestos mucho más altos a nivel individual y corporativo, sino también mucha más regulación en las empresas.

Anteriormente, se aumentó la intervención en el sector bancario en términos de retribuciones a los CEO, así como distribuciones de dividendos y recompra de acciones. Se espera que esta tendencia se extienda a otras industrias y afecte a una franja de las empresas. Las industrias que han recibido apoyo de los gobiernos se someterán, especialmente, a un escrutinio regulatorio.

Tal y como apuntan los analistas de Schroders, aunque algunas empresas de salud están viendo una elevada demanda en la actualidad, esto “continuará más allá de la crisis del coronavirus”. Esta situación ha puesto de relieve qué sistemas sanitarios de los países estaban preparados para una pandemia y cuáles no.

Quizá se podrán ver niveles más altos y sostenidos de gasto en salud mientras los gobiernos se aseguran de que los servicios de salud están mejor equipados en el futuro.

El período de innovación en el sector sanitario, en el que ya estábamos antes de que llegara esta crisis, está trayendo consigo “interesantes oportunidades de inversión”, indican desde la gestora. En muchos casos, las valoraciones de mercado de tales compañías no reflejan adecuadamente su potencial de revalorización a largo plazo.

Las historias de reestructuración, en las que las empresas se están transformando para hacer frente a nuevos desafíos, igualmente “seguirán siendo un área rica en la obtención de retornos de capital”.

Lo crucial es que las oportunidades se encontrarán específicamente por compañías. Las empresas con mayor potencial de crecimiento sostenible son las que están expuestas a tendencias que son independientes, en muchos sentidos, del nivel general de crecimiento económico.

La transición hacia la energía verde y un largo etcétera, serán alternativas de tendencias que podrían ofrecer un mayor crecimiento, frente a los desplomes

Por tanto, los cambios en el comportamiento de los consumidores, un incremento de la demanda de pruebas y garantías de seguridad, “la transición hacia la energía verde y un largo etcétera, serán alternativas de tendencias que podrían ofrecer un mayor crecimiento, frente a los desplomes”, analizan desde Schroders.

Así las cosas, los retrocesos abruptos de las bolsas no han de verse con un miedo, sino como una oportunidad en la que cazar gangas o tendencias a futuro que están baratas. Grandes inversores como Warren Buffett o como Benjamin Graham en el pasado han conseguido construir su patrimonio gracias a encontrar valores que el mercado a infravalorado y que han desarrollado un potencial enorme en el largo plazo.

Las valoraciones vertidas por nuestros expertos son opiniones de carácter particular y no representan una recomendación de inversión concreta. Para maximizar los beneficios de tu capital, te recomendamos que consultes con un especialista para que se ajuste a tus necesidades.