Guía completa de contabilidad financiera para tu empresa


Una de las claves del éxito de cualquier negocio es una buena gestión y organización de todos sus recursos financieros: inversiones, gastos, liquidez, etc. Seguro que te suenan todos estos términos, pero aquí vamos a aclararte uno a uno en esta guía completa de contabilidad financiera para tu empresa.

En este artículo te explicaremos en detalle cuáles son los principales elementos la contabilidad financiera y cómo pueden ayudarte a aumentar los beneficios en tu negocio.

Guía completa de contabilidad financiera para tu empresa

La contabilidad se define como el sistema de registrar y organizar todas las transacciones financieras de una empresa de manera clara y ordenada. Con ello, su objetivo principal es proporcionar información financiera que pueda ser de utilidad para la planificación empresarial y facilitar la toma de decisiones.

Activos

Los activos son todos aquellos recursos económicos que posee la empresa para que puedan generarle una serie de beneficios en el futuro.

Su principal ventaja es que aportan liquidez inmediata a la organización, así como la capacidad de producir bienes y servicios e incluso inversiones para el negocio a largo plazo. Aquí se incluye el dinero en efectivo, las cuentas por cobrar, los inventarios, las propiedades o los equipos, entre otros.

Los activos se clasifican en dos tipos:

  • Activos corrientes: efectivo e inversiones a corto plazo: cash flow o flujo de caja y bancos, inversiones a corto plazo que se pueden convertir fácilmente en efectivo. Por ejemplo, las facturas pendientes de pago y bienes en proceso de producción o listos para su venta.

  • Activos no corrientes: aquí se incluyen los activos tangibles e intangibles que aportan valor a la empresa a la hora de realizar sus operaciones. Por ejemplo, tangibles como equipos y propiedades: maquinaria, edificios o vehículos; e intangibles como patentes y derechos de autor.

Por tanto, mientras que el activo corriente espera convertirse en efectivo en un plazo máximo de un año (a corto plazo), el activo no corriente no se convertirá en efectivo hasta pasado más de un año (a largo plazo).

Pasivos

Cuando hablamos de pasivos, nos referimos a todas las obligaciones que tiene una empresa, como cuentas y deudas pendientes. No obstante, la organización tendrá que buscar la manera de tener suficiente liquidez para afrontar todos sus pagos pendientes a terceros.

Los pasivos pueden ser de dos tipos:

  • Pasivos corrientes: facturas de proveedores pendientes de pago; préstamos a corto plazo (tiempo máximo de un año) como créditos bancarios o gastos acumulados, como salarios a los trabajadores y declaración de impuestos.

  • Pasivos no corrientes: préstamos a largo plazo (superiores a un año) como hipotecas y bonos corporativos. Aquí también se incluyen los fondos de pensiones.

Patrimonio neto

El patrimonio neto equivale a los fondos o el capital aportados por los propietarios junto a las ganancias retenidas. Dicho de otra manera, se trata de la diferencia entre los activos y pasivos de la empresa.

El patrimonio neto puede ser de varios tipos:

  • Capital social: el dinero invertido por los accionistas al comprar acciones de la empresa. Por ejemplo, el capital inicial aportado por los fundadores de un negocio.
  • Reservas: son los fondos acumulados a partir de las ganancias retenidas para usos específicos, como situaciones de emergencia y adversidades de la empresa.

No obstante, puede que el patrimonio de una empresa sea negativo. En este caso, esto significa que las deudas y obligaciones superan el valor de los activos, por lo que su situación financiera es inestable y deberá buscar la manera de solucionarlo para evitar la quiebra.

Ingresos

Los ingresos son fundamentales para que la empresa pueda salir adelante con éxito. La estrategia más habitual para conseguirlo es a través de la venta directa de productos o servicios a sus clientes.

Además, se trata de un indicador de crecimiento muy importante para cualquier negocio. Si una empresa es capaz de generar ingresos, esta podrá aumentar su cartera de clientes y aportar valor a la empresa a largo plazo.

Gastos

Los gastos se definen como las disminuciones que se producen en los beneficios económicos de la empresa durante su período contable.

Existen varios tipos de gastos. Los más habituales son:

  • Gastos para la producción de bienes o servicios, por ejemplo a través de la compra de materias primas.
  • Gastos de gestión de la empresa, como son los costes administrativos y el alquiler de oficinas.
  • Gastos por campañas de marketing para la promoción y venta de productos o servicios de la empresa.

En cualquier caso, controlar los gastos de un negocio es muy importante para que este pueda aumentar su rentabilidad y ser mucho más eficiente en sus operaciones.

Cómo medir la contabilidad financiera de tu empresa

Estos son los pasos fundamentales que debes seguir para llevar un registro adecuado de la contabilidad financiera de tu negocio:

Balance general

Muestra la situación financiera en un momento concreto, incluyendo los activos, los pasivos y el patrimonio neto.

A su vez, el balance general se divide en:

  • Balance de flujos de efectivo: incluye las entradas y salidas del dinero en efectivo, dividido en actividades operativas, de inversión y financiación.
  • Balance de resultados: refleja el rendimiento financiero de la empresa a lo largo de un periodo determinado de tiempo. Para conocer las ganancias y pérdidas de un negocio es importante que tengas en cuenta los ingresos y los gastos.

Ratios financieros

Los ratios financieros son los indicadores de la situación de una empresa, que puede medirse a través de los siguientes factores:

  • Liquidez: capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones económicas a corto plazo.
  • Solvencia: a diferencia de la liquidez, se trata de la capacidad de una empresa de afrontar sus obligaciones a largo plazo.
  • Rentabilidad: por ejemplo, a través de los márgenes de ganancia o la capacidad para generar beneficios es posible medir la rentabilidad y eficiencia de una empresa.

Presupuestos

El presupuesto se define como la cantidad de dinero que una empresa necesita para poder llevar a cabo sus actividades a lo largo de un periodo de tiempo determinado. Por ejemplo, en plena era digital, cada vez son más los negocios que ya cuentan con un presupuesto dedicado a campañas de marketing digital.

El presupuesto puede ser de varios tipos:

  • Presupuesto operativo: basado en los ingresos y gastos, los cuales permiten planificar y controlar los procesos y operaciones diarias de la empresa.
  • Presupuesto de capital: evalúa las inversiones en activos a largo plazo, asegurando que los recursos sean asignados de forma eficiente y resulten rentables para generar beneficios e ingresos.
  • Presupuesto de tesorería: administra las entradas y salidas de efectivo con el objetivo de mantener la liquidez necesaria para el negocio.

Consejos de contabilidad financiera para pymes y autónomos

Ahora que ya sabes para qué sirve la contabilidad y cuáles son los conceptos esenciales que tu empresa debe conocer, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a tener el control total sobre tus finanzas:

Cuenta bancaria para empresas

Abrir una cuenta bancaria para tu empresa, que sea independiente a tu cuenta bancaria personal, es muy importante. Esto te ayudará a agilizar la contabilidad financiera de tu negocio y no mezclar tus gastos personales con los empresariales.

Pago de impuestos

Conocer todas tus obligaciones fiscales y cumplir con los plazos de pago a Hacienda también es esencial para evitar posibles multas o sanciones por parte de la administración pública.

Control de gastos

Implementar un sistema de control de gastos te será especialmente útil para reducir costos innecesarios en tu negocio y garantizar la máxima calidad en los productos y servicios que ofrezcas a tus clientes.

Fondo de emergencia

Tampoco te olvides de reservar una parte de tus ganancias. Esto te permitirá gestionar posibles adversidades en el futuro, además de garantizar liquidez (a corto plazo) y solvencia (a largo plazo) por parte de tu empresa.

Asesoría financiera

Contratar a un asesor profesional que se encargue de gestionar tus finanzas te ayudará a llevar al día la contabilidad del negocio, así como a cumplir con todos tus objetivos y aumentar tu eficiencia. Además, te será muchísimo más fácil cumplir con el pago de impuestos.

Formación al equipo

Si tienes empleados a tu cargo, también es importante que cuenten con unas nociones básicas de contabilidad. Esto ayudará a que ellos mismos puedan ayudarán a gestionar las finanzas del negocio.

Tecnología

Aprovechar las nuevas tecnologías puede ayudarte a gestionar mucho mejor la contabilidad financiera. Nosotros te aconsejamos utilizar un software específico para la contabilidad, como apps y plataformas de facturación electrónica que te permitirán trabajar mucho más rápido y reducir errores.

En definitiva, organizar y controlar la contabilidad financiera te facilitará la toma de decisiones y te ayudará a cumplir con todas tus obligaciones fiscales, así como a impulsar el crecimiento de tu empresa.

Si quieres saber más, en Yoigo Negocios te ayudamos con tu factura electrónica obligatoria. Entra en nuestra web o llámanos al 900 622 500 y estaremos encantados de resolverte cualquier duda que tengas.