Los impuestos son los pagos que los ciudadanos deben abonar al Estado, tanto a nivel particular como a nivel empresa. En casi todos los países estos tributos son la fuente principal de ingresos de los gobiernos, a través de la que se financian y hacen frente a los gastos públicos.
Por eso no es nada raro que te hayan surgido dudas sobre las clases de impuestos que hay en España y cuáles son sus diferencias a la hora de hacer la Declaración de la Renta, o gestionar una sociedad declarando sus ingresos y gastos.
Basándonos en la base sobre la que se aplican, en España existen fundamentalmente dos tipos de impuestos: directos e indirectos.
Los impuestos directos se calculan sobre la manifestación directa de la riqueza de una persona, es decir, sus ingresos y su patrimonio. Los indirectos, por otra parte, gravan el consumo y la transmisión de bienes o derechos.
Para entender mejor la diferencia, basta decir que los impuestos directos dependerán de lo que ingreses y de lo que tengas, mientras que los tributos indirectos no se basarán en lo que poseas, sino en lo que compres.
Dentro de este tipo de tributos, los ejemplos más conocidos en España son los siguientes:
Estos son los ejemplos de impuestos indirectos más conocidos en España:
Una vez tengas claro cuáles son los tipos de impuestos del sistema fiscal de España, es importante que entiendas las diferencias fundamentales que hay entre ellos.
Esencialmente, se distinguen porque uno tiene en cuenta el poder adquisitivo de los ciudadanos mientras que otro no.
Como ya hemos explicado, los impuestos directos gravan la manifestación directa de la riqueza de una persona. Esto quiere decir que el contribuyente pagará una cantidad determinada de impuestos que depende directamente de cuánto dinero gane y posea.
Por otra parte, los impuestos indirectos gravan las compras, y el porcentaje es exactamente el mismo independientemente de la situación económica del ciudadano. Por ejemplo, si compras una barra de pan, pagarás un 4% de IVA dando igual el dinero que ganes o los bienes que tengas.
La mejor manera de entender esto es comparar los porcentajes de los impuestos directos e indirectos más conocidos: el IVA y el IRPF.
Ya has podido saber qué tipos de IVA hay y qué porcentajes se aplican en cada caso. En el caso del IRPF, el tramo a pagar depende directamente de los ingresos que indique el contribuyente en su declaración de la renta:
Independiente de si eres trabajador por cuenta ajena, autónomo o perteneces a una sociedad, es muy importante que estés al tanto de cuál es el funcionamiento del sistema fiscal, ya que pagar impuestos es responsabilidad de todos los ciudadanos.
En caso de no estar al corriente de tus obligaciones con la Agencia Tributaria, las consecuencias pueden ser graves, por lo que siempre es recomendable ponerse en contacto con un experto que te ayude con tu Declaración de la Renta y con todo lo relacionado con los impuestos que debes abonar.
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