Usuario, consumidor, cliente o comprador: ¿son lo mismo?


Usuario, consumidor, cliente, comprador... ¿Son lo mismo? A menudo, en el mundo del marketing y los negocios utilizamos términos que suenan bastante parecidos, pero que en realidad pueden tener un significado distinto. Te aclaramos qué diferencias hay entre estos cuatro conceptos.

Como habrás podido comprobar en más de una ocasión, todas estas palabras suelen utilizarse como si significasen lo mismo. Sin embargo, en este artículo veremos en qué situaciones debemos usar cada término para evitar confundir a tus clientes. ¿O en realidad son otra cosa? Lo descubrimos.

Usuario, consumidor, cliente o comprador: ¿son lo mismo?

Para que conozcas las similitudes y diferencias entre usuario, consumidor, cliente y comprador, en las siguientes líneas te explicaremos en detalle cuál es la definición de cada uno, así como sus principales características y algunos ejemplos prácticos.

Qué es un usuario

El usuario se define como la persona que utiliza un producto o servicio, es decir, su relación con el bien o servicio está enfocado en el uso práctico del mismo, más que en el proceso de compra.

Especialmente, este término se aplica en productos tecnológicos o de software, como aplicaciones o dispositivos, aunque también se utiliza con productos físicos que usamos con una cierta continuidad. Estas son las características más destacadas de los usuarios:

  • Uso directo por parte del usuario: tanto si ese usuario ha adquirido el producto personalmente o no, utiliza dicho producto de manera directa y se beneficia de él. Por ejemplo, una persona que utiliza una app de edición de fotos en su teléfono móvil es usuaria directa de ese software.
  • No necesariamente hay una compra directa: esto es muy importante, ya que el usuario no siempre paga por el producto, pero sí lo utiliza. Por ejemplo, un usuario compra una tablet, pero hay más usuarios que utilizan ese dispositivo, aunque no todos hayan pagado directamente por él.
  • La experiencia del usuario es esencial: esta depende en gran parte del diseño y, por lo tanto, de la facilidad de uso del producto. De hecho, cuando se trata de productos tecnológicos, es fundamental que estos sean funcionales.

Qué es un consumidor

El consumidor es el individuo que, finalmente, hace uso del producto o servicio. A diferencia del usuario, el consumidor está más relacionado con el proceso final del producto, que es su consumo, aunque tampoco es necesario que haya tenido que comprarlo.

No obstante, el término es más amplio y se puede aplicar a cualquier persona que disfrute del valor de un producto, ya sea tangible o intangible. Las principales características del consumidor son:

  • Se busca satisfacer una necesidad: esto es muy importante. Todos los consumidores buscan satisfacer una necesidad o una serie de necesidades a través de la compra de un bien o servicio de valor.
  • No requiere compra directa: aquí ya encontramos una similitud con el usuario. Los consumidores no siempre son aquellos que compran un producto. Por ejemplo, un niño puede ser el consumidor de un juguete que le regalaron sus padres.
  • Experiencia final del producto: el consumidor se beneficia de un producto hasta que se agota. Esto aplica, por ejemplo, tanto al consumo de alimentos como al disfrute de los servicios de un médico, un informático, un abogado, etc.

Qué es un cliente

El cliente es quien compra un producto o servicio, generalmente de una empresa, con el objetivo de obtener un valor directo, aunque no necesariamente para su uso o consumo personal. De hecho, este término suele estar más enfocado en las transacciones comerciales. Estas son sus características:

  • Hay una relación comercial: como te decíamos, cuando hablamos de cliente nos referimos, normalmente, a relaciones comerciales. Estas suelen ser, generalmente, con los proveedores del bien o servicio, a cambio de dinero.
  • Ingresos recurrentes para la empresa: los clientes suelen ser consumidores habituales de los servicios de un negocio. Por lo tanto, aquí también podemos hablar de que existe una fidelización por parte del cliente.
  • No necesariamente consume: el cliente no siempre es quien usa o consume el producto. Por ejemplo, una persona puede ser cliente de una tienda de ropa o de una tienda de tecnología, pero compra prendas u ordenadores para otras personas.

Qué es un comprador

Por último, el comprador es la persona que realiza la transacción de compra. Aunque es similar al cliente, el término comprador suele tener un matiz más transaccional, ya que se refiere únicamente a la acción de comprar. Sus características diferenciadoras son:

  • Acto de compra: como su propia palabra indica, el comprador es fundamentalmente quien realiza la transacción comercial, ya sea de manera física u online.
  • Compra ocasional: no implica necesariamente una relación comercial a largo plazo con el proveedor del producto o servicio, algo que sí es mucho más probable que ocurra con el cliente. Por lo tanto, busca satisfacer una necesidad muy puntual. Además, puede actuar por otros, sin ser usuario ni consumidor.
  • Toma de decisiones: aquí entra en juego la capacidad de tomar una decisión tan importante como realizar una compra. Por eso, el comprador deberá considerar factores clave como la calidad del producto, el precio y la necesidad de adquirir ese bien en un momento determinado.

En definitiva, ser usuario no necesariamente coincide con ser consumidor, pero tampoco es lo mismo que ser cliente y no siempre juega el papel de comprador. Por eso, diferenciar estas cuatro palabras te ayudará a utilizar el término más adecuado para tus estrategias de marketing y ventas en tu empresa.

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