Impuestos medioambientales: qué son y quién los paga


Vivimos en un momento crucial para el planeta y los científicos llevan años advirtiéndolo. La temperatura del globo está creciendo de manera extraordinaria por causas antropogénicas y sus consecuencias son cada vez más palpables.

Julio de 2021 fue el mes más caluroso registrado en la historia, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.

Los desiertos no dejan de crecer y la Antártida está perdiendo un Everest de hielo anualmente. Esto equivale a 151.000 millones de toneladas, según el satélite Grace Follow-On de la NASA.

Se calcula que los hogares de 200 millones de personas estarán por debajo del nivel del mar en 70 años. Además, los eventos atmosféricos adversos extremos son cada vez más frecuentes.

Como habrás visto, se multiplican incendios e inundaciones a lo largo y ancho del globo y la acción del ser humano ha sido determinante en el último siglo.

Por ello, se han desarrollado varias estrategias en las últimas décadas para luchar contra el calentamiento global. Una de ellas, cada vez más extendida en los países desarrollados y también en los países en desarrollo, es la fiscalidad ambiental.

Los impuestos medioambientales son una herramienta muy eficaz para frenar el cambio climático en economías desarrolladas. Permiten internalizar las externalidades negativas de la producción en las economías de mercado.

En este post vamos a responder a algunas preguntas sobre los impuestos medioambientales en España: ¿Qué son exactamente los impuestos ambientales o medioambientales? ¿Qué impuestos medioambientales hay en España y quién los paga?

¿Qué son los impuestos medioambientales?

Los impuestos ambientales son tasas destinadas a mitigar el cambio climático y a hacer un uso más sostenible, eficiente y limpio de los recursos del planeta. ¿Cómo lo hacen? Fácil: gravando las actividades nocivas para el medioambiente.

En una economía de mercado como la española, dependemos enormemente de la producción de bienes y servicios. Su proceso provoca un enorme perjuicio al medioambiente: emisión de gases de efecto invernadero, emisiones de CO2, etc.

Nuestros mercados, además, dependen en mayor o menor medida de los combustibles fósiles, que exacerban el calentamiento global.

Por ello, la fiscalidad climática o ambiental es una herramienta útil que permite reducir el efecto nocivo de las economías de mercado sin frenar el crecimiento económico.Esto nos permite el desarrollo de sociedades prósperas y avanzadas.

Concretamente, los impuestos medioambientales son tasas que permiten internalizar las externalidades negativas de cualquier agente económico y de los diferentes procesos de producción.

¿Cómo reducir la huella de carbono de una empresa o una pyme? Los impuestos climáticos contribuyen a ello.

Huella de carbono

Así, si una fábrica de tornillos contamina, tendrá que pagar por la contaminación que ha generado. Tiene que hacerlo asumiendo el coste medioambiental que perjudica a toda la sociedad. Se trata de seguir el principio de que “quien contamina, paga”.

¿Permite eso reducir la contaminación? Claro, porque el que realiza actividades contaminantes encontrará menos atractiva esa actividad frente a otras en las que no tiene que pagar el impuesto.

Los impuestos medioambientales son eficaces desde el lado de la oferta, pero también desde el lado de la demanda. Todos los consumidores encontrarán que los productos más sujetos a los impuestos medioambientales serán más caros.

Es el efecto de la tributación, y ante mismas características o atributos, se decantarán por productos menos contaminantes.

Sus ventajas, por lo tanto, son evidentes: Internalizan externalidades negativas, reducen la contaminación y la emisión de gases contaminantes en la economía.

Además, promueven ahorro energético e incentivan las renovables (no sujetas a impuestos medioambientales) y, en general, promueven una economía más limpia y comportamientos más ecológicos.

¿Cuáles son los impuestos medioambientales en España y quién los paga?

¿Qué gravan en concreto los impuestos medioambientales en España? Las emisiones de dióxido de carbono (CO2), además de monóxido de nitrógeno y dióxido de nitrógeno que se expulsan a través del escape de los vehículos.

Los impuestos medioambientales también se fijan sobre los productos energéticos como el petróleo, carbón o gas natural, cuya combustión genera emisiones de CO2.

Carbón

A su vez tienen como objetivo la gestión de residuos y elementos como pesticidas y fertilizantes que contaminan el agua.

Estas tasas gravan las emisiones de dióxido de azufre (SO2) que es principal causante de la lluvia ácida, así como la explotación de recursos naturales y el ruido que generan los aviones en despegue y aterrizaje.

En concreto, el sistema impositivo español contempla como impuestos medioambientales fundamentalmente los tributos sobre hidrocarburos sobre combustibles derivados del petróleo, sobre la electricidad, vertidos, vehículos y sobre el transporte.

Gasoil

En la Unión Europea se ha desarrollado desde hace años, apoyado en la teoría económica y como una de las soluciones más innovadoras a nivel global, un mercado de derechos de emisión (RCDE de la UE).

A través de él, las compañías y agentes más contaminantes del mercado pueden comprar derechos para emitir gases contaminantes, mientras que aquellos que no contaminan los venden, traspasando así el cargo y permitiendo la autorregulación del mercado.

Además, este mecanismo permite a la UE reducir la cantidad de derechos de emisión progresivamente. Esto lo que posibilita fijar límites de contaminación cada vez más bajos en la industria y, poco a poco, ir reduciendo la emisión de gases nocivos para el planeta.

El objetivo de este plan es llegar a lo declarado por parte de la UE de alcanzar la neutralidad climática en 2050.

En este sentido, si comparamos España con el resto de países de la UE, nuestro país es todavía uno de los que menos dinero recauda con los impuestos ambientales. La recaudación del Estado de este tipo de impuestos ronda los 20.000 millones de euros.

Sin embargo, y dado que estamos en los últimos puestos en cuanto a recaudación, es previsible que los sucesivos gobiernos vayan aumentando las bases y los tipos de los impuestos medioambientales.

Y, ¿quién paga entonces los impuestos medioambientales en España? Pues, como ya decíamos, aquellos que contaminan y también aquellos que consumen productos y servicios que contaminan.

De acuerdo a las estadísticas del INE, algo más del 50% de los impuestos medioambientales en España los pagan los hogares. Es decir, los consumidores. Cuando utilizan transportes contaminantes, impuestos a los hidrocarburos, etc.

Transporte contaminante

El resto lo paga la industria que contamina en sus procesos de producción. Pero, como ya hemos explicado, los impuestos medioambientales hacen menos atractivo la producción y el consumo de bienes y servicios perjudiciales para el medioambiente.

En este sentido, es previsible que esta eficaz herramienta siga siendo útil para reducir la contaminación y mitigar los efectos del cambio climático. Pero si no tienes claro cómo afectará a tu empresa, contacta con nosotros y te resolvemos las dudas.

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