¿Qué es lo que se necesita para crear una empresa rentable y triunfar en el mundo empresarial? La mayoría de los expertos coinciden en señalar la semilla que germina; la gran idea que fundamentará todo el negocio. ¿Y ya está? No.
Una vez tengamos clara esa idea nos hará falta un capital para ponerla en marcha. Ten en cuenta que hay propuestas brillantes sin financiación y ideas pobres que cuentan con el respaldo necesario para materializarse. Todo es relativo.
Es posible que puedas empezar con poco, rentabilizar tu idea rápido y comenzar a ganar dinero para hacerla crecer. Sin embargo, lo habitual es que durante los primeros pasos necesites financiación.
Cuando creamos una nueva empresa desde cero lo más normal es que esta sea una pyme, es decir una pequeña o mediana empresa. Este tipo de empresas tienen unas características concretas: 250 trabajadores y facturación inferior a 50 millones de euros.
Cualquier empresa que supere estas dos condiciones no se consideraría como una pequeña y mediana empresa. Dentro del grupo de las pymes, existen tres tipos:
Es importante destacar que estos datos se recopilan basándose en el último ejercicio fiscal y contable ya cerrado. Una empresa de nueva creación se clasificará en función de las estimaciones que se hagan de su futura facturación.
A partir de ese momento, para pasar de un grupo a otro se necesita cumplir con los requisitos durante dos ejercicios.
En lo que se refiere a la contabilidad de las pymes, algo de lo que debes estar informado es del Plan General de Contabilidad. Actualmente este se simplifica pasando a llamarse Plan General de Contabilidad para pymes.
Para emplear este segundo plan mencionado, las empresas deberán cumplir con dos de estos tres requisitos.
Una vez claro lo relativo a la naturaleza de este tipo de empresas, es hora de meterse en el tema de financiar la pyme. Si no tienes experiencia es normal que acabes dejándote llevar por falsas promesas, FOMO y otros males del mercado.
Los bancos son la primera opción lógica de financiación. ¿Por qué? Las grandes entidades financieras suelen contar con productos personalizados para las pymes. Es decir, que facilitan mucho el proceso.
En esta vía existen opciones de financiación, tanto de corto como de largo plazo; desde tarjetas o líneas de crédito hasta préstamos.
En los últimos años los créditos ICO se han popularizado bastante dentro de las ayudas. Especialmente desde que llegó la pandemia de coronavirus. Muchos negocios se vieron obligados a cesar temporalmente su actividad y dejar de percibir ingresos.
El crowdlending es una de las opciones de financiación más novedosas. Consiste en una vía colectiva de financiación que se lleva a cabo de a través de una plataforma digital, en la que diferentes tipos de inversores ofrecen su dinero a devolver hasta en 7 años.
Otra opción es el capital de riesgo. Se trata de grandes gestoras de fondos que financian proyectos de los que esperan obtener gran contabilidad. Se las conoce como sociedades de capital riesgo o venture capital.
Los Fondos Private Equity son similares a los anteriores. La diferencia reside en que estos se centran en proyectos que ya se hayan consolidado porque los consideran menos arriesgados. Son una buena opción si ya tienes una pyme y quieres ampliar.
Estos son cincos métodos adecuados para financiar tu pyme, pero antes de decantarte por uno de ellos deberías tomar algunas precauciones.
Esperar mucho para pedir financiación no es una buena idea. Cuando tienes clara la hoja de ruta para el arranque de tu empresa, es obvio que tendrás que saber cómo vas a pagar todos los gastos que generes al principio.
Imagina que das forma al proyecto y empiezas a buscar capital una vez firmado el contrato de alquiler de un local o llegado a un acuerdo con proveedores. Si no encuentras quién te financie, ¿cómo harías frente a todos esos gastos?
El dinero es goloso, y hay entidades dispuestas a ofrecer mucho.Nunca te endeudes por encima de tus posibilidades. Recordar siempre que el dinero prestado no es gratis, habrá que devolverlo con intereses. Pide exclusivamente lo necesario.
Sí, con el apalancamiento es posible crecer, pero esta técnica queda reservada a empresas afortunadas de tener una buena salud financiera. Emprender ya con deuda puede empujarte a un precipicio sin salida.
Dejando eso de lado, los préstamos tienen siempre comisiones: compáralas. Es importante porque representa dinero a mayores del préstamo. Nunca te quedes con el primero que acepte financiarte.
Procura desarrollar un plan de negocio sólido. Lo primero que comprueba una entidad a la que pides financiación, es la viabilidad. Lógico, teniendo en cuenta que necesitan algo que les asegure la devolución del dinero prestado.
Imagina que alguien te pide dinero para un proyecto, no porque no tenga, sino porque no quiere arriesgar el suyo propio. ¿Invertirías en una empresa si su propio creador no está dispuesto a hacerlo?
Mentir sobre los resultados para obtener la financiación solo hará que tu negocio se vaya a pique. Si presentas unos datos irreales, probablemente la empresa no genere la rentabilidad que necesitas para devolver el préstamo.
Sí, faltar a la verdad te puede servir para conseguir el dinero, pero luego no serás capaz de cumplir con el contrato que te permitió adquirirlo en un primer lugar. Es dar una patada a un problema crítico que echará por tierra tu negocio.
En resumen, si tienes una buena idea y has hecho un estudio de mercado que indica que es viable, no dudes en solicitar financiación para tu proyecto. Ten en cuenta, eso sí, no cometer ninguno de estos errores.
Si necesitas ayuda en el proceso de la creación, financiación o consolidación de tu empresa, en Yoigo Negocios estamos dispuestos a darte los mejores consejos. Entra en nuestra web o llama al 900 622 700 y haremos realidad tu proyecto.