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Aunque los pagos en efectivo sigan siendo muy habituales en España, las transferencias bancarias a otros países son una opción muy cómoda y eficiente para muchas empresas. Para ello, necesitarás tener un código IBAN. Descubre qué es y cómo calcularlo para hacer pagos en tu negocio.
En las próximas líneas veremos en qué consiste el IBAN, cómo puede ayudarte a realizar pagos internacionales y otras ventajas para tu empresa.
El IBAN (International Bank Account Number) es un número internacional de cuenta bancaria que sirve para identificar una cuenta específica de una entidad bancaria en cualquier parte del mundo.
Este código fue creado por el Comité Europeo de Estándares Bancarios y se convirtió en un estándar internacional bajo la norma ISO 13616. Este número de 24 caracteres ha sustituido al código de cuenta bancaria tradicional.
Como te decíamos al principio, su objetivo principal es facilitar los pagos internacionales, así como hacer transacciones bancarias transfronterizas con mayor rapidez. Por ejemplo, te será mucho más sencillo facturar a clientes extranjeros, siempre que sean de la zona SEPA.
La zona SEPA o Zona Única de Pagos en Euros permite a empresas, instituciones públicas y particulares efectuar pagos en euros y sin necesidad de utilizar dinero en efectivo.
Ahora bien, la estructura del código IBAN varía según el país, aunque por lo general sigue un formato estándar que incluye los siguientes componentes:
Por ejemplo, un IBAN puede ser: ES91 2100 0418 4502 0005 1332. Donde ES equivale al código del país, en este caso España, 91 son los dígitos de control y 2100 0418 4502 0005 1332 es el número de cuenta bancaria.
El IBAN tiene múltiples usos y ventajas en el ámbito empresarial, especialmente para aquellos negocios que hacen transacciones internacionales con regularidad. A continuación, te contamos en qué situaciones vas a necesitar este código y cómo beneficiarte de este método de pago:
El IBAN es fundamental para realizar pagos internacionales de manera eficiente, ya que tus transferencias se procesarán de inmediato. Además, podrás evitar posibles errores y retrasos en caso de introducir mal tus datos bancarios.
Dar tu IBAN a clientes y socios internacionales te permitirá recibir pagos con mayor seguridad y rapidez. Esto es especialmente útil para aquellas empresas que comercializan sus productos o servicios en el extranjero.
Además, el uso de este código facilita la automatización de pagos recurrentes, como nóminas de empleados que trabajan en diferentes países o transacciones a proveedores internacionales.
Por otro lado, el IBAN ayuda a las empresas a cumplir con las normativas internacionales de transferencias bancarias. Esto es crucial para evitar posibles sanciones y problemas legales en el futuro.
Como veíamos antes, el IBAN minimiza errores a la hora de introducir tus datos bancarios, además de reducir fallos en las transacciones. Por ende, también aumenta la seguridad en cobros y pagos.
Asimismo, al reducir considerablemente el número de errores con este método de pago estándar, tu empresa podrá reducir costes operativos relacionados con las transacciones bancarias.
El procesamiento rápido y eficiente de pagos mejorará la relación con tus clientes y proveedores, ya que garantiza poder enviar y recibir dinero siempre que tu empresa y tus colaboradores lo necesiten.
A simple vista, calcular el IBAN de una cuenta bancaria puede parecer una tarea compleja. Sin embargo, lo único que tienes que hacer es seguir una serie de pasos muy sencillos:
Estos son los datos que vas a necesitar de tu cuenta bancaria:
Una vez los tengas, sólo tienes que combinar el código del país (como ya sabes, ES pertenece a España) con el número de cuenta bancaria y el código del banco y/o sucursal.
Después, añade dos ceros al final del resultado que hayas obtenido tras el paso anterior. Se trata de dígitos de control temporales que sólo vas a necesitar para calcular los dígitos de control finales.
A continuación, si ves que los dígitos de control temporales contienen letras, como el código del país, conviértelas a números apoyándote del siguiente esquema: A=10, B=11, C=12 y así sucesivamente.
El siguiente paso es dividir el número que obtuviste en el paso anterior entre 97 y tomar el resto de esa división. Después, tendrás que restar esa cantidad al número 98 y listo.
Ahora ya sólo tienes que reemplazar los dígitos de control temporales por los dígitos obtenidos en el paso anterior y ya tendrás tu IBAN final. Si te quedaste con alguna duda, te aconsejamos contactar con tu entidad bancaria de confianza y resolverla de inmediato.
En definitiva, el IBAN es un código especialmente útil para todas las empresas que realizan pagos internacionales y también para aquellas que quieran expandir su marca para aumentar sus ventas más fácilmente.
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