Estrategias para subir precios y combatir el IPC en 2022


La economía mundial está viviendo momentos muy convulsos. Tras la pandemia ha tocado enfrentarse a la crisis de suministros provocada por los cuellos de botella en las cadenas de producción. El precio de materias primas como el petróleo también se disparó.

La inflación en nuestro país ya había superado el 6% cuando sucedió lo peor: la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha terminado de contribuir al aumento de los precios de materias primas. En estos momentos, España se enfrenta a un 7,4% de subida del IPC.

Si tienes una empresa, esta situación te afecta directamente y debes saber cómo subir los precios para combatirla.

Cómo afecta la subida del IPC a las empresas

Las consecuencias del incremento del IPC afectan, como es lógico, tanto a consumidores como a empresas. Las compañías grandes, así como las pequeñas, sufren las repercusiones del aumento de la inflación, aunque no en la misma medida. Todo depende de cómo gestione cada una la situación.

Al producirse un incremento de los precios, los ciudadanos ven cómo su poder adquisitivo desciende, es decir, pueden comprar menos cosas con los mismos ingresos. En momentos como este, las empresas tienen que afrontar el hecho de que sus clientes reduzcan el gasto.

Por tanto, la pérdida de poder adquisitivo acaba derivando en un descenso del consumo. La gente no puede hacer frente a su nivel de gasto, y se ve obligada a reducirlo. Las firmas dedicadas a bienes y servicios opcionales suelen ser las principales afectadas.

Otra de las consecuencias derivadas del aumento del IPC está directamente relacionada con los proveedores. La inflación dispara también sus precios, lo que sube el gasto de la empresa.

Todo esto se traduce en algo muy sencillo: las compañías reducen sus ingresos, y a la vez aumentan su gasto, lo que hace evidente la necesidad de subir también sus precios para combatir el incremento del IPC. La cuestión es cómo hacerlo sin efectos rebote.

Elevar los precios y mantener satisfechos a los clientes

El equilibrio entre ambas cosas no es fácil, pero tampoco es imposible. En el caso de tener una empresa y tener que hacer frente a esta situación, es importante que sepas antes de nada lo que no debes hacer.

Reducir el número de ofertas o cupones habituales es un error. Es probable que pienses que al eliminar ofertas, el cliente pagará una cantidad mayor, lo que te ayudará a paliar la caída de tus ingresos. Sin embargo, los clientes suelen darse cuenta de ese tipo de acciones.

Hay estudios que demuestran que el consumidor presta especial atención a las ofertas. Los clientes no suelen llegar a consumir los cupones de descuento. No obstante, acaba comprando con la sensación de que ha conseguido un mejor precio. Ergo "satisfacción".

Otro de los errores que se comete con especial frecuencia, es bajar la calidad del producto. Antes comentábamos que la subida del IPC afecta a los precios de los proveedores.

Por ello, es muy habitual que, como empresario, busques opciones más baratas para combatir la inflación. No lo hagas, especialmente si tienes una cartera de clientes fiel a tu producto.

La gente siempre nota que la calidad no es la misma, algo que acabará por repercutir de forma negativa en tu negocio. Piénsalo bien: si llevas toda la vida comprando los mismos cereales y, de repente, la marca los sustituye por unos peores ¿los comprarías?

Existe una estrategia generalizada nefasta para la fidelidad de tus clientes: reducir la cantidad de producto. Por ejemplo, modificar un pack de 5 unidades que cueste 10 euros y pasar a ofrecer 4 unidades por el mismo precio.

La medida tiene escaso efecto porque influyen muchos factores en la producción, como el transporte, el empaquetado, etc. Al final, la reducción no supone un ahorro significativo. El cliente además puede darse cuenta y sentirse engañado, lo que dañaría la marca.

Qué hacer para frenar la inflación

Para combatir la subida del IPC no tienes más remedio que subir el precio de tu producto. Una forma de hacerlo sin que el cliente lo reciba como algo negativo, es mejorando y rebautizando tu producto. Haz ver al consumidor que le estás ofreciendo una versión mejorada.

Puedes camuflar también la subida del precio mediante una promoción. Retirar las ofertas no tiene un impacto positivo, pero cambiar el nombre del producto, aumentar su precio y lanzarlo con una promoción de descuento, sí.

Otro plan que funciona consiste en cambiar la manera de comunicar el precio al cliente. En vez de anunciar un precio de 200 euros, se puede expresar hablando de 16 euros al mes.

Si el importe anterior eran 160 euros, no es lo mismo mencionar una subida de 40 euros al año que una de 3 euros al mes. A nivel psicológico, la percepción es fundamental.

Por eso debes asegúrate de tener una horquilla de productos de diferentes precios. Si tu intención es aumentar algunos, procura ofrecer otros un poco más económicos que te permitan anunciar tus servicios por una cantidad “desde”

Esto, sumado a la venta cruzada, te servirá como gancho hacia tu marca. No olvides que combatir la subida del IPC supone combinar distintas estrategias al mismo tiempo.

¿Quieres justificar el aumento de precios? Siempre puedes añadirle a tu producto algún tipo de servicio Premium. Por ejemplo, aumentar su garantía y ofrecer algún servicio exclusivo con su compra.

La idea es que incrementes el valor que le ofreces al cliente sin elevar la inversión que llevas a cabo para ofrecer el servicio. El consumidor quedará satisfecho y tus cuentas se mantendrán saneadas.

Ojo, todos estos movimientos debes llevarlos a cabo con cabeza. Nadie sabe cuándo volverán los precios a niveles normales, y una apuesta arriesgada podría terminar de desgastar tu proyecto a largo plazo. La competitividad quema, y más en este tipo de situaciones.

Por eso lo mejor que puedes hacer es afinar el oído más que nunca. Entra en nuestra web o llama al 900 622 700 y prepara a tu empresa para los retos inciertos que se avecinan a medio plazo, con Yoigo Negocios como aliado principal.