Descargarse una imagen a través de internet es lo más sencillo del mundo hoy en día. Basta con introducir las palabras clave en el buscador, seleccionar aquella que nos interesa y pulsar la opción de “guardar imagen” con el botón derecho del ratón.
Sin embargo, hacerlo sin comprobar el copyright puede acarrear consecuencias legales. Hay alternativas y contenido libre al que todos tenemos acceso, pero debes estar al tanto de cuáles son los diferentes tipos de copyright y qué se te permite usar.
De lo contrario, estaríamos hablando de atentar contra los derechos de autor. Esto es todo lo que necesitas saber sobre los usos y aspectos legales del copyright:
Técnicamente, el copyright reconoce los derechos de autor que alguien tiene sobre su obra. Gracias a estos derechos, esta persona es la única que puede utilizar dicha obra.
En caso de querer hacerlo un tercero, tendría que pagar por esos derechos además de pedirle una autorización expresa al autor para utilizarla.
Dentro de lo que se refiere a los tipos de trabajo que comprende el copyright, los más habituales son los siguientes:
Artículos, libros y folletos.
Grabaciones, obras musicales y cualquier tipo de composición musical con o sin letra.
Cualquier tipo de obra audiovisual.
Pinturas, dibujos o cualquier obra artística (bocetos, cómics, esculturas, cuadros…)
Entrevistas, en vídeo o escritas.
Diseños gráficos, topográficos o mapas.
Este tipo de obras, no necesitan ser inscritas a través de ningún procedimiento concreto para obtener copyright. Según nace con la creación de la obra en sí ya lo incorpora.
Es decir, los derechos de autor se reconocen a nivel legislativo en el momento en el que alguien crea una obra.
El copyright o derechos de autor está regulado en todos aquellos países que estén adscritos al Convenio de Berna. Este Convenio, establece que la vigencia de los derechos de autor es de al menos cincuenta años después de la muerte de este.
No obstante, cada país puede establecer sus propias normas al respecto. En el caso de España, la duración de los derechos de autor está regulada en el Real Decreto 1/1996 por el que se aprobó el nuevo texto de la Ley de Propiedad Intelectual.
La vigencia es durante toda la vida de su creador y setenta años después de su muerte. A partir de este momento, un libro, fotografía, dibujo, etc., puede ser distribuido y utilizado con total libertad.
La importancia de reconocer la autoría de alguien sobre su propia obra, reside en varios factores. Por una parte, evita que un tercero pueda atribuírsela, algo muy importante especialmente en el caso de los artistas.
Además, convierte al autor en el único beneficiario de las gestiones comerciales, importante también ya que supone que ninguna otra persona puede lucrarse de su trabajo.
Por otra parte, el copyright otorga al creador la posibilidad de decidir cuál es la accesibilidad de su obra. Esto es clave, ya que en algunos casos se restringe por completo, pero en otros permite su uso y distribución. Veamos cuáles son todas las posibilidades.
En el caso de la licencia Copyright, el creador o creadora es la única persona que puede hacer uso de su obra. Si un tercero quisiera emplearla para cualquier fin, tendría que pagar por esta licencia además de pedir permiso al autor para hacer uso de esta.
En caso de encontrar alguna obra por internet en la que se indica que tiene licencia copyright, esta no podría utilizarse.
Por otro lado, la licencia Copyleft se representa mediante el símbolo de una “c” invertida, es lo contrario al copyright. Esto quiere decir que, cuando un autor decide que su obra tenga licencia copyleft, acepta, sean redistribuidas y modificadas.
Este tipo de permiso tiene un matiz en referencia al uso comercial de una obra. Esto será posible si el autor lo autoriza, aunque no tiene por qué hacerlo. Un creador puede permitir la distribución y modificación de su obra, pero no que se lucren.
Dentro de las licencias copyleft, hay fundamentalmente dos clases:
Los Creative commons. El símbolo mediante el que se indica este tipo de licencia es el dos “c”. Esta licencia permite la reproducción, uso y distribución de una obra sin finalidad comercial (es decir, no ganando dinero con ella).
Eso sí, la condición es que tiene la obligación de mencionar la autoría de esta y no permite su utilización para crear una obra derivada.
La licencia pública general (GNU). Esta licencia es específica del mundo del software, y permite usarlo, compartirlo, modificarlo y estudiarlo.
Por último, están las de dominio público. Todas estas licencias, expiran tras pasar setenta años de la muerte del autor. En este momento pasaríamos a hablar de obras de dominio público, es decir, ausencia total de cualquier tipo de licencia.
No respetar los derechos de autor es un delito conocido como infracción de derechos de autor, infracción de copyright o violación de copyright. En España, tiene algunos matices importantes.
Por una parte, debemos tener presente que la Constitución reconoce el derecho de acceso de todos a la cultura. En este sentido, la ley permite el uso de una obra con licencia siempre que sea en el ámbito privado.
Esta excepción, que se conoce como “copia privada”, incluye la reproducción de música, películas, etc.
En caso de infringir los derechos de autor, el creador de una obra podrá tomar acciones legales, tanto civiles como penales contra el infractor. Por la vía civil, se exige la finalización inmediata de las actividades, así como una indemnización económica.
Si el delito se considera más grave, se podrán tomar acciones de tipo penal, que pueden llegar a suponer una pena de prisión de entre seis meses y dos años.
En definitiva, tener claros cuáles son los derechos y obligaciones relativos al copyright, es algo fundamental en momentos actuales. El desconocimiento podría llevarnos a cometer un delito.
Para no sufrir este tipo de sustos ni entrar en batallas legales, deja que desde Yoigo Negocios te asesoremos en todos estos aspectos. Entra en nuestra web o llama al 900 622 700 y deja que te ayudemos.