Cómo proteger tu dinero ante una gran crisis, según expertos


Normalmente, solemos percibir la palabra recesión con una gran preocupación. En nuestra memoria sigue estando aquella crisis de 2008 que obligó a todos los españoles a cambiar su mentalidad. Una manera de entender la realidad que afecta a múltiples áreas como es el ahorro y la inversión.

Por ello, proteger nuestro patrimonio es de vital importancia. Al mercado le preocupa una recesión con una caída mayor del PIB real y del empleo, con consecuencias evidentes sobre los beneficios empresariales.

En países desarrollados, una recesión “media” es aquella donde el PIB real puede descender un 1%-3%, los niveles de empleo algo más (2%-4%), y los beneficios de las empresas bajan del orden del 20%.

En este sentido, lo más importante es responder a una pregunta fundamental: ¿Cómo podemos preservar nuestro capital si llega al panorama actual un escenario adverso con el que tenemos que lidiar?

Localizar un entorno de recesión

Lo primero que debemos hacer es adelantarnos a cualquier complicación que pueda suceder. Según argumenta Alberto Salgado, director de inversiones de Intermoney Patrimonios, un escenario recesivo es el que “debe tener en mente un inversor racional”. Porque, seamos sinceros, recesiones como las de 2008-2009 “son tan atípicas que no suceden más de una vez cada cincuenta años”.

Una recesión habitual suele ocurrir cuando se combinan muchos factores. Unos aspectos que debemos tener presentes como empresarios, ahorradores o inversores. El primero de todo es que se desarrolla una acumulación de desequilibrios (macroeconómicos) al que sigue un importante “detonante”. En muchas ocasiones se suele argumentar que lo que termina generando la chispa para que se encienda la mecha es una subida abrupta de los tipos de interés. Aún así, pueden aparecer otros motivos.

Los grandes desequilibrios que tenemos a día de hoy en muchos países es el excesivo nivel de deuda pública que, en algunas regiones importantes. excede el 100% de su PIB. El hecho de tener estos niveles ya sea público o privado, genera bastante inquietud y puede terminar desarrollándose “una crisis”, comenta Rafael Ojeda, analista independiente.

A modo de resumen, los expertos coinciden en que en la realidad es bastante complicado predecir las recesiones. Sí que hay algunas variables que debemos seguir de cerca, pero lo recomendable es que, “cuando esas señales de desequilibrios macroeconómicos se produzcan”, nos adelantemos como ahorradores, expone Victoria Torre, responsable de producto de Self Bank.

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Plazos temporales para reducir el nivel de riesgo

Uno de los factores que has de tener en cuenta es, que con tus ahorros, debes ser lo menos arriesgado posible en un esquema en el que se ha producido una desaceleración económica. Tal y como concreta Antonio Castelo, analista de renta variable de iBroker, hay una serie de normas básicas a la hora de invertir: “diversificar todo lo que se pueda, realizar inversiones periódicas a lo largo del tiempo. Cuanto más a largo plazo, mejor, mantener las inversiones todo lo que se pueda”.

Castelo añade que se puede constatar que en los últimos meses de 2018 “se produjeron salidas netas de saldos en los fondos de inversión por valor de 3.500 millones de euros”, como ocurriera también en el verano 2012 e inicio de 2016, “siempre coincidiendo con los periodos de caídas más intensas en los mercados”. Con estos movimientos muchos inversores se han privado de los periodos de crecimiento que acontecieron poco después, según afirma.

Tal y como describe Salgado, manteniendo este mismo hilo, resulta vital establecer con claridad, las metas para invertir: “como de plazos temporales”. Si a todo esto, se le suman unos niveles de riesgo capaces de asumir por el cliente, darán lugar a la elaboración de carteras de inversión estratégicas, que “no deben alterarse en demasía si se quiere obtener la rentabilidad que los mercados devuelven en el futuro”.

Asimismo, en la actualidad podemos disponer de productos derivados que se pueden utilizar “como cobertura” (para defendernos de momentos de volatilidad) de las carteras a largo plazo. En muchos momentos los ahorradores e inversores piensan que a la larga sólo sirve para especular, cuando “deben ser utilizados para proteger a las inversiones ya realizadas”, afirma Castelo.

No olvidarse de la táctica

También se debe tener en consideración por parte de los ahorradores el “llevar a cabo algunos movimientos tácticos que nos permitan batir al mercado por algún margen”, analiza Salgado. De esta manera, tratamos de aprovechar indicadores económicos y técnicos que “nos hagan plantearnos que hay un exceso de optimismo o de pesimismo” en el mercado.

Lo que está ocurriendo parece ser lo que en el mercado se conoce como una toma de beneficios: ventas que se producen tras un período de subidas importantes, “momento en el que los inversores aprovechan para recoger lo sembrado”, describen los expertos.

Por tanto, salvo descalabro en las negociaciones entre Estados Unidos y China, los “problemas” actuales han sido la excusa para tomar beneficios, pero Salgado no cree que “causen un cambio en la tendencia alcista de las bolsas".

Tampoco, con la toma de decisiones por parte de los bancos centrales. El esquema actual nos puede servir para jugar “tácticamente como ahorradores”, apunta Torre. Eso sí, siempre “con cabeza”, añade.

Reducir inversiones en bolsa

Quienes consideren que una recesión puede llegar en pocos trimestres, obviamente deberían implementar una basada en reducir claramente “posiciones en bolsa y aumentar el posicionamiento en liquidez y en renta fija (bonos)”, concreta Ojeda.

Aun así, teniendo en cuenta otros ciclos económicos, el status actual en el que se encuentra el mercado de bonos (renta fija) no tendrá “un comportamiento muy positivo”, en opinión de Salgado.

Esto se debe a “las ridículamente bajas rentabilidades del dicho mercado, por lo que optaríamos sencillamente por “altas dosis de liquidez”, especialmente si no están “penalizadas por los tipos de interés negativos”. Y la parte que se deje invertida en bolsa ha de estar convenientemente “diversificada geográfica y sectorialmente”, expresa.

Dicho de otra manera, no poner nuestros huevos (ahorros e inversiones) en una misma cesta. Es una manera de arriesgar menos y salvaguardar el patrimonio si vienen situaciones negativas a las que no podemos escapar.

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Otras recomendaciones para invertir

Como suele ser común, en tiempos de crisis económica, la gente tiene la necesidad de buscar una alternativa para conseguir darle rentabilidad a su dinero. La idea de obtener rendimiento desde los ahorros es bastante común y comprensible. Por eso, la búsqueda de algunas alternativas puede ayudarnos en nuestras metas.

De alguna manera, con el desarrollo de la crisis financiera global y la incertidumbre de muchos ciudadanos resulta tranquilizador saber que invertir una parte de nuestro dinero nos va a proporcionar unos beneficios de aquí a un tiempo.

Eso sí, es importante saber que esto es un “concepto teórico”, matiza Castelo, dado que en la práctica todo puede “ser muy diferente”. Y es que siempre debemos contar con el riesgo de asumir pérdidas con nuestras inversiones.

Sea como fuere, con una buena elección del producto, una correcta gestión del capital y una estrategia con objetivos claros y definidos todo puede ser mejorable. De igual modo, algunos de los consejos que se pueden recibir en términos de ahorro e inversión se centran en cuatro conceptos distintos.

En primer lugar, no te excedas con el capital invertido. Las inversiones siempre las tienes que hacer con dinero que no te haga falta, no puedes invertir todo lo que te apetezca. Ten en cuenta que para las inversiones se suele utilizar una parte de capital destinado exclusivamente a ello o unos ahorros que tengas por ahí. Cómo se suele decir, nunca inviertas más de lo que puedes permitirte perder.

En segundo lugar, los expertos creen que es importante saber cómo controlar las emociones para evitar las pérdidas. Si se actúa con disciplina será mucho más fácil que las operaciones salgan bien. En caso de sufrir pérdidas, las cuales a veces son inevitables, tendrás que saber cómo aceptarlas y aprender de los fallos que tengas.

Por otro lado, como se ha subrayado anteriormente, la relevancia de diversificar tu dinero. Algo muy recomendable a la hora de invertir es hacerlo a través de diferentes productos. Sí vas a invertir en acciones es más conveniente distribuir el dinero en distintas empresas antes que apostarlo todo a una sola empresa. Si diversificas el capital tendrás menos riesgos de perder y más opciones de obtener ganancias.

En última instancia, ten en mente la posibilidad de contratar depósitos con bancos de prestigio. Actualmente los grandes bancos están ofreciendo unos depósitos a plazo fijo con tasas de interés muy interesantes.

Es aconsejable que a la hora de contratar uno “compruebes si la entidad está bien reconocida a nivel internacional, ya que tiene menos posibilidades de que sus acciones desciendan”, comenta Torre.

Los mejores negocios para invertir durante la recesión

Como conclusión, si eres un ahorrador que dispone de la suficiente liquidez en un momento de crisis económica y quiere asumir un mayor riesgo, hay algunos negocios que son menos propensos a sufrir pérdidas en momentos de recesión. Castelo dice que son “una opción a considerar dentro de la citada diversificación”.

Así, las empresas que se saben adaptar a las circunstancias ofreciendo descuentos son una buena solución para destinar los ahorros en un momento de retroceso.

Cuando la economía no evoluciona como se espera, es natural que las personas cambien los productos más caros por otros con una reducción en su precio.

Si la idea es invertir en acciones, acuérdate de que, durante la crisis, grandes comerciantes pueden ejercer las ventajas de la economía de escala y ofrecer productos más baratos a los consumidores. Con esta ventaja competitiva, esas compañías atraen más clientes y sus títulos son “más interesantes”, desvela Ojeda.

Igualmente, el sector de bienes básicos de consumo puede ser una buena opción A menos que seas un oráculo del mercado, una asignación del 100% en efectivo no es tu mejor movimiento. Los mercados alcistas tienden a durar más tiempo de lo que la mayoría de la gente piensa. Así que lo mejor es ser prudente, pero estar abierto a una subida potencial.

En los dos crash del mercado, los productos básicos de consumo se han comportado mejor. No importa lo mal que esté la economía, la gente todavía tiene que comer, cepillarse los dientes, y comprar medicamentos.

También puedes intentar obtener beneficios ante el cierre de las compañías. Las empresas que eliminan metal y objetos viejos, como chatarra, son más buscadas cuando los bancos necesitan retomar propiedades de organizaciones en quiebra. Las oficinas de abogacía especializadas en pedidos de bancarrota verán un incremento de la demanda.

Por otro lado, si buscas un negocio que no choque con la ética, hay servicios que se aprovechan de la crisis financiera, como empresas de consultoría tributaria, contable y finanzas familiares. En horas de aprieto, los expertos en reducción de costos son los que resultan más solicitados.

A ello hay que sumarle la posibilidad de invertir en oro. En la crisis de las puntocom y la Crisis Financiera 2008, el oro registró ganancias. Cuando el S&P 500 cayó un 22% en 2001, subió un impresionante 25%.

Ha sido un lugar seguro y lucrativo para asignar algo de dinero en efectivo desde el cambio de siglo. El metal dorado tuvo una subida notable con 12 años consecutivos de retornos positivos, soportando dos crisis financieras y superando al S&P 500 en ocho de esos años.

Para concluir, según una investigación del instituto Harris, uno de cada cinco ciudadanos americanos se hizo un nuevo tatuaje, un aumento del 14% comparado con 2008. Este fenómeno se da porque a lo largo de la recesión tatuarse fue una forma económica de expresarse creativamente y aumentar la autoestima. Algo que se puede utilizar como alternativas de dónde invertir nuestros ahorros.

De igual modo, los servicios para borrar los tatuajes también tienden a captar más personas que fueron despedidas y desean parecer más profesionales durante las entrevistas de empleo.

En definitiva, siempre hay soluciones aun cuando los vientos son contrarios. Solo se trata de tener los ojos bien abiertos, tratar de anticiparse, y buscar lo que nos pueda proporcionar una rentabilidad mayor con el paso del tiempo. Hasta en crisis se puede tener una mentalidad ganadora desde el punto de vista del ahorro.

En Yoigo Negocios te ayudamos a gestionar tus ahorros e inversiones en tiempos de crisis. Si quieres saber más, visita nuestra web o llámanos al 900 622 700 y deja que te asesoremos.