Iberia: una trayectoria histórica de altos vuelos


Hace casi 100 años, Iberia realizaba su vuelo inaugural entre Barcelona y Madrid con el rey Alfonso XII a bordo. Hoy, este es uno de sus trayectos más rentables y los aviones Iberia llegan a 126 destinos en 47 países, una cifra que crece año a año.

Cuando vemos al gigante nacional de hoy, a ese que representa a toda la aviación española a nivel internacional, es difícil imaginarse que en su primer mes de operación sólo trasladó a 283 pasajeros, o que su flota consistía únicamente de 3 aviones a hélice.

En 1927 comenzó el sueño de una aerolínea nacional que conectara España con el mundo, con una pequeña cantidad de rutas, pero mucha ambición. En la actualidad, en sus 146 aviones viajan millones de personas dentro y fuera de la península, y es una de las aerolíneas más importantes del mundo.

Si pensamos en empresas nacionales, probablemente Iberia sea una de las primeras que surjan, aunque quizás después de El Corte Inglés o Zara. Pero poco se sabe de las historias de estos gigantes españoles, y es momento de remediarlo.

A continuación te contaremos un poco sobre la historia y los hitos más importantes de Iberia, la aerolínea española que ha resistido todo y ha ganado terreno gracias a estar siempre a la vanguardia del sector aeronáutico.

Los primeros vuelos: rutas nacionales en asientos de mimbre

De la colaboración del empresario vizcaíno Horacio Echevarrieta y la empresa alemana Lufthansa surgió Iberia, una de las primeras aerolíneas españolas. Con el nombre de “Iberia, Compañía Aérea de Transporte” se fundó oficialmente el 28 de junio de 1927.

Ya entonces tenía algunas rutas a distintas ciudades de la península, las Islas Canarias y la costa norte de África. Era una buena propuesta de acuerdo con la demanda interna que había ese momento (entendiéndolo con perspectiva histórica).

Pero el vuelo inaugural no fue hasta el 14 de diciembre del mismo año, con la presencia del rey Alfonso XII como pasajero, en un vuelo que conectaba las ciudades más importantes del país: Madrid y Barcelona.

Al inicio del siglo XX, volar era un auténtico lujo, uno que ni siquiera tiene nada que ver con la primera clase o business de las aerolíneas actuales Ni sofás, ni camas ni champán. Aún así, muy pocas personas podían acceder a este medio de transporte, por lo que era exclusivo por su baja oferta y su alto coste.

No podemos decir lo mismo de la misma movilidad aérea, que sí estaba bastante más democratizada.

La primera flota de Iberia estaba constituida por 3 aviones Rohrbach Roland que contaba con asientos de mimbre para 10 pasajeros, espacio para 2 tripulantes, 1 lavabo y un pequeño espacio para equipaje. Estos aviones podían alcanzar los 205 kilómetros por hora, ¡y permitían abrir las ventanas durante el vuelo!

Conectando a España con el mundo

En los años siguientes Iberia siguió conectando a las ciudades españolas y a Madrid con algunos destinos europeos. Pero su verdadera expansión comienza al finalizar la Guerra Civil española, en 1939.

Ese mismo año la central se instala definitivamente en la ciudad de Madrid y se comienzan a planificar rutas internacionales. En los años 40, los aviones de Iberia volaban a Londres, Lisboa, París o Roma y también se inició la conexión con el continente americano con las rutas a Buenos Aires y Montevideo.

Pero no fue hasta el año 1946 que Iberia realizó su primer vuelo transatlántico, con una ruta de Madrid a Buenos Aires con escalas en Villa Cisneros, Natal y Río de Janeiro. Además de la gran distancia recorrida, estos viajes fueron históricos porque eran los primeros que contaban con tripulantes de cabina.

Y en 1954 se estableció otra ruta con América y una de las rutas más importantes para Iberia: Madrid - Nueva York. Esta ruta permite a la empresa entrar en el mercado estadounidense y, por primera vez en su historia, Iberia contrata servicios publicitarios para darse a conocer en este país y competir con TWA y Pan American, las favoritas de la época.

De hélices a reactores

Con rutas cada vez más extensas y una demanda creciente, era necesario cambiar la tecnología de vuelo. En la década de los 60 Iberia deja atrás las hélices para incorporar reactores, algo que impulsó enormemente su expansión.

En el año 1961 en California, un evento celebra la entrega de los primeros 3 reactores de la compañía: los Douglas DC-8, el mayor reactor comercial del mundo. Con esta nueva tecnología, Iberia ya podía realizar vuelos de largas distancias sin problemas; un factor clave para explotar sus nuevas rutas hacia otros continentes.

Con los nombres de “Velázquez”, “El Greco” y “Goya”, estos primeros reactores de Iberia, modificaron su historia y también todo el sector aeronáutico. Dotaban a los aviones de mucha más potencia y eran capaces de realizar rutas muy largas sin tantas escalas.

Con ello se mejoraba el servicio, sí, pero también la imagen y reputación de la marca. No hay que olvidar que al igual que sucede en la actualidad con los fabricantes de móviles, gran parte de la lógica competitiva de la industria aérea pasa por la exclusividad tecnológica.

Es decir, contar con un motor, un modelo o un dispositivo de ingeniería concreto. Todo ello repercute a la seguridad, y por tanto suponía una garantía doble para las compañías. Invertir en innovación no era ningún alarde de astucia, sino una obligación de mercado.

Con el foco puesto en la atención al cliente

Una de las cosas que siempre ha diferenciado a Iberia es la importancia que brinda a la atención al cliente. Durante su historia, ha sido pionera en ofrecer servicios para mejorar la experiencia antes y durante y después del vuelo.

Entre las iniciativas más destacadas del titán español encontramos el servicio de “chaquetas rojas”, creado en 1974. Se trataba de personal dedicado a atender a personas con problemas de salud, miedo a las alturas o niños que viajaban sin padres, para hacer su viaje más placentero.

Este servicio sigue en funcionamiento actualmente. Bien lo demuestran iniciativas como la reciente colaboración de Iberia con la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) para ofrecer una mejor atención a pasajeros con discapacidades motrices.

También en el año 1974 se inauguró un servicio de información al público telefónico, llamado “InforIberia”. Gracias a sus modernos sistemas de comunicación, la empresa podía asistir a clientes que consultaban sobre tarifas, horarios de vuelos o que querías realizar una reserva de billetes.

Hoy este servicio tiene el nombre de “Serviberia” y se extiende en muchos más canales que sólo el telefónico. Aquel prototipo de customer service le permitiría años después entrar en el mercado digital con experiencia y mucho trabajo ya adelantado.

Otra iniciativa que diferencia a la compañía es su programa Iberia Plus, el primer programa internacional de fidelización de clientes en Europa. Creado en el año 1991, Iberia Plus tenía como objetivo premiar a sus clientes habituales con puntos que luego podían cambiarse por billetes en la compañía.

Con este programa y el lanzamiento de su sitio web oficial también en la década de los 90, Iberia se posiciona como una de las empresas con más adaptabilidad a las nuevas tecnologías y al futuro del sector aeronáutico, destacando por su innovación y dedicación a los clientes.

Alianzas y nuevas propuestas

Con la expansión global como objetivo, Iberia ha desarrollado a lo largo de su historia nuevos negocios y alianzas que la han transformado en la empresa que es actualmente. Hablamos de alardes estratégicos que muy pocas firmas podían replicar en otros países y que dotaban a la empresa de valor añadido a nivel internacional.

Puede que las palabras “Puente Aéreo” te suenen familiares, pero quizás no sabes que esta fue una idea de Iberia. En el año 1974 se establece este sistema que funciona hasta el día de hoy, que garantiza una oferta continua de vuelos entre Madrid y Barcelona.

Esta era una de las rutas que más problemas presentaba en esa época, por la gran demanda que había. Para resolverlo, la aerolínea creó esta ruta mismamente llamada “Puente Aéreo” que permitía viajar sin reserva y en el día entre estas dos ciudades.

Otro hito importante es que en el 2000 y por ser parte de la alianza Oneworld, Iberia alcanza a operar vuelos a 600 destinos, demostrando el gran crecimiento de los años anteiores. Durante esta época, la firma también estaba pasando por un proceso de privatización, que terminaría en 2001, año en que comienza a cotizar en Bolsa.

Para continuar ampliando sus operaciones en Europa, en el año 2010 Iberia se fusiona con British Airways y fundan IAG (International Airlines Group), una operación aprobada por la Unión Europea. Y es ese mismo año que se pone en marcha el Acuerdo de Negocio Conjunto en los vuelos del Atlántico en el cual participan Iberia, British Airways y American Airlines.

Ya en el 2012 comienza a apostar por los vuelos low cost, con su filial Iberia Express. Aunque hoy los vuelos de este tipo son la norma en Europa, este cambio supuso un gran desafío para la compañía que buscaba reducir costes, pero sin dañar el servicio al cliente.

Iberia Express realizaba vuelos de corto y mediano radio, con el objetivo de llevar a los pasajeros a Madrid y aumentar el número de pasajeros en los vuelos de larga distancia. En la actualidad, la empresa ha diversificado aún más sus servicios y cuenta con una gran variedad de filiales entre las que se encuentran: Iberia Cargo, Iberia Regional, Level y más.

Una empresa que lo resiste todo

Guerras, crisis económicas, una pandemia y más, Iberia es un símbolo de resiliencia en un sector que está cada vez más debilitado. Aunque en los últimos años muchas aerolíneas han tenido problemas económicos o incluso han declarado la quiebra, Iberia se mantiene firme con más de 90 años de historia y crecimiento.

En la actualidad, la aerolínea es indispensable para el traslado de pasajeros tanto dentro como fuera de España y también fue una empresa clave durante la pandemia, con el traslado de vacunas y los vuelos de repatriación.

Y a pesar de su gran trayectoria, el foco de Iberia está en el presente como lo demuestra su slogan: "Cada día es el primer día".

No sabemos qué será de este emblema nacional en el futuro, pero sí estamos seguros de que su legado se mantendrá vivo durante varios siglos. La movilidad está cambiando, e Iberia pretende jugar un papel clave en el proceso.

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