Módulos vs estimación directa: ¿Qué tributación elegir?


En algunas actividades, los autónomos pueden elegir el modo de tributación del IRPF. Así, negocios como una panadería, una cafetería, un bar, una administración de lotería, una reprografía, una peluquería o un quiosco —y otros tantos— pueden elegir cómo se calcula su rendimiento y, por lo tanto, sus impuestos.

Concretamente, los autónomos pueden elegir entre estimación objetiva del rendimiento de su actividad –lo que se conoce como módulos– o estimación directa y su elección tiene implicaciones claras en los impuestos que tienen que pagar por el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

La lista completa de los negocios que pueden elegir entre los dos métodos de estimación de sus rendimientos la fija para 2022 la Orden HFP/1335/2021, de 1 de diciembre, que detalla todas las actividades incluidas en el método de estimación objetiva. ¿No todas pueden optar? No, solo algunos autónomos tienen acceso a los módulos.

Si eres uno de esos autónomos que puede elegir, seguramente, te preguntes cuál te conviene más. ¿Cuál es mejor: módulos o estimación directa? Qué sale mejor: ¿tributar por estimación objetiva o por estimación directa? Pues la respuesta es que depende. Cada uno de los métodos tiene sus ventajas e inconvenientes.

Como suele ocurrir en las elecciones del autónomo, lo más adecuado para tomar buenas decisiones es reservarte tu tiempo para entender y conocer en profundidad las implicaciones de una u otra opción.

Si nos acompañas, en las siguientes líneas te explicamos las ventajas de cada método y qué aspectos deberías tener en cuenta para decantarte por uno u otro.

¿En qué se diferencian los módulos de la estimación directa?

Lo primero es tener claro en qué consiste cada uno de los dos métodos para determinar el rendimiento de las actividades económicas en el IRPF: estimación objetiva (o módulos) y estimación directa. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian? ¿Es uno más ventajoso que otro en términos fiscales?

El método de estimación objetiva es un método aplicable solo a ciertos negocios, determinados por ley, dado que el autónomo no paga por sus rendimientos reales sino por lo que Hacienda calcula que serán sus rendimientos en los próximos meses. ¿Cómo puede estimar la AEAT algo así?

Fácil, en el método de estimación objetiva, la Agencia Tributaria se basa en los famosos módulos, que determina en base a la información del negocio del autónomo: número de empleados, consumo de electricidad, metros del local, etc. Es decir, Hacienda va a utilizar información sobre tu negocio.

El método de módulos emplea ciertos parámetros que dan pistas, por el tipo de negocio y la información de esos datos, de cuál es aproximadamente tu facturación mensual.

Pongamos una peluquera con un salón de belleza de 40m2 y otra con una peluquería de 100m2. Sin tener más datos podríamos pensar que en el local más grande pueden asumir una clientela mayor por hora. Los datos aquí cruzados permiten corroborar o desmentir la presunción.

Ese es uno de los elementos informativos que la Agencia Tributaria combina con los datos que le dan otros parámetros, para realizar la estimación objetiva del rendimiento. Ojo, no tiene por qué coincidir con el rendimiento real: podría ser mayor, o menor (aunque para Hacienda sería la cantidad calculada).

¿Quiénes pueden elegir módulos o estimación directa?

Básicamente, todos aquellos autónomos que cumplan dos condiciones:

  • Realizar una actividad que esté contemplada en la lista de la Orden HFP/1335/2021, de 1 de diciembre.
  • Tener un volumen de rendimientos íntegros en el año anterior inferior a 150.000 euros (250.000 euros en el caso de actividades agrícolas, ganaderas y forestales).

Si no cumples con alguno de estos requisitos tendrás que tributar obligatoriamente a través de la estimación directa. Con esta sí se tienen en cuenta los rendimientos reales de la actividad mes a mes. Así, se tributa por los ingresos reales menos los gastos deducibles.

A diferencia de lo que ocurre en la estimación por módulos, que te encasillan en un módulo independientemente de lo bien (o mal) que vaya tu negocio, en la estimación directa pagarás IRPF en función de tus ingresos. Ergo variarán anualmente los impuestos soportados.

Como sabrás, el IRPF es un impuesto progresivo, de manera que, si tienes unos ingresos más elevados tendrás que aplicar un tipo impositivo mayor que si tienes una época más floja, con menores beneficios. Por lo tanto, en estimación directa siempre pagarás en proporción a tus ingresos, mientras que en módulos no.

Si te acoges al sistema de módulos siempre pagarás lo mismo, vaya como te vaya la actividad. En algunos casos pagarás menos impuestos de lo que te correspondería, según tus rentas, y otras veces más. O siempre menos, o siempre más. Por eso, es importante saber qué elegir en función de tu negocio.

¿Cómo elegir entre módulos y estimación directa?

Dadas las notables diferencias entre los dos métodos de estimación del rendimiento neto de tu actividad, es importante elegir bien cuál es el que te conviene. Para ello, tendrás que pensar en tu negocio y sus características y valorar qué método se adapta mejor a tu realidad concreta.

Para ello, te damos algunos consejos y pistas que deberías tener en cuenta y sopesar antes de tomar una decisión:

  • En la estimación objetiva, o módulos, se paga siempre la misma cantidad. Esto podría ser una ventaja si lo que buscamos es cierta estabilidad en las obligaciones tributarias o prevemos épocas con mucha actividad seguidas de otras con paralizaciones y queremos compensar.
  • La estimación directa nos permite beneficiarnos de más deducciones, ya que se tienen en cuenta nuestros gastos. Así, tributaremos siempre por nuestros ingresos reales a los que se restarán nuestros gastos declarados y, por lo tanto, se podrá reducir la factura fiscal siempre que existan gastos de explotación que declarar.

En un principio, al inicio de la actividad lo normal es que nuestro negocio aún no esté funcionando a su máximo potencial. En ese caso, lo más beneficioso suele ser la estimación directa, ya que pagarás por el rendimiento neto real (y puede que los módulos te asignen mayores ingresos).

Si, una vez consolidada tu actividad, los módulos te estiman unos ingresos inferiores a lo que realmente facturas, sin duda, el método que más te beneficia es la estimación objetiva y los módulos serían tu opción elegida. Eso sí, aunque los módulos se calculan al principio de año para todo el ejercicio, luego habrá que hacer cuentas con Hacienda.

En la Declaración de la Renta tendremos que regularizar nuestras cuentas y si, finalmente, nuestro gasto eléctrico o nuestro personal ha sido mayor del indicado (o hemos cambiado de local o de características en el negocio), tendremos que pagar la diferencia que no hayamos abonado al fisco.

Además, hay que tener en cuenta que los módulos también tienen sus riesgos: habrá que pagar siempre la misma cantidad, aunque, por las circunstancias que sean, no hayamos facturado ni un euro.

Un ejemplo sería el estallido de la pandemia de covid-19. Si bien es cierto que en este caso excepcional se habilitaron ayudas a autónomos y se facilitó el acceso a una prestación extraordinaria de cese de actividad.

Mucho cuidado a la hora de seleccionar la estimación directa porque, en caso de arrepentirte, no podrás cambiarte a módulos en tres años. Cosa distinta si lo haces al revés, y eliges los módulos: podrás aplicar el cambio a directa solo un año después.

Sabemos que es una decisión importante que determinará el éxito o fracaso de tus objetivos como autónomo. Por eso, desde Yoigo Negocios te queremos ayudar como mejor sabemos, con una infraestructura de comunicaciones solvente. Entra en nuestra web, llama al 900 622 700, infórmate bien y luego da el paso.