Es habitual que a la hora de invertir se quiera obtener la máxima rentabilidad posible. Una de las alternativas que muchos barajan es la de apostar por un único activo, aunque es una práctica que arrastra un riesgo bastante importante. De ahí a que la diversificación sea la mejor estrategia de cara al largo plazo.
Entre las primeras enseñanzas que se aprenden al invertir destaca la necesidad de diversificar lo máximo posible. Dicho de otro modo, no poner todos los huevos en la misma cesta. De ahí a que una opción sea invertir en más de un valor en los mercados o, aún mejor, en vehículos que ya tienen una diversificación intrínseca como es el caso de los fondos de inversión.
A continuación, puedes ver las ventajas que tiene la diversificación a la hora de la inversión y por qué es una mecánica que es muy interesante que apliques.
El principal motivo por el que la diversificación de inversiones es tan importante es que permite reducir el riesgo de nuestra cartera. Esto disminuye el riesgo de nuestra cartera al reducir la posibilidad de que una mala acción o un mal sector arrastre a toda nuestra cartera.
Si tienes todo tu dinero invertido en una única empresa y que esa empresa quiebra, perderás todo tu dinero. En cambio, si inviertes una fracción de tu capital en diferentes (y numerosas) empresas, si alguna de ellas quiebra, el impacto en tu cartera será mucho menor.
El balance de tu cartera seguirá subiendo y bajando, pero las fluctuaciones serán menores puesto que estarán basadas en el movimiento colectivo del grupo de empresas en las que has invertido. Además, suprimes el riesgo de perderte la siguiente empresa que explote (en el buen sentido de la palabra) en bolsa.
Para implantar la diversificación es recomendable que entiendas en qué inviertes. Tal y como asegura Warren Buffett, uno de los inversores más destacados y reconocidos en Wall Street, él no invierte en negocios que no conoce.
Por tanto, a la hora de componer la cartera esta máxima debe aplicarse siempre. “Si no se entiende de dónde viene la rentabilidad es mejor no apostar por ningún activo”, comenta José Luis Herrera, analista independiente.
Además, resulta importante ser selectivo y paciente para llevar a cabo una diversificación adecuada. “Se trata de ser disciplinado a la hora elegir las inversiones”, agrega Herrera.
El proceso de construir carteras y la ejecución por parte de los inversores debe ser consistente y centrarse en objetivos a largo plazo, con independencia de las fluctuaciones diarias de los mercados.
Muchos expertos suelen indicar que, a la hora de invertir, hay que ser muy selectivos primero con los países, pero sobre todo con las compañías, ya sea vía renta variable o renta fija.
“Apostar por índices puede acarrear un cierto riesgo, debido a que suelen tener una composición poco equilibrada”, asegura Antonio Castelo, responsable de renta variable de iBroker.
Si nos fijamos en el Ibex 35, por ejemplo, índice de referencia del mercado español en el que el sector bancario cuenta con un peso importante que se traduce en una mayor volatilidad en las inversiones: cuando el contexto es alcista, el índice español sube más que sus homólogos y, de manera contraria, tiene más pérdidas en contextos en los que la bolsa cae más.
Así, existen muchos tipos de fondos y todos están diversificados en mayor o menor medida. “Es la mejor posibilidad para reducir el riesgo puesto que, por muy global que sea el vehículo nunca podrá abarcar todos los sectores y ámbitos geográficos”, dice Castelo. Y es que debería reducir la posibilidad de tener minusvalías.
“Solo por eso ya resulta beneficioso centrarse en este tipo de producto para evitar pérdidas en el largo plazo”, ahonda.
Esta es una cuestión importante, aunque una respuesta matemática, según los expertos. Cuando inviertes en una acción tienes una probabilidad muy alta de perderlo todo o casi todo. Si el resultado es adverso tu capital puede correr serio peligro.
“Cuando inviertes en 10 acciones de mercados y sectores diferentes, la probabilidad de que todo vaya mal se reduce muchísimo
“Cuando apuestas por dos acciones, supongamos que, de sectores y mercados diferentes, la probabilidad de perder (casi) todo se reduce bastante”, asegura José Luis Cárpatos, director de inversiones de Gloversia Eafi. “No obstante, cuando inviertes en 10 acciones de mercados y sectores diferentes, la probabilidad de que todo vaya mal se reduce muchísimo”, analiza.
En este sentido, conforme vas aumentando la muestra, el riesgo de tu cartera conjunta se reduce. Si has invertido en 50 acciones y 2 van a la quiebra, tan solo te afecta al 4% de la cartera.
Por esta razón son tan útiles los ETFs ¿qué pasa si inviertes en 2.000 acciones por un coste ridículo? En 1977 E. J. Elton y M. J. Gruber publicaron "Risk Reduction and Portfolio Size: An Analytic Solution", en el Journal of Business del Chicago Press, y analizaron una muestra de 3.290 acciones.
Estudiaron qué pasaba al elegir de forma aleatoria algunas acciones con su volatilidad (desviación estándar) y, lo que es más importante, el ratio entre la volatilidad de la cartera respecto a la volatilidad de un activo.
Los resultados fueron sorprendentes; una cesta de 30 acciones tiene un riesgo conjunto parecido al de una cartera con 1000 activos. “A partir de 30 activos la diversificación se puede considerar casi máxima”, destaca Cárpatos.
Una vez que se ha podido observar por qué es tan importante diversificar nuestras inversiones, conviene ver qué maneras existen para llevarlo a cabo. Resulta bastante sencillo crear una cartera de inversión con una buena diversificación. Hay principalmente varias maneras de hacerlo.
“En lugar de invertir 10.000 euros en acciones de Inditex, es mucho mejor invertir 1.000 euros en 10 empresas del mercado español, con una exposición del 10%”
En primer lugar, lo que se conoce como diversificación numérica. “Por ejemplo, en lugar de invertir 10.000 euros en acciones de Inditex, es mucho mejor invertir 1.000 euros en 10 empresas del mercado español, con una exposición del 10% en cada una de ellas”, concreta Herrera.
Para la gente que disponga de pequeños capitales (o que disponga de capitales más importantes pero que quiera diversificarse aún más) puede optar por ETFs. Por tanto, mediante una única inversión tendrás acceso a un número muy importante de empresas.
Existen multitud de ETFs que no sólo te permitirán hacer diversificación numérica, pero también los otros tres tipos de diversificación que vienen a continuación.
Por otra parte, existe el concepto de diversificación geográfica. “Es muy importante invertir en diferentes regiones”, indica Cárpatos. Lo mínimo es dividir nuestro capital entre Europa y Norte América, pero si además podemos añadir activos en Asia o en países emergentes, mejor que mejor.
Aquí entra el concepto de diversificación de divisas. Por ejemplo, invertir en España, Francia, Alemania e Italia sería un buen primer paso, pero no será suficiente porque si el euro pasa por una época de turbulencias, nuestro patrimonio se verá negativamente afectado.
“Por eso, es importante tener inversiones en diversas divisas para minimizar nuestro riesgo al no estar expuesto a una única moneda”, dice Castelo. “Como mínimo deberíamos repartir nuestro capital entre euros y dólares estadounidenses, aunque sería recomendable diversificar aún más e incluir en nuestra cartera activos en dólares canadienses, libras, yuanes etc.”.
Asimismo, es importante diversificar en diferentes activos. Todo lo anterior parece indicar que la única manera de hacer una diversificación de nuestro patrimonio es teniendo acciones de un gran número de empresas de sectores, países y divisas diferentes.
No obstante, existen multitud de activos en los que podemos invertir para diversificar nuestro patrimonio más allá de las acciones. “Por ejemplo, podemos invertir en renta fija al comprar bonos estatales, que por lo general ofrecen menos riesgo que los títulos cotizados”, reseña Cárpatos.
De cara a los mercados financieros la mejor manera de diversificarse al máximo es invertir en uno o varios los fondos que mezclan varios activos como acciones y bonos, y en diferentes zonas geográficas y de divisas.
Relacionado con este punto hay que tener en consideración que muchos fondos y ETFs se solapan. De este modo, invertir en varios no se traduce en que estés diversificando al máximo tu patrimonio puesto que es posible que varios fondos coincidan en algunas de las empresas en las que invierten.
Eso sí, conviene diversificarse más allá de los mercados financieros. Es por eso que es más que recomendable incluir en nuestra cartera también inversiones inmobiliarias e inversiones alternativas.
“Estas últimas son particularmente interesantes pues no están correlacionadas con los mercados financieros”, dice Herrera. Algunos de los ejemplos más interesantes son el crowdlending y el vino, pues no sólo te permiten diversificar tu cartera, sino que además ofrecen un rendimiento muy llamativo.
Asimismo, los inversores suelen mezclar acciones de valor (value) y crecimiento (growth) con otros activos, como bonos y activos inmobiliarios, para mejorar potencialmente los perfiles de riesgo y la rentabilidad de sus carteras.
“Dado que el rendimiento de los distintos tipos de activos o estilos de inversión puede no estar correlacionado, el impacto sobre una cartera de determinados activos que pierden valor puede ser compensado posiblemente por otros que generan beneficios”, resaltan Daniel C. Chung y Brad Neuman, director de inversiones y gestor, y vicepresidente y director de estrategias, correspondientemente de Alger.
“Pensamos que debe reevaluarse el papel de las acciones value”
“Creemos que es importante llevar a cabo una diversificación prudente, pero, basándonos en los resultados de los últimos 10 años o más, pensamos que debe revaluarse el papel de las acciones value para mejorar potencialmente el perfil de riesgo y rentabilidad de una cartera”, afirman los expertos de la gestora.
La cuestión es particularmente relevante en este momento porque los inversores han hecho importantes inversiones en acciones value. De los aproximadamente 9.300 millones de dólares en fondos de acciones de Estados Unidos y ETFs, solo 2.900 millones de dólares tienen su asignación en acciones de crecimiento puro, mientras que el resto de los activos son carteras value o mixtas, según los datos de Morningstar.
Sin embargo, el fuerte aumento de la inversión value ha dado resultados decepcionantes. Durante los últimos 10 años, la diversificación en acciones de valor habría logrado el objetivo opuesto de la diversificación: una cartera con rentabilidades absolutas más bajas y un perfil de riesgo/rentabilidad menos atractivo.
Las acciones de valor han tenido un rendimiento drásticamente inferior durante la última década, como resultado, en parte, de varios defectos en la "filosofía" value, en nuestra opinión.
En primer lugar, existe una dependencia de las métricas de valoración, que a menudo se basan en prácticas contables anticuadas que constituyen la base de la definición de "valor".
En segundo lugar, y lo que es más importante, invertir según la métrica del "valor" tiende a no apreciar los impulsores fundamentales del negocio de una empresa. Las compañías de estas características pueden ser víctimas del "cambio dinámico" en nuestra economía y sus industrias.
“Como resultado, los inversores en la categoría de estilo value a menudo están muy inclinados hacia las empresas con modelos de negocio heredados y estrategias de gestión y de producto estancadas”, cuentan Chung y Neuman.
Los inversores de esta filosofía se convierten así en inversores de sectores como la venta al por menor de materiales de construcción, las empresas de publicidad impresa y televisiva o las energéticas relacionadas con el petróleo y el gas.
Todo ello en el mundo real, donde los fundamentos empresariales del crecimiento y la innovación son lo primero (no las métricas de valoración financiera), se están convirtiendo en víctimas del cambio: “son los sectores perjudicados, no los disruptores”.
“Creemos que este cambio dinámico se está acelerando por la crisis del Covid, así como por otras tendencias en curso, y seguirá perjudicando la rentabilidad de las acciones value”, terminan estos expertos.
A modo de resumen, la diversificación es fundamental para proteger el capital y obtener rentabilidades que vayan de la mano de un riesgo asumible. Los expertos creen que es la mejor manera de hacer crecer tu patrimonio de una forma más segura.
Las valoraciones vertidas por nuestros expertos son opiniones de carácter particular y no representan una recomendación de inversión concreta. Para maximizar los beneficios de tu capital es recomendable que consultes con un especialista que se ajuste a tus necesidades.