Deep fake y minería de datos: futuros retos digitales


El mundo se encamina hacia un avance en el que los retos tecnológicos serán cada vez mayores. Se hace necesario parar. El futuro del planeta y de la sociedad en particular, presenta desafíos interesantes a los que hay que prestar atención antes de seguir avanzando en una suerte de huida hacia adelante en busca de un eterno progreso.

Con estos retos tecnológicos parece fácil perder de vista el enfoque humano, que debería estar claramente situado por encima del financiero. Esto no impide que las empresas tengan objetivos de rentabilidad económica, sino que les da un eje ético, una prioridad a la que mirar a la hora de tomar decisiones.

¿Cuál es el esquema que se presenta?

De camino al Deep fake y la minería de datos: futuros retos digitales de las empresas

Aunque hay muchos ámbitos en los que la tecnología puede aportar importantes soluciones, la situación generada a raíz de la covid-19, hace necesario no detener los desarrollos, sino integrar en los mismos ese eje ético del que hablábamos.

Ante un entorno que parece estar encogiéndose, las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental y han tomado una importancia crucial. Vivimos en un mundo conectado que nos ofrece infinidad de opciones para establecer contactos con otras personas. Esto ha cambiado profundamente el panorama empresarial.

Desbancando a empresas con modelos de negocio tradicional, organizaciones como Apple, Google o Amazon se han situado como empresas cuyo poder tiene impacto directo no sólo en la sociedad sino en asuntos de política internacional de una forma nunca vista.

En la actualidad, es imposible imaginar una idea de negocio que no integre y se constituya con el apoyo de las nuevas tecnologías e internet”, cuenta Alberto Gómez, analista de sector tecnológico independiente.

No sólo en cuanto a las comunicaciones, sino también en relación a las estrategias de marketing, recursos humanos, atención al cliente; cualquier ámbito está impregnado e influido por los avances y las nuevas herramientas tecnológicas que se desarrollan constantemente”, añade.

Como ejemplos de estas herramientas, el modelo cloud, el método innovador de los estudios de mercado online de Please, o el uso de la tecnología de los motores de búsqueda como Google en el marco interno de una empresa.

Además de facilitar la productividad, la eficiencia y la rapidez, las nuevas tecnologías relacionan de manera inmediata a la empresa con sus clientes, sean estos consumidores u otras empresas.

No son únicamente un complemento para las organizaciones, sino que ofrecen nuevas oportunidades que redirigen sus estrategias y modelos de negocio hacia el entorno online.

Sin embargo, aunque las nuevas tecnologías tengan un rol esencial, todo negocio se fundamenta en la relación entre personas y no hay que olvidar que quien está detrás de una dirección de e-mail, de un número de teléfono, usuario de Skype, etcétera; no es sólo un objetivo, o el target.

Lo difícil, a veces, es aunar esfuerzos y ser capaces de acceder a tus clientes de forma física y a través de la red al mismo tiempo”, dice Gómez

Por esta razón, los profesionales deben ser capaces de compaginar el mundo on y off. Deberían saber usar la tecnología como herramienta para conectar con los profesionales de cualquier lugar, manteniendo, a la vez, el valor del capital humano, la cercanía de las relaciones personales.

Las tecnologías que lideran la inversión de las empresas

Tomando todo esto de referencia, los cuatro grandes pilares estratégicos que más están atrayendo las inversiones tecnológicas de las empresas de cara a 2021 son: transformación digital, eficiencia operativa, innovación customer centric y ciberseguridad, siendo los dos primeros las más prioritarios.

En cuanto a tendencias tecnológicas más concretas, se distinguen hasta 10 tipos: realidad virtual y aumentada, blockchain, big data, ciberseguridad, RPA, machine learning, cloud, canales digitales, internet de las cosas y otras. Entre todas ellas, las más relevantes son: big data, cloud y canales digitales, sobre los que los participantes aportaron sus visiones en este encuentro.

La inversión en tecnología de cara a 2021 va a ser una de las principales apuestas. Según una encuesta realizada por Randstad, el 40% afirma que contará con un laboratorio de innovación, nueve de cada diez seguirán contando con partners para acelerar sus procesos y dos de cada tres mantendrán o aumentarán su presupuesto.

Todo, ello refleja una predisposición general por parte de las compañías a continuar con su digitalización.

El reto de los deep fakes, como prioridad para las empresas

Entrando de lleno en los retos tecnológicos de las empresas, en primer lugar, se encuentran los conocidos como deep fakes. Estos representan un serio problema que atañe a toda la sociedad y a todos los países.

En sí supone un perverso mecanismo de manipulación, así como una deleznable forma de convencer manipulando imágenes y voces que, en el mejor de los casos, consiguen sembrar la duda en las personas, fomentando tanto las ideas conspiranoicas como las negacionistas”, apunta Luis Molina, CEO de MedUX.

El reto, evidentemente, no está en una tecnología que es capaz de manipular la realidad, sino en que las sociedades se esfuercen verdaderamente en fomentar el espíritu crítico y la educación de todos los ciudadanos por igual, porque ante las manipulaciones sociales, no educar a todos siempre conduce al perjuicio de todos.

La inteligencia artificial y el IoT calientan motores

Uno de los principales retos de la IA está en lograr eliminar el sesgo de los algoritmos. Recientemente se dio a conocer la noticia referida a un artículo escrito por 17 jugadores de los Boston Celtics, protestando por el uso policial de un sistema de reconocimiento facial.

Precisamente, el sesgo del sistema, sobrealimentado con perfiles policiales racializados, ha sido el causante de numerosos fallos en perjuicio de afroamericanos y mujeres, dando lugar a arrestos injustos y, en ocasiones, al asesinato del sospechoso por parte de la policía”, comenta Molina.

A ello hay que sumarle que los dispositivos IoT se enfrentan, esencialmente, al reto de la seguridad. No sólo por la configuración por defecto, que suele carecer de cifrado y ser poco segura, facilitando el hackeo, sino también porque no cuentan con una protección de la privacidad del usuario adecuada.

Al tratarse de dispositivos diseñados para escuchar todo lo que sucede en el entorno, en espera de atender las demandas del usuario, son una golosa fuente de información para el martech (tecnología de marketing).

Esto, con la excusa de la mejora de la experiencia de usuario y la posibilidad de sugerir productos y búsquedas según las afinidades del navegante; algo que, dicho sea de paso, refuerza los sesgos personales.

La minería de datos y la automatización, los dos grandes retos tecnológicos

Gracias a la extracción y análisis de todo tipo de datos, obtenidos de las más diversas formas, desde las redes sociales a las aplicaciones gratuitas, los asistentes virtuales o los capcha, se establecen modelos de segmentación y patrones.

Con ellos se alimentan, entre otras cosas, los sistemas de IA o el IoT en sectores tan diversos como el mundo de los negocios, los estudios genéticos, los fraudes o la selección de recursos humanos.

Dada la fuerte vinculación que hay entre la minería de datos y la IA, aquí también nos enfrentamos al reto de la eliminación del sesgo”, explica Javier Penalva, experto de Xataka.

Pero, sobre todo, al riesgo evidente de que las empresas o administraciones hagan uso ex profeso de los datos para discriminar, decidir a quién cobrarle más por el seguro o a quién salvar en caso de tener que elegir entre dos o más vidas, añade.

Asimismo, las ventajas de la automatización robótica de procesos industriales son indudables, pero también tienen un coste humano en cuando a pérdidas de empleo.

Este es uno de los retos tecnológicos que implica tanto a la industria como a los órganos de gobierno y la educación, ya que se hace necesario establecer una previsión de formación y reciclaje para los nuevos puestos de trabajo que se requerirán a raíz de la mayor automatización de los procesos de fabricación.

Cómo transformarse hacia el costumer centric

Pero no todo queda en eso. La innovación será una de las prioridades en las empresas. Según la citada encuesta, un 65% de ellas tendrán un grupo dedicado a esa parcela y un 56 % de aquellas que invierten en canales digitales pone en primer lugar la innovación customer centric.

En esta transformación digital, Jordi Badía, CIO y CDO en Venca, destaca cuatro puntos: “Marketing automation y CRM, inteligencia artificial, market place y transformación digital”.

Respecto a la primera, el experto lo tiene claro: “estas dos soluciones permiten elegir el canal, momento y contenido adecuados para ofrecer a cada cliente lo que necesita”.

Mientras, la tecnología de la inteligencia artificial posibilita, a partir del big data, la creación de algoritmos con el fin de ofrecer a cada persona los productos que más se alineen con sus intereses.

Asimismo, la digitalización facilita, no solamente vender los productos propios, sino conseguir acuerdos con terceros para aumentar la oferta (market place)

Pero, además, hay que tener en cuenta la transformación digital en el BackOffice, pues la empresa ya no opera en torno a un catálogo físico, sino que ha adaptado sus recursos y sus procesos al contexto online”, asegura Badía.

Big data, el motor de las innovaciones

Los avances tecnológicos hacen que los procesos digitales sean cada vez más complejos y es fundamental analizarlos. Por ello, el big data es tremendamente útil para las compañías, y de ahí que dos de cada tres lo señalen como una de las tres prioridades de inversión tecnológica.

Molina profundiza en la importancia del big data en la experiencia del usuario digital, ya que repercute directamente en la calidad de los servicios que ofrecen las empresas.

La pandemia ha acelerado la tendencia del trabajo en remoto y, con ella, la conversión del usuario digital doméstico a usuario digital corporativo”, describe. “Por tanto, las empresas buscan conocer cómo es la experiencia de sus empleados remotos”, agrega.

Esta monitorización de la experiencia digital permite a las organizaciones mejorar la eficiencia operativa, las infraestructuras digitales, la satisfacción del empleado y la seguridad.

Ese seguimiento deberá ampliarse en el futuro con el notable aumento a nivel de dispositivos y conectividad que supone el desarrollo del internet de las cosas”, subraya Molina.

Todo esto, se incrementa aún más teniendo en cuenta los beneficios de la RPA. Y es que otra de las grandes tendencias tecnológicas es el machine learning, enfocado a facilitar operaciones, y, relacionado con ello, la Automatización Robótica de Procesos, que tiene prioridad top 3 en inversión tecnológica para el 16% de las empresas en este 2021.

Maite Martín, Sales Manager EMEA de UiPath, se detiene en esta tecnología y su notable impacto. En primer lugar, destaca la necesidad de liberar la gran carga de trabajo que tienen las personas, algo que no ha disminuido pese a los avances tecnológicos. “La solución pasa por una innovación que realice los procesos más tediosos y repetitivos, y esa es la RPA”, aporta.

Esta tecnología emula las tareas de un humano a través de la robótica y supone importantes ventajas de cara a las organizaciones, haciéndolas más productivas y competitivas”, dice.

Entre ellas destacan principalmente seis: “minimización de errores, mayor velocidad y productividad en las tareas, reducción de costes y mejor trazabilidad de procesos, eliminación de procesos que no aportan valor añadido para que las personas se enfoquen en tareas relevantes, fácilmente escalable, y mayor cumplimiento normativo”.

Estos beneficios provocan que el 53% de las compañías ya han comenzado su viaje hacia RPA y en dos años está previsto que el 78% de ellas lo tengan implementado”, asegura Martín.

En conclusión, el mundo avanza hacia las soluciones con las que hacer frente a los retos tecnológicos más importantes para las empresas. La búsqueda de alternativas se ha convertido en una prioridad para las compañías.