Mejores alternativas de inversión para 2021, según los expertos


La economía mundial se ha recuperado de lo peor de la recesión causada por el covid-19. De ahí a que muchos ahorradores hayan puesto ya el foco en las mejores alternativas de inversión para este 2021.

Los países han utilizado estímulos para combatir el coronavirus. El elevado endeudamiento público y privado, junto con el aumento de la volatilidad de la inflación puede ser el denominador común del ejercicio. Así, a continuación, puedes ver cuáles son las principales opciones a tener en cuenta para invertir en este nuevo año.

La represión financiera y el endeudamiento podrían elevar los rendimientos a largo plazo

Habida cuenta del respaldo prometido por los bancos centrales frente al coronavirus, los tipos de interés a corto plazo podrían mantenerse mantendrán en niveles extremadamente bajos durante un futuro previsible.

Esto supone básicamente una vuelta a la carga de las políticas de represión financiera (incluyendo bajos tipos de interés, flujos de capital limitados y otras regulaciones) que los bancos centrales aplicaron tras la crisis financiera para favorecer la reducción del endeudamiento de sus economías”, apunta Stefan Hofrichter, responsable de Estrategia y Economía Global en Allianz Global Investor.

En su opinión, la constante intervención de las instituciones monetarias es necesaria, pero podría dar lugar a una subida de la inflación y otros problemas a medio y más largo plazo. Por otra parte, una enorme oferta de bonos soberanos —consecuencia directa de una política fiscal extremadamente expansionista— continuará inundando los mercados de bonos en los próximos trimestres

Es posible que los inversores quieran plantearse invertir en bonos ligados a la inflación —incluyendo valores del Tesoro protegidos frente a la inflación en Estados Unidos y Gilts en Reino Unido—“, asegura el experto de Allianz GI.

De aquí a que quepa esperar que estos activos se beneficien directamente de las expectativas de subida de la inflación, puesto que están diseñados para ayudar a proteger a los inversores frente a la inflación. En esta línea, el oro también podría ser un activo a tener en cuenta por la política monetaria acomodaticia.

Existe una estrecha conexión histórica entre unos precios del oro elevados y los entornos de rendimientos reales bajos o descendentes, porque la gente suele comprar oro cuando considera que otros 'activos refugio' no ofrecen una oportunidad mejor”, comenta Hofrichter.

Aunque las inversiones tradicionales de cobertura de cartera en los activos de renta fija del Estado pueden reducirse dados los bajos niveles de rendimiento actuales, el crédito empresarial debería seguir beneficiándose a medida que los inversores buscan rentabilidad.

Esta dinámica probablemente continuará, en un contexto de baja inflación y con una política monetaria anclada”, comenta Stéphane Monier, CIO de Lombard Odier Private Bank. “En esta línea, los bonos en divisa fuerte de los mercados emergentes resultan especialmente atractivos”, agrega.

Las acciones pueden ser una opción tras la mejora en la pandemia

En el contexto de agitación del covid-19 y las consiguientes medidas de confinamiento, determinadas regiones y clases de activos se comportaron bastante bien —en particular las empresas de ventas minoristas por Internet y las tecnológicas de gran capitalización de Estados Unidos—.

Sin embargo, la evolución positiva de la lucha contra el coronavirus podría favorecer a un abanico más amplio de valores y regiones, además de los “ganadores del coronavirus”.

Uno de los avances positivos fue el anuncio de ensayos prometedores de vacunas a finales de 2020. Sin embargo, la progresión de las campañas iniciadas a principios de año no dejan atisbar cuándo se alcanzará la soñada protección o "rebaño de grupo".

Hasta entonces, probablemente muchas regiones se enfrentarán a nuevas oleadas de infecciones por coronavirus”, resalta Hofrichter, anticipando lo que ya está viviendo Europa en la consensuada "tercera ola".

Por consiguiente, no haya una deadline clara y material de regreso a la normalidad, las perspectivas de crecimiento seguirán siendo inciertas y el gasto del sector privado (incluyendo el consumo privado y las inversiones) podría ser contenido.

Eso sí, si los datos económicos cíclicos pierden impulso, la renta variable podría atravesar dificultades —en particular, si los mercados observan una desconexión entre los precios de los activos y la salud subyacente de la economía“, comenta José Luis Cárpatos, director de inversiones de Gloversia Eafi.

Dado que los mercados todavía afrontan múltiples incertidumbres, sugerimos a los inversores que se planteen construir una cartera de renta variable equilibrada, en lugar de buscar una simple llamada direccional que indique cómo invertir”, añade Hofrichter.

Por ejemplo, si la pandemia se consigue controlar realmente en 2021, prevemos una rentabilidad superior de los activos Value cíclicos (como la industria y las finanzas)”, describe el experto de Allianz GI.

En este sentido, las acciones Value (que tienden a ofrecer valoraciones relativamente más bajas) todavía se podrían beneficiar de unas perspectivas positivas a término de 2021, en comparación con los valores Growth (que tienden a presentar unas valoraciones y un crecimiento de los ingresos más elevados).

Las acciones Value resultan mucho más baratas de lo que han sido históricamente. Al mismo tiempo, es demasiado pronto para decir qué trayectoria podrían seguir los títulos Value. “Todavía no hemos observado un catalizador que pueda cerrar la brecha existente entre las acciones Value y las Growth”, concreta Hofrichter.

La noticia de la aprobación de las diferentes vacunas eliminó el peor escenario posible para la recuperación, haciendo de las acciones cíclicas, incluyendo las pequeñas capitalizaciones, más convincentes.

Esto prepara el terreno para una recuperación parcial de las valoraciones y beneficios de las acciones industriales, del sector de la construcción, las financieras y energéticas, así como en los mercados europeos donde estos sectores son predominantes”, asegura Monier.

Todos estos sectores sufrieron la desaceleración consecuencia de la pandemia, pero tienden a tener un rendimiento más rápido en un repunte económico.”

La demanda de los valores de calidad en el sector sanitario y tecnológico continuará en 2021, especialmente después de la fase inicial de recuperación, ya que “sus cimientos siguen siendo fuertes”, dice el experto de Lombard Odier Private Bank.

Por tanto, muchos temas Growth siguen siendo atractivos — particularmente, áreas de alta tecnología como la Inteligencia Artificial y la ciberseguridad—. “Representan cambios seculares a más largo plazo que ya existían antes del coronavirus”, afirma José Luis Herrera, analista independiente.

Podemos considerarlos corrientes más profundas que puede que a los inversores les interese sondear, además de navegar por las agitadas aguas de la superficie”, analiza.

La debilitación del dólar favorecería a los mercados no estadounidenses

A medida que la recuperación económica mundial fue ganando fuerza, el dólar estadounidense perdió valor frente a otras monedas.

En este sentido, los expertos creen que la debilitación del billete verde podría ser positiva en bolsa para algunas grandes empresas estadounidenses que obtienen gran parte de sus ingresos en el extranjero, dado que otros países dispondrían de un mayor poder adquisitivo para comprar productos estadounidenses.

Más probablemente, una debilitación del dólar indica que los mercados sienten que las economías no estadounidenses tienen perspectivas más sólidas”, confirma Hofrichter.

Esto podría ser una buena señal para los mercados no estadounidenses —particularmente en Europa, que está infravalorada en comparación con Estados Unidos.

La renta variable de mercados emergentes que, en estos momentos presentan un superávit por cuenta corriente —lo que significa que se benefician de exportaciones netas—, también tiende a superar la rentabilidad de su homóloga de mercados desarrollados durante periodos de debilidad del dólar estadounidense.

Históricamente, cuando la divisa norteamericana se ha mostrado débil, los diferenciales de crédito de mercados emergentes (su exceso de rendimiento respecto de bonos estadounidenses similares) se han contraído, mientras que el valor de los bonos ha aumentado.

Esto podría ser un buen presagio para la deuda de mercados emergentes durante el año”, destaca Hofrichter. Por eso, los inversores deberían tener en cuenta los bonos corporativos asiáticos de alta calidad

Es posible que este esquema impulse la inflación en Estados Unidos, lo que podría confirmar nuestras expectativas de pronunciamiento de la curva de rendimientos y dotar de un mayor atractivo a los valores del Tesoro estadounidense protegidos frente a la inflación.

Inversiones en clave de sostenibilidad

Toda la actividad económica depende de los recursos naturales y, sin embargo, el modelo económico actual se caracteriza por el gasto.

Las empresas con soluciones ambiciosas y sostenibles en todos los sectores e industrias están impulsando la transición hacia alternativas más limpias, más eficientes, inclusivas y circulares y lo que llamamos la economía CLIC.

Apostamos por las empresas que desarrollan nuevas tecnologías y productos para frenar sus elevadas emisiones de CO2, contribuyendo así de manera significativa a la lucha contra el cambio climático”, asegura Monier.

En esta línea, la pandemia del coronavirus sacó a la luz vulnerabilidades compartidas en la economía mundial y en los sistemas de los que todos dependemos. Los inversores necesitarán cada vez más encontrar formas de ser selectivos con respecto a los sectores y valores individuales, en lugar de confiar en la rentabilidad del mercado en general.

Los factores ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) pueden representar una lente útil para poner de relieve importantes riesgos globales y poner a prueba la resiliencia de empresas y sistemas.

Por ejemplo, dado que todavía se requiere un gasto masivo para conseguir que algunas partes de la economía recuperen su trayectoria de crecimiento previa a la pandemia, algunos gobiernos ven una oportunidad de rejuvenecer infraestructuras existentes como las redes eléctricas.

Esto se puede hacer al tiempo que se construyen los proyectos sociales, ambientales y de energías limpias que favorecerán el bienestar y la prosperidad de las generaciones futuras”, profundiza Hofrichter.

Del mismo modo, Monier cree que existen oportunidades de inversión sin explotar en empresas que utilizan enfoques regenerativos para los recursos naturales del planeta.

Estos modelos de negocio positivos para el medio ambiente ofrecen una gran promesa para el crecimiento económico futuro. “Invertir en estas soluciones sostenibles es un factor clave para el rendimiento futuro de la cartera”, opina.

Esto se puede producir dentro del marco de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, que requieren una mayor cooperación entre países, organizaciones, empresas y personas físicas a la hora de abordar problemas de desarrollo esenciales.

Las compañías están realizando avances prometedores en los campos de la producción, el procesamiento y la distribución de alimentos, y están buscando un capital muy necesario de los inversores. Ese es un de los motivos por los que hay que tener en cuenta la sostenibilidad a la hora de realizar las estrategias de inversión.

La apuesta por acciones de Asia e invertir en economía real

La recuperación económica de China y el hecho de que su economía esté más impulsada por el mercado interno hace que los mercados de valores del país estén cada vez menos correlacionados con los índices del resto del mundo.

El gigante asiático también podría uno de los primeros beneficiarios de cualquier intento por retomar las relaciones comerciales con Estados Unidos bajo la nueva presidencia de Biden. Además, en otros mercados emergentes, las perspectivas deberían mejorar gracias a la reactivación del comercio mundial, tras dos años de contracción.

En concreto, la recuperación del crecimiento de los mercados emergentes, la consecución de las campañas de vacunación y la reducción de los riesgos extremos para las divisas emergentes más débiles, deberían hacer subir el Índice de Divisas de Mercados Emergentes de JP Morgan en este primer trimestre de 2021.

Nos gustan las divisas que cuentan con un respaldo en cuanto a su valoración, buenos equilibrios externos y una exposición a una recuperación del comercio mundial como el yuan chino, el won surcoreano, la corona checa y el peso chileno, así como las que, como el dólar taiwanés y el siclo israelí, se comportan bien en un contexto de tipos de interés bajos por largo tiempo”, ahonda Monier.

En conclusión, la covid-19 ha cambiado por completo la situación en el ámbito de la inversión, pero se habrían generado oportunidades para generar rentabilidades al calor de la recuperación económica y la normalización de la actividad social.

Las valoraciones vertidas por nuestros expertos son opiniones de carácter particular y no representan una recomendación de inversión concreta. Para maximizar los beneficios de tu capital consulta con un especialista para que te asesore conforme a tus necesidades.